La aparición del moho y la humedad en la casa, y más en baños donde no hay ventanas, es un problema habitual que tiene mucho que ver con la falta de ventilación y, como no, con el vapor de agua, que se suele quedar estancado durante horas y horas.
Asimismo, es un problema que afecta a la estructura de la casa y también a su apariencia: las paredes van perdiendo su color, las juntas se tornan de color negro y un olor a cerrado empieza a aparecer, por lo que hace falta tomara acción y resolver la situación.
Causas y consecuencias del moho y la humedad
Para entender las causas de esto, hay que saber que el vapor del agua no suele tener salida o escape en baños que carecen de ventanas. Como resultado, la humedad que se crea en duchas o lavabos se queda atrapada y casi sin opciones de salir.
Por lo tanto, la condensación se queda en el techo, en las paredes y en los muebles, dando lugar a que salgan bacterias y moho. Y lo que es peor, se generan manchas negras y un mal olor a humedad que puede llegar a todas las partes de la casa.
Por no hablar de las consecuencias que puede tener para la salud personal que, si se respiran, pueden provocar enfermedades como alergias y problemas respiratorios, irritaciones y muchas otras complicaciones.
Es por eso que mantener en buenas condiciones el baño, aireándolo como es debido y dejándolo lo más seco posible, es el mejor remedio para cuidar de la casa, así como de todos los residentes.
Medidas prácticas para mantener un baño seco
Una de las recomendaciones más extendidas que hay para evitar que el moho y la humedad se queden en el baño es secando bien la dicha. Para ello, basta con una escobilla de goma para terminar con los restos de agua en las paredes y el suelo para evitar el vapor.
Asimismo, conviene dejar la cortina de la ducha totalmente extendida tras el baño para que se seque rápidamente. Y, a ser posible, de forma que la humedad no se quede en los pliegues, pues es un punto donde el moho tiende a desarrollarse.
Por otro lado, se puede instalar un secador de toallas para quitarles la humedad de inmediato, al mismo tiempo que el baño se mantiene caliente y se impide la condensación. Incluso se puede utilizar un deshumidificador para absorber la humedad y el aire cargado.
Otro recurso es tener a mano rejillas de ventilación en paredes o puertas para que la corriente de aire se pueda distribuir por otras estancias de la casa, para que la humedad se escape de forma natural.
Más soluciones sencillas
Como no podía ser de otra manera, la limpieza es también importante. Dado que la suciedad y el polvo retienen la humedad, se recomienda lavar todas las superficies del baño a base de vinagre de limpieza, pues es un desinfectante natural del moho.
En cualquier caso, todo dependerá del tipo de baño, porque dependiendo de sus características tendremos que utilizar unos u otros recursos para dejarlo impecable, a la par que garantizamos nuestra salud personal.