Vitoria-Gasteiz siempre ha sido una ciudad de vanguardia en lo referido a la movilidad sostenible. La peatonalización masiva de sus calles céntricas para sacar de ellas los coches y darles protagonismo a los ciudadanos se convirtió en una referencia a nivel mundial que no pocas urbes copiaron para recuperar sus centros históricos para los viandantes. Uno de los grandes argumentos para la designación como Capital Verde Europea en 2012. Pero aquella Vitoria que se podía recorrer de punta a punta andando y dotada también de una infraestructura de transporte urbano envidiable ha dado paso en la actualidad a una urbe mucho más extensa y que ha ido precisando de nuevas soluciones para que la movilidad urbana siga siendo sostenible. En este proceso que tiene como objetivo que los vehículos motorizados privados sigan perdiendo relevancia en beneficio de alternativas verdes, el Ayuntamiento tiene previsto aprobar en breve la renovación y actualización del Plan de Movilidad Sostenible y Espacio Público, que marcará las actuaciones y estrategias a seguir hasta el año 2025.

En el año 2006 se constituyó en Vitoria el Foro Ciudadano por la Movilidad Sostenible, que, integrado por un conjunto de actores sociales, políticos y técnicos, trabajó en la definición de un escenario de consenso en el modelo de movilidad y de espacio público. Fruto de ese proceso participativo, en la primavera de 2007 se firmó el Pacto Ciudadano por la Movilidad Sostenible, documento que pasó a conformar la hoja de ruta para reformular el sistema de movilidad de la ciudad. Ese pacto Ciudadano fue, a su vez, el punto de partida para la elaboración del Plan de Movilidad Sostenible y Espacio Público (PMSEP), en el que se definieron una serie de actuaciones y de estrategias para el desarrollo de un nuevo paradigma de movilidad y que ahora está en fase de actualización.

Las políticas desarrolladas a lo largo de los últimos años, desde que comenzase la planificación en 2006 y hasta 2019, han propiciado un incremento muy significativo de la movilidad en bicicleta, con más de 170 kilómetros de vías ciclistas en la ciudad se ha producido un aumento del 211% de los desplazamientos en bicicleta, que suponen el 8,5% del total; de la misma manera, ha crecido de manera importante, en un 43%, la movilidad en transporte público, que supone un 9% del global. Crece ligeramente la movilidad a pie, que ya supone más de la mitad (51%) del total de desplazamientos. Por último, se ha reducido la movilidad en vehículo motorizado privado, pasando del 36,5% al 29%.

La pretensión de Vitoria es continuar reduciendo el peso de los desplazamientos en vehículos motorizados privados en favor de una movilidad sostenible y, para ello, el Plan de Movilidad Sostenible y Espacio Público presenta varios proyectos que o bien ya se encuentran en marcha -en este sentido, el impulso recibido por la llegada de los fondos europeos Next Generation va a permitir acelerar algunas actuaciones- o bien están en plena fase de estudio y se pretenden ejecutar ya de cara a los años venideros.

En el primer apartado, el bus eléctrico (BEI) se ha instalado ya en las calles de la ciudad y el proceso de asentamiento solo está pendiente de recibir ya las últimas unidades de los trece vehículos que compondrán la flota de autobuses definitiva. De la misma manera, las obras para llevar el tranvía hasta el corazón de Salburua avanzan a buen ritmo y su conclusión se emplaza en el calendario para finales del presente año 2022. Antes del final de la legislatura, la próxima primavera, el Consistorio también se ha comprometido a concluir el estudio informativo del nuevo trazado de las catenarias del tranvía a Zabalgana, que se plantea como uno de los grandes proyectos de los próximos años, junto a la continuidad en la electrificación de toda la red de Tuvisa y también nuevos avances en las cocheras de los vehículos municipales.

De la misma manera, desde el Ayuntamiento se trabaja en el impulso de nuevas zonas peatonales mediante intervenciones de espacio público, como son las obras en el entorno del Memorial, la confección de la supermanzana de Zabalgana o actuaciones de seguridad vial en el entorno de los colegios que ya se encuentran en marcha u otras ya proyectadas, como el corredor verde de Los Herrán o en el entorno de Aldabe, así como la ampliación de la zona OTA a nuevos barrios o la puesta en marcha de una zona de bajas emisiones en el Casco Viejo.