Admirado y muy querido genio: No puedo evitar emocionarme al verlo en el fotograma del documental Berpiztu, que cuenta la lucha que lleva desde aquel infausto día de diciembre de 2018 en que el maldito ictus se cebó con usted en Bélgica. Desde entonces, como nos cuenta Fermín Aio, responsable del proyecto audiovisual que también se reflejará en un libro, han pasado tres años y medio en los que le ha tocado volver a aprenderlo todo. El tipo con los dedos más rápidos a este lado del Volga debió pelearse con la inmovilidad y, según vamos viendo, poco a poco, gracias a su voluntad de hierro, va siendo capaz de vencer, siquiera, pequeñas batallas. Y las que vendrán. Es usted un tipo muy grande. Cuente siempre conmigo en este trance. l