La expresión coser y cantar suele ser utilizada para destacar que la facilidad de acometer alguna tarea, trabajo o desempeño. Y abundando un poco más se puede señalar que es tan sencilla llevarla a cabo o no conlleva una dificultad especia porque la labor en sí no requiere mayor destreza o habilidad o por la experiencia de quien realiza. Tal es así que incluso puedes realizarla mientras entonas una canción. Esta expresión se originó en los tiempos en los que las mujeres solían reunirse para coser todas juntas y, para hacer la jornada más amena, iban canturreando diferentes coplas.

Los tiempos, afortunadamente, han cambiado y ahora cada vez hay más hombres que se dedican a la costura profesionalmente o como afición. Y también ha irrumpido la tecnología, con máquinas de coser que hacen más llevaderas las tareas, con un resultado más profesional, con una evidente sencillez de manejo, que hacen el trabajo con más rapidez y que evitan los problemas físicos derivados de la costura a mano. 

Por eso el aprender a coser vuelve a estar de moda, sobre todo entre las y los más jóvenes. La pandemia también ha hecho que la gente haya salido menos y que haya aprovechado el tiempo en casa para popularizar una afición que se estaba perdiendo con el tiempo. Talleres, clases, tutoriales en vídeo... cualquier fórmula es buena para recuperar esta tradicional labor que además te servirá para ahorrar unos euros al fin de mes si te haces tú misma los apaños que antes solías encargar a la modista. 

Postura de las manos cosiendo.

Postura de las manos cosiendo. Freepik

Singer, Alfa y Brother son las tres principales marcas del mercado, aunque encontrarás otras que podrán satisfacer tus expectativas.

En cuanto a precios, entre 50 y 100 euros hay máquinas básicas para principiantes y realizar tareas básicas. Entre 100 y 200 son algo más completas y con más funciones. A partir de ahí son más completas y con más posibilidades y tareas, por lo que sube su precio. Las que son casi profesionales cuestan ya unos 700 o 800 euros.

Coser vuelve a estar de moda y son muchas las personas que se inclinan por hacerlo a máquina.

Ya sea como un pasatiempo o un hobby ya como una forma de ahorrar dinero en la economía doméstica si decides apuntarte a esta tendencia, cada vez más en alza, en las páginas web o en las tiendas físicas de las principales marcas, además de los talleres que encontrarás en tu ciudad, descubrirás indicaciones sencillas y precisas para dar tus primeras puntadas con estas máquinas. Y a partir de ahí pasar de realizar pequeñas costuras a otras labores más complejas y a confeccionarte incluso tus propias prendas de vestir o para tu hogar.

Qué máquina elegir

Por menos de 100 euros puedes hacerte con una máquina para iniciarte en la costura.

Si ya te has decidido a aprender a coser, debes tener en cuenta las claves que ofrece la Organización de Consumidores y Usuarios a tener en cuenta antes de comprar una máquina de coser. Dependerá del tipo de tareas que pretendas hacer, pues algunas máquinas solo pueden hacer pespuntes y puntadas básicas, mientras que otras pueden llegar a tener cientos de tipos diferentes.

Si solo quieres la máquina para arreglos y costuras sencillas te bastará con una máquina mecánica, que puede ser eléctrica o incluso manual. Son fáciles de usar y más económicas. Serán más que suficiente si vas a hacer costuras sencillas como arreglar los bajos de los pantalones y coser algún que otro dobladillo. También hay modelos más completos que pueden hacer ojales.

Si vas a usar la máquina muy a menudo con diferentes tipos de telas y vas a hacer tus propias creaciones de ropa o a personalizar tus prendas, una máquina electrónica es mucho más versátil y te aportará una variedad de funciones, pero son más caras y complicadas de usar. Y por último, si lo que quieres es bordar necesitarás una máquina muy completa, capaz de hacer puntadas de adorno, como bodoques, nidos de abeja, etc.

Qué debe tener tu máquina

Hay algunos elementos de los que no debes prescindir, según la OCU, aunque optes por un modelo económico, y otros que son opcionales.

  1. Longitud de puntadas. Es una característica fundamental del pespunte. Cuanto más permita variar la longitud, más versátil será, ya que, si trabajas con materiales gruesos, necesitarás una puntada mucho más larga que para hacer un ojal, por ejemplo. Es preferible un modelo que permita elegir 4 o más largos.
  2. Ancho de puntada. Es la desviación de la aguja al realizar la puntada. Así, podemos crear diseños en zigzag, que sirven para sobrehilar los bordes, coser puntillas o crear adornos, Busca una máquina que permita regular el largo y ancho del zigzag. En este aspecto, las máquinas electrónicas suelen ser más versátiles.
  3. Ojalador. Es el sistema para crear ojales. Si vas a usar esta función, es importante que te fijes en el número de pasos para crear el ojal, ya que hay modelos que los realizan en un solo paso y esto puede ahorrarnos tiempo.
  4. Potencia. Una máquina con baja potencia no te permitirá coser materiales más duros o gruesos.
  5. Durabilidad. Fíjate en que la parte interna, donde se aloja la canilla y lo que la rodea, sea metálica porque las piezas de plástico en esa zona dan peores resultados.