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La vuelta de Javier Vizcaino En confianza

Javier Vizcaíno

Humor supremacista

Humor supremacistaTV3

Un programa de la corporación pública catalana de radiotelevisión ha hecho un comentadísimo gag cómico sobre la Virgen del Rocío. Sí, todavía andamos así a estas alturas. Por lo que sea, el caca-culo-pedo-pís anticlerical sigue teniendo buena venta. Siempre, claro, que sea la religión católica la que sirva para el pimpampum. Es la releche que el facherío tenga toda la razón en este punto: con otras creencias, y, particularmente, con una, no hay pelotas a hacer gracietas similares. “No debe haber límites para el humor”, cacarean con el mentón bien arriba los mismos que organizan linchamientos contra los pánfilos que, esgrimiendo idéntico principio, montan chistes sobre, pongamos, la igualdad, la discapacidad o la etnia y la procedencia de las personas.

Aquí no me van a pillar. Siempre he defendido, y seguiré haciéndolo, el uso de la misma vara. O vale todo (y me jodo cuando me tocan lo que considero más sagrado), o establecemos unos mínimos de respeto a los demás. Aunque estaría dispuesto a aceptar lo uno o lo otro si siempre fuera de aplicación sin excepciones, personalmente apuesto por tratar de no hacer daño gratuito a mis semejantes. Y en el caso del humor, que es de lo que hablamos, aunque no creo en el que los más finolis llaman inteligente, me sobran los recursos de brocha gorda que, por lo demás, suelen denotar pereza, mediocridad creadora y, como ocurre en el caso que nos ocupa, supremacismo. Sí, porque la chanza de TV3 no se queda en lo religioso, sino que se apoya en una caricaturización burda de la forma de hablar de los andaluces. Pero si lo decimos, nos llamarán “ofendiditos”.