Dedicarse al fútbol o al arte suele parecer algo excluyente, una suerte de playa o montaña, de ficción o no ficción o, ya que estamos, de vida urbana o rural. Juan González e Idoia Zabaleta, dedicados a la creación y a la gestión cultural, también pudieron creerlo, pero, desde hace unos años, ambos mundos se encuentran bajo su mismo techo. Gasteiztarras los dos, se mudaron a un pequeño pueblo de Ribera Alta, donde levantaron y asentaron un conocido espacio que ofrece residencias y formación para artistas. Bini y Addis llegaron a Lasierra siendo unos niños, fueron creciendo, y a la vez que conocían su entorno y aprendían a disfrutar de él, se apuntaron al mismo deporte que sus amigos de Nanclares, donde iban al cole. El fútbol no solo dio a los hermanos -y a Idoia y a Juan- nuevas amistades: los dos destacaron jugando. Hoy, Bini progresa en el cadete A del Alavés, Addis no pierde de vista la bola y el fútbol ya es parte de la vida familiar en Lasierra, un lugar de trigales y encinas, baños de río y de bosque, experimentación y talleres artísticos. Atravesamos su huerto, entramos a la cocina-comedor y charlamos bajo las vigas de la casa que rehicieron con sus propias manos.

Así que vivís los cuatro en Lasierra, este pequeño rincón del occidente alavés que tiene su historia y sus hitos, y donde también funciona un espacio de creación artística. ¿Qué vino antes de todo?

Idoia Zabaleta: Juan y yo vinimos desde Gasteiz aquí hace casi treinta años, a finales del siglo pasado. Decidimos intentar vivir en un pueblo y aparecimos aquí por una casualidad absoluta.

Juan González: Vimos un anuncio en el periódico. Se vendía una casa y el anuncio nos trajo hasta aquí.

Idoia: Fue de una manera muy rápida. Creo que el jueves vimos la casa y el sábado ya estábamos firmando. No hubo mucho que pensar. Nos dijeron que había otro comprador que daba más dinero, nunca supimos si era verdad o no, pero tuvimos que precipitar la decisión.

Y fue el principio de muchas más cosas.

Idoia: En 2013, hará diez años este verano, conocimos a Addis y Bini y llegaron aquí a Lasierra a vivir con nosotros desde Etiopía. Y otro hito que podemos marcar en nuestra vida en Lasierra es que ahora hace quince, en 2008, pusimos en marcha el proyecto de Azala, Azala kreazio espazioa, espacio de residencias artísticas y para la creación.

¿Y qué tal es vivir aquí, Bini?

Bini González Zabaleta: Para los jóvenes no hay gran cosa… porque es un pueblo pequeño y no estás con tus amigos, pero es un lugar tranquilo para vivir y para dar paseos. A nosotros nos tienen que bajar a Nanclares, donde vamos a clase y allí están nuestros amigos, aunque aquí hay un camping y en verano nos hemos hecho colegas. Suelen subir aquí a Lasierra, y entonces es más entretenido.

¿Y vosotros, Idoia y Juan, trabajáis los dos en Azala?

Juan: Sí, los dos. Y yo también trabajo en Vitoria, en un centro especial de empleo.

“Vinimos a Lasierra por el anuncio en el periódico de una casa que estaba en venta y que es ahora la nuestra”

Juan González - Freelance

En cambio, Addis y Bini, vosotros de momento pensáis más en el fútbol. ¿Qué significa el fútbol para vosotros, qué os aporta?

Bini: A mí, era un deporte que me gustaba, jugaba en el patio del colegio, me gustaba marcar goles y celebrarlos con mis amigos, sí, pero recuerdo que me apunté a fútbol porque me lo recomendaron mis amigos cuando tenía ocho o nueve años. En ese momento no pensaba en apuntarme en ningún equipo. Me apunté en el [C. D.] Nanclares porque estaban todos mis colegas. Luego empecé a destacar y me empezó a gustar más, y hoy el [campo de] fútbol es un lugar donde me siento libre.

Addis González Zabaleta: A mí, mis colegas me propusieron también jugar en su equipo. Los primeros días fui a ver cómo jugaban y me gustó, y entonces les dije a Juan e Idoia a ver si podían ir a hablar con el que luego fue mi entrenador, estuvieron hablando y me apuntaron. Tampoco había pensado en el fútbol, pero luego me enfoqué y también me gustó más. Yo no destacaba mucho, pero fui mejorando y hubo un año que jugué en el Aurrera [de Vitoria], allí mejoré muchísimo y luego volví al Nanclares.

