Kutxabank ha demostrado un fuerte compromiso con la sostenibilidad y el desarrollo sostenible. Pero este compromiso no es nuevo, ni mucho menos. Como indica María Elisa Arroyo, directora de ESG de la entidad, “nuestro compromiso se puede trazar hasta la Caja Provincial de Ahorros de Álava, hace más de 170 años. Conocemos bien la sostenibilidad porque la llevamos en nuestro ADN como entidad bancaria, aunque, cuando Kutxabank empezó, ese término –entendido como la suma de acciones medioambientales y sociales– todavía no tenía la importancia de ahora”.
El enfoque de esta entidad en la generación sostenible de valor económico y social, así como en la transformación de la economía hacia un sistema bajo en emisiones y sostenible, reflejan el compromiso con el territorio y sus clientes. Estos valores se encuentran arraigados en su misión, visión y valores corporativos. Y es que Kutxabank entiende que la sostenibilidad implica un modelo de desarrollo que satisfaga las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas.
Esta forma de entender la actividad bancaria, bajo un prisma de sostenibilidad y teniendo siempre en mente el activo social, se traslada no solo a los productos financieros sino también a su actividad –enmarcada en sus objetivos ESG– y como elemento diferenciador el destino del 100% del dividendo a las fundaciones accionistas para que desarrollen su importante labor social y de desarrollo económico. En el caso concreto de Álava, a través de la Fundación Vital.
La sostenibilidad en las empresas
Kutxabank ha extendido su enfoque sostenible a los productos financieros que ofrece a sus clientes con el objetivo de ayudarles a evolucionar hacia modelos más sostenibles, fomentando así la adopción de prácticas y proyectos respetuosos con el medio ambiente.
El banco es muy consciente de que tiene un papel fundamental como entidad financiera para garantizar que los flujos de capital se orienten hacia la construcción de una economía próspera, justa, competitiva y neutra en carbono. Por eso, la financiación de la transición energética se presenta como una oportunidad para transformar el modelo actual, y la entidad está comprometida con promover la transición hacia energías más limpias y menos dependientes de los combustibles fósiles.
Ese concepto también se traslada al término de finanzas sostenibles, que consiste en destinar recursos financieros a proyectos de transformación y mejora que aporten beneficios ambientales, sociales y de gobernanza. Este modelo de financiación sostenible busca conectar las finanzas con las necesidades específicas de la economía en beneficio del planeta y de la sociedad, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) definidos en la Agenda 2030 y el Acuerdo de París.
“Trabajamos con las pymes para acompañarlas en el camino de la sostenibilidad empresarial, entendida no solo como acciones centradas en el medioambiente sino también en cuestiones sociales”
Tan importante es ofrecer las herramientas y productos necesarios para que las empresas puedan abordar el reto de la descarbonización como el acompañamiento que la entidad puede prestarles. Así María Elisa Arroyo señala que, aunque las grandes empresas tienen bastante trecho del camino hecho en materia de sostenibilidad, “trabajamos con las pymes para acompañarlas a la hora de iniciarse en el camino de la sostenibilidad empresarial, entendida no solo como acciones centradas en el medio ambiente sino también en cuestiones sociales, como pueden ser las de igualdad de género”.
Productos financieros que ayudan a construir la sostenibilidad
El compromiso de Kutxabank se extiende también a la hora de ofrecer productos financieros. Y, en este sentido, la entidad ha sido pionera en el sector bancario español al lanzar productos bajo el prisma de la sostenibilidad social y medioambiental. Ya en 2015 fue la primera caja en España en lanzar un bono social destinado a proyectos socialmente responsables, como la financiación de viviendas VPO. Y en 2021, lanzaron su primera emisión de bonos verdes para proyectos que fomentasen las energías renovables, el transporte limpio y los edificios verdes.
Como todas las entidades financieras, Kutxabank debe rendir cuentas de todas sus inversiones. Es por ello que tiene mecanismos y herramientas que le permiten rastrear y contabilizar el impacto que tienen tanto sus productos financieros como sus iniciativas sociales a través de las fundaciones. En este sentido, y a modo de ejemplo, la entidad publicó un informe en 2022 donde analizaban el impacto de esa primera emisión de bonos verdes. Así pudieron certificar que sus bonos verdes habían permitido ahorrar 4.708,1 toneladas en emisiones de CO2, un ahorro energético ligado al sector residencial de 21.974 MWh y una generación anual de 113.186,06 MWh.
El lado social y humano de la sostenibilidad
Además de las actuaciones propias, Kutxabank destina el 100% de los dividendos a las fundaciones –como la Fundación Vital en Álava– que desarrollan su actividad social y medioambiental en Álava. Así, el año pasado Kutxabank destinó algo más de 300 millones de euros a las distintas fundaciones con cargo a beneficios y reservas de ejercicios anteriores. Y, además, aprobó la propuesta de destinar un nuevo dividendo del 60% con cargo a los resultados de 2022 por casi 200 millones de euros. Gracias a su considerable presencia en todo el territorio, con una amplia red de oficinas, Kutxabank puede estar al lado de las personas, conocer sus realidades y necesidades de primera mano, y puede acompañarlas en sus proyectos económicos y de vida. Este conocimiento le permite impulsar iniciativas que se traducen en acciones concretas de desarrollo socioeconómico, como la promoción del empleo, el fomento de vivienda VPO o la prestación de servicios básicos en áreas de riesgo de despoblamiento.
La sostenibilidad en casa
Decíamos al principio que la sostenibilidad es un principio muy arraigado en el ADN de Kutxabank. En línea con sus objetivos corporativos establecidos en su Política de Sostenibilidad, la entidad trabaja en la identificación, evaluación e integración de factores ambientales, sociales y de buen gobierno corporativo en la toma de decisiones de financiación. Así, han establecido un objetivo de financiación sostenible con líneas de acción en diferentes ámbitos, abarcando desde la transformación de las ciudades y viviendas, hasta el modo en que nos desplazamos y generamos energía, en resumen, abarcando todo su modelo.
Este compromiso con las personas y con la sostenibilidad del entorno económico y urbano, ha sido reconocido a finales del año pasado con una excelente nota en el rating Sustainalitycs, que ha evaluado el desempeño de Kutxabank en materia ambiental, social y de gobierno corporativo y lo sitúa en el 1% con mejor calificación en Morningstar Sustainalytics a nivel mundial entre un total de 15.600 compañías analizadas.
Y como señala María Elisa Arroyo “es un compromiso innato que nos permitirá ayudar a llegar a esa neutralidad climática, manteniendo un nivel de bienestar e impulsando una renovación económica”.
En corto
- Dirección. Gran Vía, 30 Bilbao.
- Web. www.kutxabank.com