En Leitza han nacido Iñaki Perurena, Mikel Nieve, Mieltxo Saralegi, Oinatz Bengoetxea, Jon Kanflanka, aizkolaris míticos... En esta lista faltaría el nombre de Iera Agirre, de 36 años, una leitzarra convencida que, aunque vive en Lekunberri, pasa su escaso tiempo libre en su pueblo en compañía de amigos y familiares. ¿Qué tendrá esta encantadora y pequeña villa montañera, de unos 3.000 habitantes, para convertirse en cuna de deportistas vascos? ¿Dónde radica el secreto? Agirre se suma a la teoría más extendida, que nos llevaría a la leyenda que rodea a la famosa fuente Iturrizarrea de Leitza, de supuestas propiedades mágicas. “Dicen que salen tan buenos deportistas por su agua, que es muy especial”, asegura con sentido del humor la pelotari navarra después de llegar a casa y hacer un hueco en su apretada agenda laboral. Al trabajo le dedica casi todas las horas del día. Y aquí hay que incluir las que conlleva el fin de semana “de frontón en frontón”, en calidad de jugadora y también como vicepresidenta de Ados Pilota, el club profesional de pelota vasca femenina que formó en mayo de 2021 junto con Maite Ruiz de Larramendi. De lunes a viernes, pasa todas las mañanas en un colegio de Etxarri Aranatz. Agirre tiene un puesto fijo en un colegio y es profesora infantil (ciclo de 3 a 6 años), además de jefa de estudios.
“Dicen que salen tan buenos deportistas de Leitza por su agua, que es muy especial”
Durante un momento de la entrevista se oye de fondo una suave vocecita en euskera. “Es mi hijo”, se disculpa. Por lo que cuenta, con Ruiz de Larramendi forma un buen tándem. Una es la imagen principal y representante ante instituciones y patrocinadores; la otra desempeña labores menos vistosas, de puertas hacia dentro. “A mí me toca hacer de todo”, tercia. “Maite suele ser la cara más visible y yo me encargo de las tareas que tienen que ver con el ordenador: las redes sociales, los carteles… También me toca organizar los campeonatos”. Unos meses después de que echara a andar el club, compuesto actualmente por 13 pelotaris profesionales, en una entrevista concedida al GRUPO NOTICIAS definió Ados Pilota como “una pequeña familia que trabaja por el colectivo de la pelota femenina”. Asiente y afirma que la definición sigue siendo perfectamente válida. “Somos como una gran familia. Nos conocemos tanto que hasta sabemos cómo ha dormido cada una. Tenemos un contacto diario. Somos deportistas, pero es importante saber que detrás de cada pelotari hay una persona. Todas nos echamos una mano y estamos involucradas en un proyecto que vale tanto para nosotras como para las pelotaris del futuro”.
Montaña y maratones de series
El tsunami feminista que tumbó a Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), podía haber sido un revulsivo en el devenir del deporte femenino, pero ella “no ha notado” ningún cambio. “Se ha hablado mucho sobre este tema, pero a la pelota no le ha repercutido”, afirma. Entre las reivindicaciones de Ados Pilota destaca una por encima de todas: quieren que los partidos se retransmitan por televisión. No menciona EITB, pero sobrevuela en la conversación. “Ya va siendo hora de que apuesten por la pelota femenina. Se han dado algunos pasos, pero se pueden dar muchos más desde los medios de comunicación”. En noviembre le aguarda el campeonato de parejas, que se prolongará durante unos tres meses. “Me falta esa txapela”, dice con hambre de victoria. A las continuas visitas a Leitza le suma las escapadas a la montaña y los maratones de series. Los atracones de Netflix son muchas veces por pura necesidad, cuando encuentra un hueco. Como ahora mismo. A saber cuándo dispondrá de tiempo libre para encender la televisión.
Contra el muro
Límites. Pese a algunos avances, la pelota femenina se estrella frente a un frontón de precariedad. Es un hecho evidente. “No podemos vivir exclusivamente de la pelota, ni me lo planteo”, zanja con rotundidad.
Efecto globalizador. “Antes era más fácil que en un pueblo pequeño todos jugasen a pelota. Ahora vivimos en un mundo globalizado donde entran muchos otros deportes”. ¿Y el fútbol? “Acapara mucho protagonismo”, responde Agirre.