Idoia: Y ahora que recuerdo, Addis, contigo estuvimos un poco como, ¡ay, por favor, que no se apunte también Addis al fútbol! Queríamos que hicieras también judo…

Addis: Yo de pequeño me enfadaba muy rápidamente, y ellos intentaron que no jugara al fútbol porque ahí… ¡iba a recibir por todas partes! (risas). Me propusieron apuntarme a otro deporte, pero es verdad que mi hermano me dijo: “Si vas a jugar al fútbol te vas a tener que aguantar, porque es donde más vas a recibir”. Aprendí a controlarme y me ayudó mucho el consejo de Bini.

Juan: ¡Pero no te dijimos que no te apuntases a fútbol porque te enfadaras, eh, sino porque tenías otras muchas cualidades! Addis -explica Juan- empezó a hacer tiro con arco y las clavaba todas, igual que Bini; balonmano también, baloncesto también… tiene muchísimas cualidades.

Idoia: Pero también era luchar contra lo imposible. En Nanclares, además, el fútbol es un deporte social, y es un sitio de encuentro, donde las amistades continúan. De hecho, ha sido una herramienta con la que se han integrado los dos socialmente, y, a su manera, el destacar en el fútbol les ha ayudado en la autoestima. Son ejemplos claros de cómo el fútbol les ha ayudado a su integración. Y para nosotros, que no somos nada futboleros, el Nanclares ha sido, incluso más que el instituto, una forma de conocer a las amas y los aitas, de hacer piña, de hacer colegas.

Juan: Yo he viajado mucho, aunque no por todo el planeta, y en todos los sitios un partido de fútbol era la manera de integrarte. Estuve en Guatemala, en las comunidades de la selva, y en cuanto había partidillo de fútbol… Y lo mismo en Níger y en Mongolia. No sé qué tiene, pero es una forma de socializar y de integrar.

Idoia: Vosotros decíais que en Yasso, en Etiopía, jugabais con calcetines…

Bini: Sí, hacíamos una bola de calcetines y la rellenábamos.

Idoia: ¿Con piedras, o tierra, o…?

Bini: Creo que con otros calcetines. ¡Y jugábamos con eso!

Idoia: Pero vosotros jugabais descalzos.

Bini: Sí.

Y de repente, los cuatro en Lasierra, un pueblo tranquilo rodeado de verde. ¿Y qué os gusta hacer por esta zona o los alrededores?

Idoia: A mí, buscar ríos. Agua fría.

Juan: A Idoia le gustan los charcos.

Idoia: ¡Las charcas! Y bueno, también ir a museos, pero eso es parte de mi trabajo, así que diría los ríos. Los museos y exposiciones, el arte, son parte de mi trabajo, e ir sola también es un hobby que me alimenta.

Juan: Yo soy muy viajero y también me gusta ir a ver pájaros.

Bini: A mí, aparte del fútbol, que es lo primero, me gusta hacer música. Cuando tengo tiempo libre estoy aquí arriba, que es mi sala, me pongo a escuchar música y a hacer juegos de sonidos.

Juan con Addis, Bini e Idoia tomando medidas del terreno. Josu Chavarri

¿Analógicos, o con algún programa?

Bini: Con unos programas que compra la amatxu, unos loopers.

Idoia: Un aparato que se llama Artiphon.

Bini: Y una app que tengo, el Garage.

Juan: ¿E ir a cazar, Bini, no lo cuentas?

Bini: ¡Cuando era pequeño! Cuando era pequeño solía ir al bosque a cazar. A veces cogía un arco y una flecha, ponía trampas en el bosque… ¡Eso, cuando era pequeño y tenía tiempo!

Addis: A mí me encanta escuchar música, la necesito para todo lo que hago. También me encanta probarme ropa y combinarla. Y también, aunque no es hobby… ¡estoy mucho tiempo intentando arreglarme el pelo! (risas).

¿Y usas un cardador, o cómo lo haces?

[Addis ha ido a buscar unas pequeñas esponjas con puntas, parecidas a las que insonorizan estudios de audio, y ahora las muestra]

Idoia: ¡Mira qué sistema!

Addis: Cuando tengo el pelo mojado, paso estas puntas así y se me van quedando estos pelos.

Juan: ¡Hay alta tecnología para eso! En las tiendas africanas hay todos estos kits.

