Tres premios Goya hicieron de ella una de las caras más conocidas del cine estatal, e interpretaciones en series como Hierro o su colaboración en el programa La Resistencia han hecho de ella una de las actrices más queridas por el público de la pequeña pantalla.
A pesar de esto, ha sido a raíz de la miniserie El caso Asunta cuando se ha podido reivindicar la calidad de su actuación. La catalana, en la ficción de Netflix, interpreta de forma soberbia a Rosario Porto y cuenta la archiconocida historia de la muerte de su hija, Asunta, por la que tanto ella como su marido, Alfonso Basterra, fueron condenados a prisión. En este punto el reto era mayúsculo, ya que no solamente había que parecerse físicamente a Rosario, sino que también había que practicar el acento, la forma de expresarse, de una persona que siempre se ha mostrado muy introvertida en público.
Pero Candela no es que haya salido airosa, sino que lo ha bordado. Desde el estreno de El caso Asunta, el pasado 26 de abril, la serie ya se ha convertido en una de las producciones del año. Los motivos son varios y todos han contribuido al éxito. En primer lugar, porque aborda un caso de asesinato que conmocionó a toda la sociedad española, pues se trataba de una pequeña que murió a manos de sus padres, una realidad que resulta incomprensible para el espectador y que hace que queramos saber qué empuja a alguien a terminar cometiendo tal atrocidad.
Después está la ejecución minuciosa, fiel a la realidad de los hechos, de cada capítulo y, por supuesto, un elenco sublime (con Javier Gutiérrez, Tristán Ulloa y María León, entre otros) en el que Candela Peña ha destacado y enganchado al público con su increíble interpretación de Rosario Porto. A todo esto se le suma que una de las personas detrás de El caso Asunta y gran responsable de su éxito es Ramón Campos, corresponsable de Bambú Producciones y uno de esos productores que convierten en oro todo lo que tocan.
Candela y Tristán
La víctima, de origen chino, fue asesinada por sus padres, según la sentencia de 2016 que condenó a Rosario Porto y Alfonso Basterra a 18 años de cárcel. Candela Peña, en el papel de madre adoptiva, se corona como protagonista magnética e inseparable de un irreconocible Tristán Ulloa.
En cuanto a la figura del juez, Javier Gutiérrez ha sido el encargado de dar vida a José Antonio Vázquez Taín, el encargado de llevar el caso. Tras el estreno de la ficción, el propio magistrado realizó una entrevista televisiva, donde ha compartido su opinión respecto al actor que lo interpreta: “Javier Gutiérrez es un gran actor y una gran persona”, aseguró el juez, dejando claro que no tiene “nada que reprochar”.
A pesar de sus buenas palabras, Vázquez Taín quiso dejar claro que solo ha visto un episodio y no pretende volver a verla. “Me preocupa que se vuelva a cuestionar si la Justicia en España es correcta y si se manipulan las pruebas. Yo no juzgué a esas personas (Rosario Porto y Alfonso Basterra), me encargué de la instrucción. A ellos les juzgaron nueve jurados y lo determinaron (su implicación en el crimen) por unanimidad. Entonces, volver a intentar otra vez sembrar dudas... Yo estoy tranquilo”, sentencia el magistrado.
Versión alternativa, ¿era necesaria?
La versión alternativa de El caso Asunta que Netflix grabó y descartó deja claro que, a día de hoy, nada es seguro salvo el fallecimiento de Asunta Basterra. El propio Ramón Campos afirma que se rodaron otras versiones alternativas sobre el asesinato de la niña, aunque no se incluyeron en el corte final para no desviar la atención: “Estas eran las dos versiones principales, pero hay muchas más”, afirma. Incluso se deja caer que Asunta habría dado pistas sobre los trapos sucios de sus padres en una publicación de su blog. En todo caso, esto tampoco queda nada claro.
¿Quién es María Pilar Peña Sánchez?
Pero volvamos a ella, a Candela, a la actriz. Aunque más bien tendríamos que decir a María del Pilar Peña Sánchez, que es su nombre real. Nació en Gavá, provincia de Barcelona. Sus padres, Pepa y Antonio, son de origen andaluz y murciano respectivamente y llegaron a Catalunya buscando un futuro mejor. Ambos regentaban un bar ubicado junto al cine Maragall, el único cine del pueblo, donde Candela pasó su juventud.
