La escena transcurre en la magnética necrópolis Argiñeta de Elorrio. Una sonriente Zoe Igartiburu Rodrigo aguarda al cronista bajo el sol de invierno. No hay guiris en el atractivo turístico vasco, ni amantes de las rutas del colesterol en la zona. Hay silencio, naturaleza, pájaros y una mente que no deja de pensar en disciplinas culturales. En abril, cumplirá 21 años quien canta como sueña, en inglés. “Yo pienso en inglés”, asiente segura de sí misma. Una de sus agradables canciones se ha hecho viral en Finlandia al tiempo que el viernes pasado se ha estrenado la redonda Not my fault, editada por un productor venezolano que cuenta con un premio Grammy. Nos saludamos, reímos y bromeamos con crear un club de aquellas personas ansiosas por no poder presenciar toda la agenda cultural que quisiéramos. Ella ya es parte de la oferta con su repertorio pop.

Su primera canción se titulaba December. Me cuentan que tiene una letra muy especial para usted.

-Sí. La escribí en 2021. Es la primera que hice entera y que me gustó. Estudio Arte Dramático en Madrid y allí conocí a una barcelonesa que pronto fue mi mejor amiga. Vine a casa y de pronto me llamó diciendo que le habían diagnosticado una enfermedad muy potente. Eso me tocó mucho por dentro. Nos habíamos conocido solo hace tres meses, pero para mí literalmente era de mi familia ya. Todo eso hizo que cambiara algo en mí e hice lo que hago cuando me pasa algo: escribo. Siempre va a ser mi canción más especial.

Tras cursar tercero, ha decidido hacer una pausa para estudiar música en Bilbao y Portugalete.

-Ahora mismo priorizo la música. Eso no significa que no me encante la actuación. Se complementan.

Le hemos visto en dos series de televisión.

-Sí, como figurante. En Valeria de Netflix, serie romántica de risa. Un día, hice de estudiante en una manifestación del 8 de Marzo. Salgo gritando como una loca. Y también salí en la película Argi, dirigida por Iratxe Mediavilla, de Elorrio. Me pareció todo una pasada ver cómo se rueda una película…

¿Cómo ve el 8 de Marzo?

-Como algo muy importante por los derechos de las mujeres. Se va avanzando, pero quedan cosas que trabajar. A pesar de ello hay que salir a la calle a defenderlo y no solo si eres mujer: seas mujer, hombre, no binario... que cada cual sea libre como se siente.

Es una apasionada del teatro.

-Me encanta porque aprendo. Es diferente ver a alguien actuar en la tele o en el teatro. Aquí la gente de mi edad no suele ir al teatro, pero en Madrid sí. Yo, como al cine, iría a diario, como a conciertos. El año pasado fui... (saca su móvil y los cuenta) a 21 conciertos. Me gusta leer también obras de teatro, incluidos los clásicos como Hamlet o La casa de Bernarda Alba, que es mi libro favorito.

A sus 20 años sorprende y es para aplaudirle. 

-Yo he leído dos veces La celestina, por ejemplo. Me encanta. A mis amigas les digo que no solo existe el teatro de Shakespeare, que, a mí, por cierto, también me gusta mucho.

¿No es curioso que la juventud que ahora necesita estímulo tras estímulo por TikTok, con imágenes fugaces, se maraville con lo clásico? 

-Yo sí. Pero sea clásico o sea Echanove haciendo que te lo pases muy bien.

También actuó como protagonista en Nunca perdida, un vídeo de Puro Chile, recomendable grupo de rock en el que tocan su madre y su padre.

-Sí. Me lo pasé muy bien con gente muy maja, con Aitor Mendilibar y Peio en los estudios Lorentzo Records, de Berriz.

Metidos ya en el plano musical, ha lanzado tres singles hasta la fecha. El citado December, Maybe with you y ahora Not my fault.

-Maybe lo escribí una Navidad estando en Madrid que echaba en falta a mis amigas de aquí. Era esa idea de que me pasó un caos y me apetecía estar con ellas. Cada vez que la canto, acabamos llorando. Es para esas personas que, aunque no estén en ese momento, siempre están ahí para ti.

Esa canción se ha hecho viral en un país. ¿Cuál?

-Sí, en Finlandia. No sé qué pasó, pero de pronto tuvo muchas escuchas en aquel país, lo que me hizo mucha ilusión.

Y ahora estrena la redonda Not my fault. ¿De qué no tiene culpa?