Idoia: Y aparte de todo eso tenemos otros hobbies familiares, como viajar en caravana. Con dos se sus colegas, Jon y Ekain, que suelen venir siempre. Vamos los seis.

Juan: Aunque hemos ido también sin colegas, porque cuando ellos eran más pequeños nos pasamos seis meses viajando todos por América del Sur.

“Hace diez años conocimos a Addis y a Bini en Etiopía y vinieron aquí a Lasierra a vivir con nosotros”

Idoia Zabaleta - Trabajadora cultural

¿También en caravana?

Juan: Tenemos una multivan, más pequeñita, y esa la enviamos por barco. Fuimos en avión. Hay un sistema que se llama ro-ro, que te dejan la furgo, caravana o camión en el sitio donde tú estés, pasándolo de barco en barco. Nos descargaron la furgo en Argentina porque estuvimos unos meses viviendo en Uruguay y cuando llegó nos fuimos a Chile y Argentina, a la Patagonia. Ellos dos eran pequeñitos y cabíamos, pero allí fue donde vimos que estaban creciendo. Dormíamos dos y dos, cruzados, pero luego ya no cabían y tuvimos que girar la cama.

Idoia: Y Addis y Bini estuvieron fichados por un equipo uruguayo.

Bini: Sí, el [C. D.] Pinar 99.

Juan: Nos tuvimos que ir porque se los querían llevar… ¡y a la selección de Uruguay!

Idoia: Pero los viajes con Jon y con Ekain, el parchís… son cosas que solo se dan en la caravana.

Addis: Yo no sé si te habrá pasado, Bini, pero yo… las veces que no salgo, ¡en Nanclares pasan las mejores cosas! Y luego, cuando salgo no pasa nada.

Entonces, qué suerte la tuya, Addis. ¿Y por esta zona, cuando no estáis de viaje, qué lugares recomendáis visitar? ¡Sin desvelar vuestros lugares más secretos, que por algo son secretos y también hay que preservarlos!

Idoia: Yo, es verdad que tengo uno de esos que no lo puedo decir, porque viendo lo que ha pasado con Berganzo… Pero pandemia mediante, la gente del pueblo, y Juan y Jorge, que es un guarda forestal de la zona, abrieron unos paseos por aquí. El paseo de Cuevalobos y el de La Rasa son muy bonitos, tres o cuatro kilómetros en el bosque, que dan la sensación de estar dentro del encinar.

Bini: Cuevalobos, ese camino [hacia la cima de San Vítores, 895 metros, en la sierra de Tuyo] que empieza donde las burras y acaba en el depósito de agua, me encanta.

Juan: Ese paseo tiene algo que los dos han trabajado mucho: los baños de bosque o shinrin-yoku, prototipo de un proyecto que queríamos empezar por toda la provincia de la difusión de los baños de bosque a través de las juntas administrativas. Hicimos un recorrido que pretende ser un baño de bosque autoguiado. Y Addis y Bini estuvieron limpiándolo, trabajando en él y preparándolo.

Bini: Donde el depósito de agua también nos encontramos antiguas carboneras.

Addis: Aparte de lo que han dicho, yo en verano suelo salir a andar en bici hasta el pueblo de al lado, Antezana [de la Ribera], ocho kilómetros ida y vuelta; y por el camping, donde están los amigos.

Idoia: Y ahora, que está esto como un mar verde de trigo, debe de estar también precioso. Todo lo que estamos diciendo está hecho con esa lógica, tratando de intervenir lo menos posible, aunque siempre se interviene. Y además, aquí en el pueblo vive también Vanessa Sánchez, que es tía de Bini y Addis, periodista y que organiza desde Walk on the Basque Side las que llama Rutas de Ribera. En la de Lasierra te habla de la alubia pinta alavesa. En la que se llama Todo está en el aire da un paseo hasta Anúcita (Anuntzeta) con el actor Txubio Fernández de Jaúregui, donde el indiano Julián Zulueta, el gran negrero, nació y tuvo una casa; y da otra que es la Ruta de los pueblos fantasma: van en un autobús con unos cascos y un audio que vas escuchando en el traslado por las carreteras, un trabajo que le he ayudado a hacer yo. Ella está aquí, opera desde aquí. ¡En zonas como ésta, que parece ningún sitio, hay muchas cosas!

