Un aval a la trayectoria en movilidad sostenible, al diseño urbano comprometido con las zonas verdes, a la recuperación del Anillo Verde... El nombramiento de Vitoria-Gasteiz como Green Capital en 2012 fue un hito histórico para la ciudad. Aún hoy, es la única ciudad del Estado que ha sido reconocida con este galardón instituido por la Comisión Europea y que reconoce cada año a una ciudad europea de más de 100.000 habitantes que haya demostrado liderazgo en materia de sostenibilidad medioambiental, social y económica. Este año se ha cumplido una década de este reconocimiento que refuerza el orgullo verde. En 2012 Vitoria comenzó a apellidarse Green Capital; una década después, DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA repasa el camino recorrido y la senda que se está tomando para el futuro apostando por un modelo a la vanguardia europea. 

Desde sus inicios esta ciudad ha sido reconocida por su apuesta por el medio ambiente. Fue una de las primeras ciudades en apostar por la peatonalización de muchas calles gasteiztarras y por crear un transporte urbano accesible. De hecho, en 1976 se inició el proceso de peatonalización del centro urbano; en 1983 se peatonalizó el casco medieval y en 1993 la peatonalización se extendía a más de 20 calles y 40.000 metros cuadrados.

En 1982 el Ayuntamiento aprobó la creación de una red de carriles bici de 80 kilómetros, siendo una de las primeras ciudades del Estado en planificar en este sentido. A mediados de los años 90, la red ya disponía de 25 kilómetros; en 2005 la longitud de carriles bici alcanzaba los 55. En los años 90, a raíz de la aprobación de la Agenda 21, se decidió intervenir más activamente en el modelo de movilidad para racionalizarlo, hacerlo más eficiente y minimizar los impactos ambientales y sociales. Ya desde entonces la ciudad apostaba por el cambio apoyando al medio ambiente y con el pasar de los años ha ido cogiendo más fuerza y valor este camino que se está recorriendo con el apoyo de la ciudadanía. 

La implantación del tranvía también supuso un antes y un después, ya que favoreció que las y los ciudadanos hayan aparcado sus coches para desplazarse por la ciudad. Este transporte todavía hoy continúa en plena fase de expansión –se está trabajando en complementar el trazado a Salburua y ya están en marcha el plan para que llegue también hasta Zabalgana– y, mientras tanto, también se ha puesto en marcha del bus eléctrico. En este sentido, el BEI también ha supuesto una revolución para la ciudad ganando un medio de transporte más limpio y reordenando una gran parte de tráfico. Estos avances y cambios constantes, la apuesta por el medio ambiente y por la descarbonización, siempre con las personas en el centro, demuestran que Vitoria es una ciudad en movimiento preparada para afrontar los nuevos retos. Entre estos cambios y avances, por ejemplo, también destaca la apuesta por las supermanzanas, por la movilidad peatonal y por la movilidad ciclista. Concretamente, en cuanto a la movilidad peatonal se refiere, cabe destacar que Vitoria es una ciudad en la que se camina mucho; en 2006, y a pesar de la fuerte presencia del coche, más del 50 % de los desplazamientos urbanos se seguían realizando a pie. En 2020, y pese a la expansión urbanística de estos años, el porcentaje se sigue manteniendo. Detrás de estos datos positivos se esconde el trabajo dedicado a la larga trayectoria en materia de accesibilidad y supresión de barreras arquitectónicas. Así, durante estos años y, de acuerdo con el Plan de accesibilidad de Vitoria-Gasteiz 2005, las características de las vías y plazas de la ciudad han mejorado sustancialmente. Aceras anchas, plataforma única, rebajes en las intersecciones, orejas de protección, etc., han mejorado la accesibilidad y la seguridad peatonal en la mayor parte de la ciudad.

La otra gran línea de actuación viene marcada por continuar regando ese color distintivo que tiñe la ciudad. El Anillo Verde ha seguido creciendo a lo largo de los últimos años y el reto ahora es cerrarlo por completo, con la zona pendiente que queda en el sur de la ciudad. 

El parque de Larragorri supondría completar perimetralmente el anillo, sumando un nuevo espacio natural mediante el que se pretenden remediar los problemas de inundabilidad de la zona y contar con una nueva balsa. Diez años de apuesta por el aumento de conectividad ecológica, por la agroecología urbana y mejora de suelos, y por el uso público y mejoras de accesibilidad. Grandes proyectos de ciudad a los que se unen otros retos. Entre ellos, incrementar la capacidad de reciclaje de residuos –gran apuesta en el cambio de la contrata de limpieza– o reducir aún más el consumo de agua. 

Vitoria, ciudad inteligente

Vitoria ya forma parte de la elite europea de las ciudades sostenibles. Desde el pasado abril, la ciudad consiguió uno de sus objetivos: se convirtió en una de las primeras 100 ciudades inteligentes y climáticamente neutras para 2030.

Las cien ciudades proceden de los veintisiete Estados miembros, con doce ciudades adicionales procedentes de países asociados o con el potencial de asociarse a Horizonte Europa, el programa de investigación e innovación de la UE (2021-2027). El 75% de la ciudadanía de la UE vive en zonas urbanas. A escala mundial, las zonas urbanas consumen más del 65% de la energía del planeta, lo que representa más del 70 % de las emisiones de CO2. Por lo tanto, es importante que las ciudades actúen como ecosistemas de experimentación e innovación para ayudar a todos los demás en su transición hacia la neutralidad climática de aquí a 2050. La Comisión invitará a las cien ciudades seleccionadas a desarrollar Contratos de ciudad por el clima, que incluirán un plan general para la neutralidad climática en todos los sectores, como la energía o la gestión de residuos, entre otros.