Incoherencia- Menudo contratiempo. El día en que termina una campaña en la que el PP ha jurado que con EH Bildu no iría ni a la vuelta de la esquina, los diarios de Grupo Noticias desvelan que en el ayuntamiento de Gasteiz, populares y soberanistas se han repartido casi a pachas (6 para los de Otegi, 5 para los de Feijóo) las presidencias de las comisiones municipales. Con lassucursal gasteizatarra de Gasteiz quedan también retratada la “izquierda transformadora vasca”, que venía acusando desayuno, comida y cena al PNV y al PSE de tener un turbio pacto en el que, ya puestos, incluían a Vox por elevación. Luego van los hechos contantes y sonantes y muestran que el pacto ha sido de Bildu con el PP. Como prueba del nueve, el grupo popular anunciaba a primera hora de la tarde de ayer su renuncia a las presidencias. Pero a los que publicamos la noticia nos decían que esa piscina no llevaba agua. Ya, ya.
Voto correo, un 10 - A las dos de la tarde de ayer quedaron despejadas todas las vergonzantes dudas interesadas sobre el voto por correo que llevaba días sembrando la derecha y, personalizando, Alberto Núñez Feijóo. El resultado global es que, en las elecciones en las que se ha batido el récord sideral de solicitudes, también se ha coseguido el mayor índice histórico de entrega efectiva, casi el 94%. Un éxito que cabe atribuír al tesón y la profesionalidad de la plantilla de la empresa postal pública española. A esta hora no se conocen palabras de disculpa de los difusores de bulos infames como este.
Marcial, el contrabandista - Claro que Feijóo no está ahora para disculpas. Lo suyo es pedir la hora al árbitro, porque el partido que empezó con aparente goleada sobre el rival huele a empate, cuando no a remontada. Y no precisamente porque PSOE y Sumar estén haciendo un gran papel, sino por las incontables pifias del gallego. La cada vez más famosa foto de juventud en el yate del narcotraficante Marcial Dorado amenaza con ser el último clavo de su ataúd. Si anteayer la defensa del líder del PP fue que no sabía a qué se dedicaba el sujeto porque entonces no había ni Google ni internet, ayer lo empeoró. Aunque no lo crean, el que aspira a ser presidente del gobierno de España no encontró mejor excusa que afirmar que él no sabía que narcotraficante... ¡porque pensaba que solo era contrabandista del tabaco! Si yo formara parte de su equipo de asesores, hoy, jornada de reflexión, no lo dejaba salir ni a la puerta de su casa.