a idea de investigar los casos de abusos sexuales a menores tiene encorajinado al ultramonte diestro. Según apunta Francisco Marhuenda en La Razón, el Papa se lo ha buscado: “De nada le ha servido al papa Francisco ir de progre y populista, porque los enemigos de la Iglesia no se dejan seducir y tienen como objetivo su destrucción”. En el digital católico El Debate, Mayte Alcaraz se lanza a la comparación de rigor: “Es de aurora boreal que Arnaldo Otegi, uno de los impulsores de esta operación contra la Iglesia, junto a Sánchez, Belarra y Rufián, haya sentido esta tan fuerte pulsión por la defensa de la infancia tan tarde, teniendo en cuenta que la banda terrorista en la que militó asesinó a 22 niños y dejó huérfanos a miles de críos”.