Llega el verano y, en mucha ciudades y carreteras del Estado, dan comienzo las operaciones de asfaltado. Y, aunque a este material se le ha asociado siempre con ser un contaminante de tierra y aire, lo cierto es que la innovación ha logrado crear asfaltos sostenibles a través de la reutilización de revalorización de subproductos.
El asfalto es uno de los materiales constructivos más antiguos del mundo, con construcciones que datan de hace más de cinco mil años. Y, tradicionalmente, ha tenido una mala imagen al asociarse a una mayor contaminación, por los métodos de extracción de materiales naturales y el uso de técnicas contaminantes en su fabricación. Sin embargo, mucho ha cambiado en las últimas décadas y, ahora, existen soluciones que contrarrestan esa imagen distorsionada.
Un material sostenible
Desde los años 60, SteelPhalt, una empresa con sede en el Reino Unido, se ha dedicado a la fabricación de asfaltos sostenibles. Esta empresa ha desarrollado una tecnología innovadora que transforma las escorias de acero al carbono y acero inoxidable en áridos siderúrgicos, utilizándolos como base para sus asfaltos ecológicos. Estos materiales que, de otra manera terminarían en un vertedero, encuentran un segundo uso. Este enfoque no solo reduce la necesidad de materiales vírgenes, sino que también contribuye significativamente a la reducción de la huella de carbono y la explotación de recursos naturales.
Con tres plantas en el Reino Unido y una nueva instalación en el País Vasco, SteelPhalt está a la vanguardia de la producción internacional de asfalto sostenible. Se prevé que la producción en la planta de Euskadi alcance el 100% de su capacidad en octubre, permitiendo la recepción y tratamiento adecuado de escorias de diversos tipos de acero. La cuidada valorización de estas escorias las convierte en áridos siderúrgicos para la construcción de carreteras, compitiendo en desempeño técnico con los mejores áridos naturales disponibles en el mercado.
Innovación constante
Uno de los logros técnicos más destacados de SteelPhalt es la capacidad de producir mezclas asfálticas con hasta un 95% de árido siderúrgico. Además, han incorporado otros productos reciclados, como el RAP (Reclaimed Asphalt Pavement), en sus mezclas. Es decir, reutiliza residuos de asfalto provenientes de carreteras o calles para producir uno aún más ecológico. Este enfoque no solo optimiza el uso de materiales reciclados, sino que también mejora la seguridad vial al aumentar la resistencia al deslizamiento, proporcionando una mayor durabilidad y reduciendo la frecuencia de mantenimiento y reposición del asfalto.
Tiene la capacidad de producir mezclas asfálticas con hasta un 95% de áridos siderúrgicos
El impacto medioambiental positivo de esta tecnología es significativo. Al reducir la necesidad de explotar recursos naturales y evitar el vertido en vertederos, SteelPhalt contribuye a la sostenibilidad ambiental y a una mejor gestión de los recursos naturales. Este modelo de economía circular es un ejemplo claro de cómo la innovación y la sostenibilidad pueden ir de la mano, promoviendo el desarrollo de infraestructuras urbanas inteligentes y ecológicas.
Así la empresa demuestra que es posible transformar residuos industriales en recursos valiosos, ofreciendo una solución sostenible para la construcción y mantenimiento de carreteras. Con un compromiso claro con la sostenibilidad, SteelPhalt no solo mejora el desempeño técnico de asfalto tradicional, sino que también impulsa la adopción de prácticas más ecológicas en la industria de la construcción.
Con la nueva planta en el País Vasco, SteelPhalt contribuye a la reducción de residuos, añade valor al producto y produce un asfalto que es respetuoso con el medio ambiente, ayuda a reducir la huella de carbono y es sostenible.