La puerta de color azul da un toque muy original a su casa tradicional de piedra y madera. Josu Chavarri

“Me apunté en el Nanclares por mis amigos. Me empezó a gustar y ahora en el campo de fútbol me siento libre”

Bini González Zabaleta - Estudiante

Por lo que veo, aquí hay muchas cosas, pero también se hacen. ¿Qué sueño teníais que hayáis cumplido ya?

Bini: Yo, el haber llegado a jugar en el Alavés. Me apunté a fútbol porque me divertía. Luego, en el Aurrera ya conocía el Alavés y pensé que ojalá llegase allí.

Addis: Yo todavía no he tenido esa suerte, ¡pero confío en que llegará! (risas). Y también mi madre me estuvo diciendo que había una escuela de modelos en Vitoria, y aunque es a partir de los 16, igual, empezar a probar un poco… ¡Pero el fútbol siempre está!

Idoia: Yo tenía un sueño que era tener una sauna y ya la tengo.

Juan: ¡Sauna y charca!

Idoia: Cualquiera que me oiga con lo de la sauna… ¡Lo digo de broma! Cuando yo empecé a bailar en EEUU volví con el sueño de tener eso y la sauna. Y la charca la hemos recuperado, con agua fría. Y como cuestión de salud, no como pijerío, cada domingo puedo decir: ¡qué privilegio! Aparte, tener un escenario al aire libre, un proyecto más de Azala, también se ha cumplido.

Juan: En cuanto a sueños conseguidos, tengo la sensación de haber conseguido un montón. Creo que es parte del trabajo, de que te lo curras y lo haces. Vivir aquí ya es un sueño conseguido. Era una casa vieja, la tiramos y empezamos a poner una piedra encima de otra.

Idoia: Y la cosa de poder vivir en el pueblo, hacer de él tu forma de vida y luego ya ser tu propia jefa, con todo lo que tiene de difícil, y poder dedicarte a la cultura, dentro de la precariedad que implica… eso es también un sueño.

Bini: Atrás, donde teníamos la caseta de las burras, mi hermano y yo le ayudamos a Juan a hacer un escenario. Al principio le decíamos que no iba a quedar bonito y una vez que lo terminamos vimos que era bonito y que mereció la pena haberlo hecho.

Idoia: Es una plataforma que inauguraremos en julio, pero la gente que viene a hacer las sesiones de la mañana lo está usando. En julio haremos la inauguración oficial con Tomás de Perrate, cantaor flamenco. Será la gran inauguración. 

Y además, entiendo la satisfacción extra de que sea algo para que otra gente use… ¿Y un deseo por cumplir, o alguien por conocer?

Idoia: Ahora que nos oigo hablar del tiempo, el sueño por cumplir en este sitio es tener tiempo.

Juan: Yo también me voy a apuntar al sueño del tiempo.

Idoia: Yo, después de oír el disco Tres golpes de Tomás de Perrate, tenía el capricho, porque lo era, de invitarle, pero ahora va a venir. Quiero decir que… (risas).

¡Se te cumple todo, Idoia!

Idoia: Está confirmado, pero aún por cumplir. Y también, más allá de que ella me guste más o menos, sí quisiera ver un concierto de Rosalía. Aunque lo que más queremos ahora nosotros es ir a Santander caminando. Siempre hacemos la martxaundi, ir de un sitio a otro caminando, por ejemplo de Azala a Bulegoa z/b, un espacio de arte en Bilbao. Y ahora queremos ir a ver una exposición de Roni Horn, arte minimalista, performance.

Juan: Y yo, ir a Japón.

La Familia González Zabaleta disfruta con el arte, lamúsica, el fútbol y planes al aire libre. Josu Chavarri

¿Por ejemplo, hacer el camino Kumano Kodo, la ruta de peregrinación? Son 1.200 kilómetros, una especie de Camino de Santiago entre templos…

Juan: ¡Me la apunto!

Bini: Pues yo quisiera conocer a un cocinero turco, Nusret.

¿Es el que se coló en la ceremonia de la final de la Copa del Mundo, de Argentina contra Francia?

Bini: Sí. Nusret está en Dubái y he visto muchos vídeos sobre él…

Juan: ¿Y entonces te gustaría ir a comerte un filetillo…?

Addis: ¡Son mil pavos! U ochocientos, o algo así…

Bini: Me gustaría ir y conocerle.

Addis: A mí me encantaría conocer a uno de mis cantantes favoritos, se llama Blueface, de Los Ángeles. Y hace poco tuvo un campeonato de boxeo y lo ganó. ¡Canta y boxea! Su bata es azul, que es mi color favorito, y me encanta.

