esconocido hasta ahora notario judío: Quién le iba a decir que 70 años después de su muerte, su nombre cobraría actualidad. Y no por un motivo para sentirse orgulloso, precisamente. Se le imputa nada menos que la delación de Ana Frank y su familia a las autoridades nazis en 1944. Según se anuncia, es la conclusión de una larguísima pesquisa en la que han participado 23 investigadores. Solo en la letra pequeña se aclara que, con todo, las pruebas no son concluyentes. También se cuenta que, si fue así, lo que pretendió con su denuncia fue que usted y su familia se libraran del mismo destino. No queda claro que lo consiguieran. La pregunta es para todos y cada uno de nosotros: ¿Qué hubiéramos hecho de haber estado en su lugar? Yo no lo sé.