El truco del corcho de vino para eliminar el mal olor de la nevera

Los electrodomésticos forman parte de la vida cotidiana. A veces, resulta difícil pensar cuál sería de los hábitos más comunes del día a día sin ellos. Independientemente de que se trate de lavadoras, microondas, etc, facilitan sobremanera todas las tareas de las que nos ocupamos, haciéndonos más llevadera la rutina. 

Y aquí es donde entra en juego la nevera. Con el paso del tiempo, ha evolucionado totalmente, cambiando el concepto que teníamos sobre la conservación de alimentos y bebidas en el hogar, conservándolos frescos y en buen estado. 

Una nevera en buen estado 

No obstante, cabe recordar que necesita un mantenimiento constante para poder rendir al máximo. Además de limpiarlo por dentro, con todos los estantes, cajones, recovecos y baldas, hay que fijarse en la puerta y otros pequeños detalles que pasan desapercibidos. 

Por eso mismo, hay que explorar métodos y recursos sencillos, a ser posible caseros, que nos ayuden a completar esta misión. Y, para ello, tenemos el truco del corcho de vino, una estrategia ideal para eliminar de una vez por todas el mal olor que se acumula dentro. 

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El poder del corcho: natural, eficaz y económico

Gracias a su aspecto poroso, el corcho absorbe la humedad y el mal olor que se genera en el ambiente. Por muy insignificante que pueda parecer, deja el frigorífico con buen aroma y sin tener que realizar un gran esfuerzo. 

Al colocar uno o varios corchos dentro del electrodoméstico, actúan como si de unas pequeñas esponjas se tratara. Con su material, atrapan el olor desagradable, como si fueran unas esponjas, dejando la nevera fresca y limpia. 

Asimismo, el corcho ayuda a quitar la humedad que se concentra dentro de la nevera, algo fundamental para prevenir la aparición de moho y bacterias. A modo de ayuda, se pueden añadir varias gotas de cítricos como limón o naranja para dejar un buen aroma. 

Cómo utilizar los corchos correctamente

Para aplicar este truco, coge varios corchos de vino que estén bien limpios y secos. A continuación, córtalos en varios trozos y repártelos a lo largo y ancho de toda la nevera, ya sean baldas, cajones y otros compartimentos. También puedes hacer esto mismo en el congelador con buenos resultados. 

Cabe recordar que este método es complementario a una limpieza profunda, así que nunca está de más tenerlo en cuenta. Por no hablar de que resulta económico, pues reutilizamos un recurso que en circunstancias normales habríamos echado a reciclar. 

¿Por qué el mal olor es tan común?

Todo este truco tiene su origen en el mal olor de la nevera. Es un electrodoméstico que, debido a la acumulación de diversos alimentos con olores intensos, y la falta de ventilación suficiente, se genera mal olor. 

Aunque hay muchos productos para poner fin a este problema, los trucos caseros son los más prácticos para dejarlo en buenas condiciones. Además se contribuye al respeto y mantenimiento del medio ambiente, pues no son nada tóxicos. 

Por eso mismo, para poder tener este electrodoméstico bien cuidado, hay que prestar atención a cada detalle y limpiarlo regularmente. De lo contrario, los alimentos que hay dentro se podrían estropear y el frigorífico podría ver su rendimiento afectado.