¿Deslizarse por una pista de esquí en pleno verano mientras la gente se apiña en la playa y toma helados para refrescarse? Tras un breve descanso a partir de la Semana Santa, Irati Idiakez, de 28 años, ya se está lanzando con su tabla por las laderas de los Alpes, a más de 3.000 metros de altura, dando así el pistoletazo de salida a la pretemporada de snowboard. Las precipitaciones de las últimas semanas han dejado varios centímetros de manto de nieve sobre los macizos montañosos en Europa Central. Doble campeona del mundo de parasnowboard en 2023 y 2025 en la categoría UL (dirigida a deportistas con discapacidad en uno o ambos brazos), Irati admite que el regreso al snow durante los meses de calor le “cuesta un poquito” y se hace “raro”. 

El contraste será aún mayor cuando continúe con su preparación en el centro comercial Xanadú de Arroyomolinos (Madrid). Allí cuentan con un parque de nieve indoor, llamado Snozone, de 18.000 metros cuadrados repartidos en dos pistas, una para principiantes y otra para perfeccionar el nivel de esquí o snowboard. Irati ya estuvo en agosto del año pasado, formando parte del equipo de deportistas del Centro de alto rendimiento de deportes de invierno adaptados (CDIA), junto a los también snowboarders Daniel Miñana y Jorge Gargallo. En el interior del recinto madrileño la deportista guipuzcoana estará con ropa de abrigo a dos grados bajo cero; fuera, el calor de la meseta golpeará con fuerza, como un puñetazo seco contra el pecho. Pero Irati sabe que por ahora es lo que hay. A esta primera fase de la pretemporada la denomina “tocar nieve”, que combina con la necesaria puesta a punto en el gimnasio.

Irati Idiakez. Arnaitz Rubio

Va a ser difícil que la deportista de Getaria supere el listón de la temporada pasada. Ha sido, sin duda, el periodo más fértil de su carrera. Al título mundial conquistado en marzo en la estación de esquí de Big White, en Canadá, hay que sumarle la guinda de la medalla de plata en la modalidad de banked slalom, en la que se recorre un circuito muy sinuoso. Irati también se hizo con el Globo de Cristal, coronándose así como la mejor snowboarder del mundo en la categoría UL. Toda una machada para alguien que llegó a esta disciplina de rebote hace ahora siete años, en plena rehabilitación tras haber sufrido un grave accidente de autobús en Chile en diciembre de 2017, cuando tenía 21 años. En el vehículo siniestrado también viajaba su compañera de clase en la Universidad de Deusto, la donostiarra Aitana Moreno, hoy doble campeona del mundo en la modalidad adaptada de jiu-jitsu brasileño.

Lecciones de un siniestro

Según recuerda Irati Idiakez, recibió entonces una llamada de la Federación Vasca de Deportes de Invierno. “Se habían enterado del accidente y estaban buscando a una persona interesada en hacer snow. Probé y me gustó”. Ella no era especialmente deportista, pero, asegura, tampoco estaba “todo el día tirada en el sofá”. El snowboard nunca había sido una opción y los inicios no fueron fáciles. Le costaba. Pero tenía un propósito: “Para mí era importante hacer algo por mí misma, ver que era capaz de desenvolverme yo sola”.

Aunque está volcada al cien por cien con el snowboard, sigue formándose en distintos ámbitos. Estudió Trabajo Social, cursó un posgrado y se sacó también el Máster en Formación del Profesorado de Educación Secundaria, el antiguo CAP (Certificado de Aptitud Pedagógica). Puede que algún día tire por la enseñanza, pero todavía no lo tiene claro. Mientras tanto, suele participar en charlas en las que relata cómo el grave accidente que le costó su brazo derecho le abrió un nuevo camino que la ha llevado a la cima del snowboard.