La moviola de la prensa diestra reproduce en bucle el cara a cara en que Feijóo le robó la cartera a Sánchez. Y con cada nuevo pase, la autoestima crece sin parar… como los escaños del PP en las encuestas cocinadas en las cabeceras amigas. Como siga la proyección, el 23 de julio rozará los 500 escaños, aunque solo haya 350 en el hemiciclo.
De acuerdo, exagero, pero solo lo justo. “Génova extrapola un crecimiento para conseguir más de 160 escaños”, se viene arriba La Razón en primera, bajo un titular mayor para atizar al todavía necesario socio: “El cara a cara entre Sánchez y Feijóo descoloca a Vox”. En el editorial, versión corregida y aumentada del goce del día anterior. Chupaos esa, rojos: “El día después del único cara a cara de la campaña de las elecciones generales del 23J entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo en Atresmedia resultó un duro trágala para el PSOE en particular y la izquierda en general. Acostumbrados a desenvolverse con reglas y árbitros favorables en el Parlamento, en Moncloa menospreciaron a Alberto Núñez Feijóo en un ejercicio de osadía y soberbia de escasa sensatez y ninguna prudencia. El presidente del PP ganó con rotundidad el cara a cara con Pedro Sánchez porque no subestimó a su oponente y llegó preparado para todos los escenarios y emboscadas”.
ABC también saca sus cuentas de la lechera. “Sánchez pierde cuatro escaños en las horas siguientes al cara a cara con Feijóo”, anota en la parte superior de su primera. En la inferior, amartilla: “El revés del cara a cara acentúa la desmotivación en la campaña socialista”. Y para ilustrarlo usa una foto de una desangelada comida electoral con la ministra socialista Diana Morant (¿quién?) como cabeza de cartel.
En el editorial, más leña al fuego. “Un PSOE desmoralizado”, reza el encabezado. Debajo, elucubraciones lúbricas: “En esta circunstancia tan decisiva, Sánchez ya no podrá contar con los barones para movilizar a unos territorios y a una militancia cada vez más alejados de los dictados de Moncloa y de Ferraz. A la luz del último sondeo de GAD3 para ABC, parece probable que esa desconexión acabe traspasándose también desde el partido al electorado socialista y que acabe lastrando de forma definitiva la movilización de los votantes de izquierdas”.
"El debate ha apuntillado al sanchismo. No ya ante las urnas: ahora vuelve a estar en peligro el liderazgo del partido"
Un paso más allá, Ignacio Camacho da por ganadas las elecciones para el PP y, no contento con ello, anuncia la nueva expulsión de Sánchez de su partido. O poco menos: “El lunes, Feijóo terminó de ganar las elecciones. Con aplomo, firmeza y humor cáustico zanjó cualquier duda y cortó en seco el repunte del adversario, cuyos aliados –Bildu y Esquerra, Aizpurúa y Rufián– aprovecharon ayer la ocasión para apuntillarlo incrementando las exigencias de un eventual respaldo. El debate ha apuntillado al sanchismo. No ya ante las urnas: ahora vuelve a estar en peligro el liderazgo del partido”.
También El Mundo se apunta a señalar al perro flaco. “Depresión en el PSOE tras el fracaso de Sánchez en el cara a cara”, anota un epígrafe en primera sobre el desconsolado lamento de un supuesto militante socialista: “No se puede disfrazar lo que todo el mundo ha visto”. Siguiendo el esquema habitual, el editorial le da una vuelta de tuerca a la consigna bajo el título “La atmósfera de derrota se apodera del PSOE”.
"El truco de Feijóo consiste en aproximar todo lo posible el hombre al político. Bebe cerveza tostada sin alcohol. No suele cenar"
La propina es una pieza laudatoria de Feijóo de dos páginas con profusión de fotos firmada por Jorge Bustos. Les copio y pego un fragmento, no sin antes advertirles de que el contenido no es apto para quietes problemas con el azúcar: “A un político no se le conoce por los andares, pero quizá a un hombre sí, y el truco de Feijóo consiste en aproximar todo lo posible el hombre al político. Bebe cerveza tostada sin alcohol. No suele cenar. Le gustaba ir al cine cada tarde de domingo. Y su gran afición, las escapadas al volante los fines de semana, no puede practicarla desde que el pequeño Alberto llegó a su vida”.
La algarabía en el diario de Unedisa es tal, que hasta Federico Jiménez Losantos, que no es nada fan del líder del PP, se suma a las lisonjas. Eso sí, fiel a su estilo, las cargas de profundidad contra los malvados pesan más: “Para ganarle a Sánchez no hace falta demasiado, siempre que no te enfrentes a él en una televisión bolivariana, de un sectarismo sonrojante, como demostró ser Atresmedia o Atresnegreira. Lo difícil, para mí imposible, es resistir más de 100 minutos de agresión permanente, de boicot constante y de burricie colegial como la que exhibió el candidato del PSOE, sin que, en algún momento, te saque de tus casillas, sobre todo cuando ves que los negreiras observan cómo brean a patadas a Vinicius y le sacan tarjeta... a Vinicius”.
En el digital ultracatólico El Debate también sigue la fiesta. Su subdirector, Luis Ventoso, se despide ya de Sánchez y su compaña: “Pena, penita, pena en el partido de ETA y el de los golpistas catalanes de 2017. «¿Dónde vamos a encontrar otro chollo como el que teníamos con este tío?», se preguntan alicaídos, mientras ya traman volver a la brava en cuanto aterrice el nuevo, que no va a regalar consultas. Depresión clínica del admirable profesor Tezanos, que si quiere seguir cocinando ahora tendrá que resignarse a hacerlo en los fogones de su casa”.
Txapote, cómo no
En la misma cabecera, Gabriel Albiac tira del comodín favorito del ultramonte: “Crueldad suprema. Eso decía el rostro de quien entró soñando aún ser presidente. Y salió siendo nada. Una amarga interrogante parecía planear en su última mirada a la cámara, ya al borde del colapso. La derrota es solitaria. «¿Y si ya ni Txapote va esta vez a votarme?»”.
"¡Que te vote Txapote, Sánchez! Un grito de rabia y de la alegría inconfundible que da la libertad de decir la verdad"
El otrora respetado filósofo no es el único que menciona el alias del asesino. También lo hace Irene González en Vozpópuli. Desoyendo a las víctimas que piden que no se use el infecto lema, la columnera se recrea en la suerte: “No elegimos a nuestros héroes, ni a nuestros locos. Tampoco el lugar en el que empiezan las revoluciones ¡Que te vote Txapote, Sánchez! Un grito de rabia y de la alegría inconfundible que da la libertad de decir la verdad, nunca defendida en los medios que han de estar al servicio del pueblo y no del poder”.
"Txapote concentra todo lo que no gusta de Sánchez y que él pensaba que no le pasaría factura. Los asesinos siempre vuelven"
Otro que reivindica la soflama infame es Pedro Narváez en La Razón. Ojo a la comparación: “Cuando la gente toma un eslogan y lo hace suyo y lo pasa bien con él no hay nada que pueda hacerle frente. Sería como hacer callar a los que en su momento imitaban a Chiquito, «No puedo, no puedo, ¡te das cuen!», a pesar de que mayormente nos reíamos de lo mala que era la imitación. Lo quiera o no, Txapote concentra todo lo que no gusta de Sánchez y que él pensaba que no le pasaría factura. Los asesinos siempre vuelven”.