Histórico comunicador que vuelve a la actualidad por un documental sobre su figura: Es cierto que, a partir de determinado momento, dejé de interesarme por sus homilías, sus infernales broncas en directo a los empleados a su cargo y su enorme desconocimiento sobre el deporte, del balompié al bádminton. Pero también lo es que, siendo un mocoso, le robaba a mi padre el transistor y me metía debajo de las mantas para escuchar sus diatribas y –lo que más disfrutaba– esas entrevistas a futbolistas a los que hacía trasnochar y le respondían sus habituales topicazos en posición de firmes. Al día siguiente, las ojeras me llegaban a los tobillos, pero mis ganas de dedicarme a lo que usted se reafirmaban. Buenas noches y saludos cordiales.