eguramente, en algún momento de nuestra vida habremos escuchado aquello de, “la curiosidad mató al gato”. Pues de eso hablaremos en el día de hoy y más específicamente, de las plantas y de cómo pueden los dueños de estas mascotas evitar que sus gatos coman las plantas que hay en el hogar.
Este animal de que estamos tratando pese a que es carnívoro tiene un grado de curiosidad tan grande por todo lo que le rodea que le hace mordisquear, aunque tan solo sea una vez, todo lo que le rodea. Esto es peligroso porque el animal no tiene ni la más mínima idea de qué se puede estar metiendo en la boca y por ello, los dueños, como responsables absolutos y únicos que son del animal, tienen la responsabilidad de quitar de su rango de acción cualquier tipo de cosa que sea peligrosa. Esto que puede resultar simple es algo vital, pero que muchas veces se puede llegar a descuidar. Además, no tenemos que olvidar quitar de casa todas aquellas plantas catalogadas como tóxicas para gatos.
Centrándonos únicamente en la razón por la que los gatos tratan de comer o morder las plantas o las flores es porque intentan regurgitar -expulsar por la boca, sin vomitarlo, un alimento no digerido y contenido en el esófago o el estómago- y eliminar las bolas de pelo que pueda tener acumuladas en el estómago. Aun así, estos no son los únicos motivos, ya que puede darse la razón de que coman hierba para purgarse o por el simple hecho de placer, aunque sean animales carnívoros.
Existen unos tipos de plantas llamadas catnip o hierba para gatos que son plantas específicamente recomendadas para este tipo de animales. Esta es una medida muy importante y vital porque no podemos olvidar de que los gatos pese a todo lo mencionado necesitan de alguna forma u otra comer plantas. Podemos decir que de alguna manera los felinos saben que al morderlo se purgan. Así que, en caso de que en casa no tengamos una planta que puede comer, romper, masticar, chupar o hacer lo que quiera lo primero que tenemos que hacer es ir a hacernos con alguna para que disfrute. Y al mismo tiempo hay que quitar todas las malas que tengamos en casa.
En caso de que vayamos a cualquier tienda podremos encontrar multitud de bandejas de diferentes formas perfectamente germinadas pero siempre podremos hacer nosotros nuestra propia bandeja. Para ello, necesitamos el recipiente, semillas de avena, trigo o alpiste, agua y sustrato ecológico. Lo primero que haremos será verter el sustrato en el recipiente y posteriormente un buen puñado de semillas, ya que el objetivo es que crezcan muchas plantas. Apto seguido la regaremos y la cubriremos con un film y al de 10 días habrán crecido todos los brotes.
Otra de las cosas que tenemos que evitar es tener plantas de plástico en casa. Los gatos intentarán comerla y en caso, de que nos resulte imposible quitar este tipo de decorativo tenemos que evitar que esté al alcance de ellos, pero recuerda que son capaces de saltar a cualquier lado.
Pese a todo lo que hemos dicho si nos va a ser imposible cumplirlo y además, no vamos a poder compartir tiempo suficiente con el animal, ¿qué podemos hacer? Una de las opciones es comprar un repelente que echaremos en las plantas y que al mismo tiempo ahuyentara al gato. Aun así, hay un remedio casero que sirve igual y que hace el mismo efecto. Consiste en echar agua de limón o naranja sobre las plantas y hará el mismo efecto que el repelente. Esto además, tiene la ventaja de que se puede hacer en casa mezclando agua con cáscaras de limón o naranja.
Otro de los métodos consistirá en rociar las plantas con agua y un poco de pimienta espolvoreada. Esto tendrá un resultado muy desagradable para el gato que hará que ni se acerque a las plantas. Y por último, podremos utilizar otra planta como el tomillo o la lavanda que al ponerla cerca de las otras ahuyentará a los gatos de las otras plantas.
“Los nombres de los gatos son Izaskun
y Maite, mientras que la gata se llama Erkuden, como yo. Iñigo quiso ponerles nuestros nombres”