-Sí. Venía de una situación que me rompió el alma. Muy triste. Y la compuse entera en un día o día y medio. Habla de que, aunque me haya hecho daño, cantarla no me hace daño porque lo he superado.

Algo similar nos decía semanas atrás Izaro tras superar un tiempo de tristeza.

-¡Ay, Izaro! Me gustaría componer con ella. Tiene mucho mérito lo que ha conseguido, como Maren.

¿Con qué productor trabaja?

-Con Johanns Steiner, un venezolano que vive en Madrid. Para mí todo lo que él hace es magia. Salvo cuando grabo yo el piano, el resto lo toca él. Tiene un Grammy Latino y un premio Harpa.

¿Cómo le sienta cuando le cuestionan porque canta en inglés?

-Me da rabia. Vale, soy de Elorrio, pero pienso en inglés y desde niña he visto las series y todo en inglés. Me gusta cantar en inglés y poder tener una trayectoria internacional. Estoy agradecidísima, ya se lo dije a mi profesora de inglés de la ikastola, Marta Arriaga, por la labor que hizo conmigo. Para mí, aquella andereño es lo más. En casa, mi madre sabe inglés, pero no solemos hablarlo. Sí lo hago con una prima. Sé que no hay mucha gente de mi edad que lo haga en Euskadi, pero a mí me sale así.

En 2020, fue una de las personas que cantó con Haritz Luzar la canción de Ibilaldia que no se llegó a celebrar en Elorrio aquel año.

-Sí. También en 2006, cuando yo tenía solo 3 años y tenía un solo en el que decía “e, o, a” pero era un solo [risas].

Como defensora del 8M, ¿cómo lleva las letras machistas del reguetón?

-Hay reguetón no machista. No creo que haya mujeres artistas que canten letras machistas. Pero sí, Dandy Yankee u otros se pasan mucho. A mí, aunque no he hecho canciones de reguetón, no me saldría lo de mami y papi… A mí me gustan letras buenas. Soy muy exigente con las mías. Doy la misma importancia a la música que a las letras.

¿Qué le parece la música que hacen y han hecho su madre, Mamen Rodrigo, de las Vulpes, y su padre, Urko Igartiburu, que llegó a formar parte de Eskorbuto?

-No la haría yo, pero el rock me gusta. Y las letras de mi madre son muy buenas.

¿Sabe qué grupo fue Segundo Gobierno, de Elorrio?

-¿Puede ser uno de mi padre y mi tía? ¿De punk?

Y, ¿María y la Plantación, de su padre?

-Más, sí.

Y de su madre, Anticuerpos…

-Me encantan. Mi madre me invitó a cantar con ella la de Ya no estás en La Rioja. Fue mi primer concierto y ver a la gente llorando fue una pasada.

Ella, Mamen Rodrigo, también perteneció a las históricas Vulpes.

-¡Su canción más famosa es un temazo! Conocen a las Vulpes por todos los sitios que voy… De hecho, cantaron Quiero ser una zorra en La Rioja con Bego de Vulpes también. Ya les dije: “Nunca hubiera pensado que iba a ver esto”.

¿Le gustaría tener su banda?

-Sí, claro. Por ahora, puedo dar conciertos sola: con guitarra y piano. Pero ya tengo pensadas personas con las que me gustaría formar el grupo. Y tocar. Me encanta tocar.

Zoe Igartiburu Cedida

En corto


Un libro: La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca.

Un disco: Plastic Hearts, de Miley Cirus.

Una ciudad para vivir: “Ahora, Madrid”, señala.

Su ciudad favorita: Lisboa.

Un plato: Garbanzos cocinados por su padre. “Es todo un chef”, destaca.

Una manía: “Aviso, es muy rara. Si tengo un examen, o que grabar una canción o algo importante, esa noche duermo con la camiseta del Barça. Siempre me ha dado suerte y en casa siempre nos ha gustado ese equipo”, advierte. Es muy futbolera y antes jugaba, pero tuvo que dejarlo. “Veo solo fútbol de mujeres, que es una pasada. No veo el de hombres. Son unas ídolas”, valora.

Una cualidad: Saber escuchar a la otra persona y empatizar.

Una actriz: “¿Una sola? ¿Puedo más?”, pregunta. Sandra Bullock, Meryl Streep, Emma Stone, Belén Cuesta, Anna Castillo y Carolina Yuste, enumera.

Un actor: Duda entre Ryan Gosling o Colin Firth.

Una película: La la land.