La verdad es que lo ha puesto fácil. Como la Lola a los puertos, el presidente del Gobierno español se fue a Doñana la misma mañana en que gracias a un pacto del PSOE con el PP se desfacía en el Congreso el entuerto de la ley del ‘Solo sí es sí’. Munición gratis para la prensa de orden.
ABC aprovecha el titular de apertura que le cae del cielo. “Sánchez se va a Doñana mientras el Congreso reforma su ley”, se lee en la primera, junto a la clásica doble foto: arriba, el presidente español en el parque natural; abajo, la bancada del PP aplaudiendo mientras las ministras Montero y Belarra se abrazan tras su derrota. Como apostilla en letra menuda, esto: “Tras casi mil rebajas de condenas, se apoya en el PP para cambiar la norma del ‘solo sí es sí’ en medio de duros reproches de sus socios de gobierno y legislatura”.
En el editorial, lógicamente, no podía faltar la puya: “Si a eso se añade que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, decidió no estar presente en la defensa que el PSOE hizo de la reforma, que optase por marcharse a Doñana con un carácter mitinero de precampaña, y que incluso ni siquiera votase de forma telemática, la conclusión es la imagen de una izquierda en desmembración absoluta. El ejemplo de Sánchez, votando en su día a favor de una ley de la que hizo ostentación, y negándose a hacerlo ayer mientras sí forzaba a todo su grupo a votar favorablemente la reforma junto al PP, resulta de una incoherencia máxima”.
"Y se fue a Doñana. Una improvisada excursión de campaña para escapar de lo que él mismo considera una humillación"
También en el vetusto diario, Ignacio Camacho versionea la misma carga de profundidad: “Y se fue a Doñana. Una improvisada excursión de campaña para escapar de lo que él mismo considera una humillación parlamentaria. Porque humillación y vergüenza es para el sanchismo entero tener que recabar el apoyo del PP con tal de apaciguar la alarma social desatada por su monumental metedura de pata. La obligación moral del presidente era dar la cara, admitir en voz alta su responsabilidad sobre una ley de consecuencias nefastas y pedir perdón a la sociedad ante la Cámara soberana”.
Y antes de salir de la cabecera madrileña de Vocento, nos queda Carlos Herrera, que no puede evitar incluir en el coctel a las ministras Montero y Belarra: “Es mucho mejor marcharse a Doñana a soltar pestes de la Junta de Andalucía a cuenta de los regadíos y las explotaciones agrarias que permanecer en el Congreso para sacar adelante la reforma del bodrio de la Banda de la Tarta, la 'ley del sí es sí', que confeccionó Podemos y bendijo el mismo Sánchez”.
"Una coalición que ha saltado por los aires, como la Starship de Elon Musk"
En La Razón, Sandra Golpe no pasa por alto la espantá y añade de su cosecha comi metáfora la pifia del cohete del dueño de Twitter: “Debió de resultarle insoportable asistir en el hemiciclo a una derrota estratégica, votando lo mismo que su rival del PP y, por encima de todo, presenciando la inmolación de la coalición que encabeza, esquizofrénica, diciendo al mismo tiempo sí y no a una reforma legal de calado. Una coalición que ha saltado por los aires, como la Starship de Elon Musk. Veremos si algo queda de ella tras las autonómicas y municipales. Veremos si Pedro Sánchez se decide de una vez a prescindir de su socio”.
Suma y sigue, Cristina Losada marca en Libertad Digital la ausencia de Sánchez y añade otras no presencias: “En el día más triste de Irene Montero, el presidente del Gobierno del que forma parte no estaba allí. En realidad no estaba allí prácticamente nadie del Consejo de Ministros, porque los socialistas redujeron su presencia al mínimo más clamoroso. Era evidente la intención de hacer notar su ausencia, porque ausentarse fue un acto político, igual que fue una actuación despreciable”.
Tampoco Pedro J. Ramírez se priva del bocado puesto a huevo, y escribe esto en el espacio que hace las veces de editorial en El Español: “La ausencia de un Pedro Sánchez que prefirió borrar al PSOE de una victoria vergonzosa para él, puesto que es fruto de un pacto con el PP y se produce con el rechazo de sus tres principales socios parlamentarios: Unidas Podemos, ERC y EH Bildu. El aplauso casi hipócrita de una Yolanda Díaz que trabaja para conquistar el espacio electoral que hoy ocupa el Podemos de Irene Montero e Ione Belarra. Y la tristeza de una ministra de Igualdad que, a pesar de la derrota, consiguió una victoria simbólica al subir al estrado en representación del Gobierno para rechazar una propuesta del mismo Ejecutivo del que forma parte”.
"¿Un Gobierno a toña limpia? Pues mandamos a Sánchez en Falcon a Doñana, para que con toga verde denuncie estremecido los problemas de la cerceta pardilla"
Hemos dejado para el final la aportación del subdirector de El Debate, Luis Ventoso, que aprovecha el viaje para añadir otros ingredientes a su sopicaldo: “¿Un Gobierno a toña limpia? Pues mandamos a Sánchez en Falcon a Doñana, para que con toga verde denuncie estremecido los problemas de la cerceta pardilla y el porrón pardo, víctimas de una sequía provocada por la maldad antiecologista de los luciferinos PP y Vox (que lo único que han hecho es regularizar unos cultivos que ya tenían uso agrícola). En paralelo, recurrimos al ministro sin cartera del Gobierno, Franco Bahamonde, sacando a José Antonio del Valle de los Caídos este mismo lunes”.