odemos asegurar que si en los últimos casi 30 años no hemos estado escondidos en una cueva o no hemos puesto el televisor nos serán familiares los nombres de Kristian Pielhoff o Iñigo Segurola. Ellos son los que durante 26 años han formado una de las parejas más sólidas de la televisión en el programa de Bricomanía. Ya nos va sonando, ¿no? El primero era el encargado de todo lo relacionado con el bricolaje y conocida es su frase de “fácil, sencillo y para toda la familia”. El segundo, en cambio, era el encargado de dar consejos de jardinería y el responsable de abrir un mundo desconocido a muchas personas. “Es súper bonito encontrarte con gente que te dice que gracias a ti han descubierto un mundo nuevo y que te llevan siguiendo durante muchos años”, confiesa el paisajista gipuzkoano y dueño de Lur Garden.
El primer programa de Bricomanía se emitió el 23 de julio de 1994 en La 2 pero casi sin Iñigo Segurola como responsable de la sección de jardinería. La empresa Bainet TV y el creador Iñigo Urreaga contactaron con Segurola para que participase en el programa pero éste era muy reacio a exponerse públicamente en un programa de televisión semanal, aunque si hubiera sido mensual o bisemanal hubiera tenido las mismas dudas. No quería ser el jardinero de la tele y eso le llegaba a pensar que no aceptaría la oferta. Finalmente, tras pensarlo se lanzó al proyecto y después de estar tantos años reconoce que no le importa que le diga “el de Bricomanía”, ya que es una parte muy importante de su vida y gracias a la cual hoy día vive y tiene los proyectos que tiene.
Además, indica que el aparecer en televisión le permitió sacar el máximo jugo posible a la difusión del paisajismo en la esfera pública. Descubrió que el programa le abría una puerta única para ello pero las entrevistas que le surgían a raíz del programa también eran una oportunidad muy grande para ello. De esta manera, cada vez que le entrevistaban respondía educadamente a lo que le preguntaban pero enseguida trataba de guiar el encuentro al punto que a él, como profesional, le interesaba. “Aproveché aquellos momentos con periodistas para decir o expresar cosas que a mí me interesaban”, indica Iñigo Segurola.
Desde la primera emisión del programa hasta la última, en octubre de 2020, pasaron 26 años. La pareja formada por Kristian Pielhoff e Iñigo Segurola tan solo aguantaron en antena un año más después de celebrar las bodas de plata. La razón fue las consecuencias de la covid-19 que provocaron recortes presupuestarios en la cadena que lo emitía desde el 17 de septiembre de 2011, en NOVA -canal de televisión perteneciente a Atresmedia Corporación-.
Como decimos Bricomanía empezó como un programa semanal en La 2 en el que los dos protagonistas ya mencionaban daban sus consejos de jardinería y bricolaje. En la televisión pública estuviera casi 11 años, ya que en el 16 de enero de 2005 comenzaron una andadura de 5 años en Telecinco. Después del éxito dieron el salto a los sábados de Antena 3 el 2 de octubre de 2010 y debido a los bajos número de audiencia en 2011 lo pusieron en NOVA. Como curiosidad, en esta cadena el 21 de julio de 2019 hicieron el programa número 1.000. Todo un éxito para un programa, Bricomanía, con un carácter didáctico, su ritmo ágil y con una estructura sencilla y para toda la familia.
Todos aquellos personajes públicos, ya sean políticos, deportistas, actores, actrices o profesionales que aparecen en televisión, entre otros sectores, están totalmente expuestas a la imitación. En España hay profesionales como Carlos Latre o Raúl Pérez -ambos los mejores sin duda en esta disciplina- que desde la caricatura imitan a los ‘famosos’ que aparecen en la esfera pública.
En este sentido los de Bricomanía, tanto Kristian Pielhoff como Iñigo Segurola, se han visto en estas lindes y se han podido ver representados por distintos imitadores con mayor o menor éxito. En el caso del paisajista de Lur Garden afirma que sabe que lo hacen desde el cariño y que es consciente de que le imiten a uno es señal de que de algún modo se el trabajo que realiza está generando alguna reacción positiva o negativa, eso de igual. “Pese a todo cuando me imitan en televisión lo hacen fatal y estoy orgulloso de ello porque significa que soy inimitable. Al final siempre me parodian como si estuviera fumado y para nada lo estoy. Quizá el pelo largo, el estar rodeado de plantas da a ello pero no creo que hable como me suelen representar. Aun así, no tengo problema con lo que hacen”, afirma Iñigo Segurola.
Al mismo tiempo, reconoce que puede que sea mucho más sencillo de imitar a Kristian. Tener barba, frases tan características cuando aparece en la televisión o su trabajo en el programa de pie a ello. Sea lo que sea el ser imitado siempre es una buena señal de que lo que uno hace está generando alguna reacción y eso siempre es buena señal.
“En unos ‘Sanfermines’ me di cuenta de lo que significaba estar en la tele y empezar a ser conocido”
“Es bonito escuchar a la gente cuando te dice que te ve desde hace años y que les has abierto un mundo nuevo”
“Tanto a Kristian como a mí nos han imitado pero lo hacían fatal, hablaban como si estuviese fumado”