Aquello podría haber sido una premonición, pero ella en un principio quería ser bailarina e inició sus estudios de danza en la escuela de Rosa María Grau. Se dedicó al baile hasta los diecisiete años, pero finalmente se decantó por la interpretación y compaginó los estudios de COU con el inicio de su formación como actriz en la Escuela de Nancy Tuñón de Barcelona.
A principios de los 90 trasladó su residencia a Madrid donde nueve meses más tarde empezó a rodar su primera película, Días contados (1994).
En esa primera película brilló tanto que la Academia la nominó a Mejor actriz revelación y Mejor actriz de reparto, aunque no consiguió ninguno de los dos cabezones. Tampoco pudo ser premiada por Todo sobre mi madre, cinta en la que trabajó para Pedro Almodóvar.
En 2004, 2006 y 2013, Candela Peña logró los tres premios Goya que tiene en su haber por Te doy mis ojos (Mejor actriz de reparto), Princesas (Mejor actriz protagonista) y Una pistola en cada mano (Mejor actriz de reparto). Una prolífica carrera, hablando de premios, que no solo demuestran sus Goyas, sino que también ha sido valorada positivamente con galardones en los Fotograma de Plata, Premios Feroz, Premios Ondas y Forqué, entre muchos otros. Además, también ha trabajado con grandes directores de renombre como Icíar Bollaín y Fernando León de Aranoa.
Su paso por ‘La Resistencia’
Durante un tiempo la actriz fue colaboradora del popular programa de David Broncano, al que volvió el pasado mes para para promocionar El caso Asunta. A lo largo de sus intervenciones en su tiempo de colaboradora la catalana dejó anécdotas tan valiosas para el público como la del origen de su nombre artístico, que es una especie de guiño a una de las obras más importantes de Federico García Lorca.
“En mi pueblo se cachondeaban de que estudiara teatro en Barcelona y decían que Pilar Peña no funcionaba nada. Un día estábamos leyendo La casa de Bernarda Alba y surgió la frase “encendieron la candela”. Pensé: “¡Anda, pues Candela Peña sí suena bien!”, y empezaron a llamarme Candela”, indicó.
Dice lo que piensa, y punto
Sin pelos en la lengua, la actriz siempre se ha caracterizado por decir las cosas claras, directas y sin tapujos. En 2012 participó en el reparto de Una pistola en cada mano dirigida por Cesc Gay, por la que le otorgaron, entre otros, el Premio Gaudí a la mejor actriz secundaria y el Goya a la mejor actriz de reparto. Y las dos intervenciones resultaron traer cola…
Primero se lio en los Premios Gaudí porque algunos sectores criticaron que en su discurso no utilizara el catalán como es tradición para quienes son de Catalunya sino el castellano, y otros defendieron su derecho a elegir qué lengua utilizar. Pues bien, poco después, en la ceremonia de los Goya 2013, su intervención fue una de las más críticas de la gala en las referencias a la crisis que está atravesando España.
No se cortó ni un pelo cuando recogió el premio y denunció los recortes en sanidad, educación y los desahucios. Mencionó la situación de la sanidad pública recordando las condiciones en las que murió su padre en un hospital público y planteó sus dudas sobre la educación pública que le esperaba a su hijo además de pedir trabajo “para poder alimentarle”.
Por si todo esto fuera poco, y en medio del aluvión de críticas que recibió, reivindicó su derecho a hablar como ciudadana y, en abril, al recoger el premio a la mejor actriz en el Festival de Cine Español de Málaga, apareció con una cinta negra que sellaba sus labios.
Su hijo, su pasión
Candela Peña es madre soltera de un niño, Román, de trece años. Su nacimiento coincidió poco más o menos con la muerte de su padre, que falleció exactamente el mismo día que la actriz salía de cuentas, aunque el pequeño tardó algunos días más en ver la luz. Ella habla de su vida y de sus sentimientos con total transparencia en multitud de entrevistas dejando siempre clara su pasión por su hijo.