Si hay un elemento de la casa que se ensucia con mucha facilidad y exige cuidados cada poco tiempo, son los cristales. Tenerlos impolutos influye en la cantidad de luz natural que se recibe en el interior, así como en la imagen de la vivienda y en la limpieza general. Una tarea doméstica que, al contrario de lo que se piensa, es más sencilla de lo que parece.
De hecho, no hace falta recurrir a productos químicos especializados para realizar este proceso, ya que existen una serie de trucos muy sencillos que se pueden aplicar perfectamente. Y, como ventaja extra, no supone gastar mucho dinero.
Limpiar los cristales
Hay una creadora de contenido especializado en el hogar y decoración, llamada Eva Ruiz y conocida como @evalaordenada en redes sociales, que en un vídeo reciente ha compartido un método muy útil para la limpieza diaria de los cristales de casa.
Esta influencer explica que hay tres métodos básicos con los que dejar relucientes zonas de la vivienda como espejos, ventanas e incluso mamparas, sin ningún rastro de marcas ni manchas, dejándolos como si fueran nuevos.
Bayeta
El primer truco de todos se basa en usar una bayeta específica para limpiar cristales, acompañada de agua. A pesar de ser muy sencilla, lo cierto es que ayuda a eliminar el polvo y la suciedad a la primera, sacándole brillo y sin dejar ningún rastro.
Piedra blanca
La piedra blanca es un producto natural que es perfecto para cuando los cristales tienen restos de suciedad incrustada e imposible de retirar. En este segundo método, si se aplica junto con una esponja suave o estropajo, el cristal se puede dejar impoluto sin dañarlo.
Máquina limpiacristales eléctrica
Por último, usar máquinas limpiacristales eléctricas, en concreto la Karcher, ayuda a aspirar el agua con detergente, así como a eliminar toda la suciedad presente. Cabe mencionar que también es útil para sacarle brillo a las mamparas de ducha y espejos grandes.
Otros trucos que marcan la diferencia
Un truco muy útil para estos casos consiste en fijarse en la meteorología. Dicho de otro modo, en días nublados o a primera hora de la mañana, cuando no hay sol directo y el agua se seca rápidamente.
Asimismo, se puede preparar una mezcla casera que consiste en agua, junto con varias gotas de vinagre. Gracias a ella, el cristal va eliminando su grasa y luce con mucho brillo, al igual que si se emplea un papel de periódico arrugado para secar.
Otro remedio que se puede llevar a cabo es el uso de alimentos, como patatas crudas. Usando su almidón, se puede arrastrar todo el polvo que se ha generado en el cristal. Como debido a su movimiento han quedado marcas, basta con pasar una camiseta o bayeta.
Tampoco podemos dejar de lado el bicarbonato de sodio, un elemento que siempre es de ayuda para este tipo de tareas domésticas. Espolvoreando un poco en la superficie y usando trapos especializados, se puede quitar frotando con mucha suavidad.