“Siempre escucho música, sobre todo las canciones del rapero Blueface. Me encantaría conocerle ”

Addish González Zabaleta - Estudiante

¿Os hubiera gustado vivir en otra época?

Bini: Yo estoy en una época en la que me gusta escuchar música de viejos raperos: Biggie [The Notorious B.I.G.], Tupac… Y me gustaría conocer esa época. Y a la cuadrilla de Ice Cube, Snoop Dogg…

Addis: A mí mucho antes: ¡la era de los dinosaurios! O de los cavernícolas. Cómo iban a cazar, cómo preparaban los utensilios…

Idoia: Aunque los dos son dos personas muy diferentes y esto ahora les puede parecer un rollo, cuando vinieron, vivir en el pueblo fue un privilegio. Se oían los pájaros, cantaban, hacían tiro con arco, agujeritos en la tierra… era su medio. Y yo creo que Bini es el que más ha padecido el proceso de colonización al Din-A4 blanco. ¡Y Addis no! ¡Addis puede ser de los noventa, perfectamente!

Juan: ¿Y puedo decir otro planeta? Porque yo me voy a The Mandalorian.

Idoia: Pero eso es un retrofuturo, ¿no?

Juan: Yo me voy ahí.

Idoia: Yo al tiempo del dadaísmo, a las primeras vanguardias. A ese delirio europeo-burgués, eh, pero bueno. ¡Ahí he nacido yo!

¿Y os gusta leer?

Addis: No todos los libros. Cuando era más pequeño, mi padre me compraba unos libros que se llaman ‘El diario de Greg’, me los leía en pocos días, pero los que nos mandan en el instituto… Y como no tienen dibujos, peor, porque no consigo imaginármelo.

Bini: A mí, lo que más me ha gustado son cómics. Los de Astérix y Obélix.

Juan: Yo diré ‘El viajero’, de Gary Jennings.

Idoia: Y yo ahora estoy con la ciencia ficción feminista: ‘Historias de Terramar’, de Ursula Le Guin.

Addis ya contaba que está siempre con música, sobre todo con Blueface, y con ello cerramos. ¿Los demás, también estáis siempre con música?

Bini: A mí, hay dos raperos que son los que más me gustan: Aiman Jr. y el otro es Myke Towers.

Addis: A mí, aparte de Blueface, El Patrón 970, KG 970 y J 970. La 970 es un grupo de drill.

Juan: A mí me encanta Guillermo Portabales, un cantautor cubano que hacía son.

Idoia: Yo diría a Tomás de Perrate, estoy Perrate que Perrate, pero diría también a mis colegas, Mursego, Ibon RG y Verde Prato, que son todos cantantes euskaldunes.

Juan González

Freelance

Gasteiztarra también, 55 años, Juan es freelancer, aunque suele confundirse y entonces le sale freelander, en esencia, viajero. Cuando no viaja, Juan es anfitrión en Azala, su proyecto común en Lasierra, y también trabaja en un centro especial de empleo en Vitoria-Gasteiz.

Idoia Zabaleta

Trabajadora cultural

Nacida en Gasteiz, 52 años, hace tiempo que esta bióloga se pasó a la danza y a su estudio, a la creación y a la gestión del arte. En este mundo de etiquetas, ella prefiere trabajadora cultural. Formada en Barcelona, Ámsterdam o Nueva York, se mudó junto a Juan a Lasierra, en el occidente alavés, y allí, rodeados de bosque, levantaron Azala, un espacio de creación y de encuentros donde también la bióloga y la artista se encuentran.

Bini González Zabaleta

Estudiante

Nació en Yasso, Etiopía, y llegó a Lasierra junto a su hermano Addish hace diez años. Él tiene 16, estudia en Nanclares y es delantero en el cadete B del Deportivo Alavés. Aunque, dadas sus dotes, también sabría sobrevivir en un bosque, en su poco tiempo libre le gusta componer canciones con programas de música.

Addish González Zabaleta

Estudiante

Como su hermano, nació en Yasso, Etiopía, y tiene 15 años. Tras pasar por el Aurrerá de Vitoria, juega a fútbol en Nanclares, donde también estudia, aunque tras un viaje familiar por Uruguay quisieron ficharlos a ambos. Con facilidad para practicar varios deportes, le gusta oír rap de los noventa y drill, un subgénero actual.