La infinidad de canales permite llegar a todos los sitios, crear comunidad y a los profesionales del medio medir el impacto de sus contenidos.
Vaya revolución, ¿la radio necesitaba un revolcón?
Había que reinventarse y la palabra transformación ha sido el concepto fundamental en un plan director que ha llegado para la radio en un momento de cambio que toda la sociedad está viviendo simultáneamente. Debíamos mirar a la digitalización como un aliado y cambiar las rutinas, los procesos de trabajo; sin embargo, la pandemia ha confirmado el gran salto de lo digital sobre todo en el ámbito del ocio. La radio no podía quedarse atrás.
¿Cuál es la fórmula para convertir la digitalización en un aliado tras ser considerada una amenaza?
La amenaza está siempre en los cambios, el susto, el vértigo del cambio a las rutinas, pero la oportunidad estaba ahí. Hemos intentado que el cambio sea bidireccional, de arriba abajo y de abajo arriba, para que todo el mundo haya tenido voz, para darle forma y acertar.
La radio, históricamente, siempre se ha adaptado a los entornos y ha buscado los cambios para ello, pero tiene un patrimonio innegable y con un inmenso y sencillo valor: una voz que te cuenta cosas€
Lo sustancial de la radio no cambiará: un canal y algo que contar con carisma, con personalidad. Por muy resilientes que hayamos sido siempre, este es el momento de mayor dificultad para el medio. Tenemos que trabajar en buscar la vocación, porque en estos tiempos tan exigentes se está produciendo una selección natural de los profesionales. Si tu trabajo no te apasiona es complicado que te adaptes a los cambios de modelo que se imponen. Con talento y talante es más fácil la adaptación a las nuevas tecnologías, las RRSS o los diferentes canales de escucha: la radio analógica, en internet, por streaming, por Zoom, Facebook Live o Twitch. Todos esos formatos que ya trabajamos evidencian que hay un amplio abanico de opciones para la escucha. Su control vía métricas exige un aprendizaje y un camino complejo para trabajar desde la meticulosidad, la permeabilidad, el buen gusto y el cariño que le tienes al oficio.
Una radio multicanal que incorpora la imagen, convirtiendo el modo de hacer radio en un producto en sí mismo. ¿Se pierde la magia o se gana en curiosidad?
Se rompe con el misterio pero se genera más expectación: "A ver cómo viene hoy este locutor", "a ver qué me cuenta", "cómo se ofusca", "cómo busca complicidad"€ Eso es otro ejemplo de cambio en un proceso imparable. O te pones a la altura de los oyentes, los nuevos espectadores de la radio, o te alejas de ellos, porque esa simultaneidad multimedia es la que reclaman y lo que te puede dar competitividad. Si tienes una retransmisión interesante y eres capaz de conjugar audio y vídeo, conseguirás un efecto multiplicador del mensaje.
Para atraer nuevos perfiles como los jóvenes, ¿qué ofrece Onda Vasca?
Estamos precisamente en la reinvención del producto para no perder a los oyentes de siempre y seducir a los que aun no tenemos, con una transformación de contenidos y enfoque que atraiga a esos jóvenes que tampoco tienen por costumbre irse a la radio generalista.
¿Es necesario huir de ese concepto?
Nosotros así lo queremos. Antes se hablaba de las radios musicales, las especializadas, las radios deportivas y las generalistas, donde cabía todo. Hoy vamos hacia una radio total, donde tiene cabida todo y para todos. Hay que empezar la transformación por los profesionales, por poner en primera línea a la gente más joven de la casa, que ya tiene en sus manos retos profesionales donde introducir ese espíritu renovador y esa apuesta genera interacción.
Esa radio total de la que habla lleva implícito también una segmentación muy precisa de los contenidos que permita elegir en tiempo y modo. ¿El futuro de la radio está ahí?
Nuestra obsesión es hacer siempre presente el claim de Onda vasca: Konekta. Y esa conexión tiene que venir por todas las plataformas y canales que estén a tu disposición. Históricamente, la radio se escuchaba de forma lineal, pero ahora el modelo es diferente: tenemos que ofrecer un producto adaptado a las demandas, una radio convencional pero también on line, sin descuidar la web con el digital first como bandera, y a la vez unos buenos productos a la carta que alarguen el tiempo de visita a la página. El podcast ha llegado para quedarse y se ha convertido en otra manera de escuchar la radio, de ver la TV y consumir contenido.
Ya no hay que madrugar para escuchar el prime time
Hay más oyentes potenciales, eso es cierto, ahora bien, hay más competencia que nunca y tienes que ser capaz de mantener esa filosofía del está pasando mientras rivalizas con la prensa digital y las redes sociales, todo esto sin descuidar unos podcasts atractivos. Hay amenazas, pero también oportunidades, y la radio siempre será más rápida reaccionando a las últimas horas, y esa es una de las grandes fortalezas del negocio.
Hablemos de la mañana, dinámica, fresca y llena de registros. ¿El titular ha de ser más todoterreno que nunca?
Ha llegado el momento del cambio y hay que hacer una radio abierta, sin corsés, sin ceñirse a secciones que te hipotequen. Una radio de autor que sepa conjugar el entretenimiento y la compañía con el pulso político y el posicionamiento editorial. Ahora hacemos una radio más eléctrica, pegada a la calle y más obsesionada con los oyentes, a los que se les da mucha cancha a través de los todos los canales abiertos. Cuanto más protagonismo les das, más presentes se quieren hacer, y en ese sentido la mañana con Txema Gutiérrez ha adquirido ese formato que enlaza todo eso, junto al enfoque editorial de Javier Vizcaíno.
Ese ciberoyente que ya está en el centro de la radio, ¿puede crear tendencias e incluso contenidos?
Debería, porque ya son nuestra brújula. Antes eran el objetivo: a más oyentes, más capacidad de atraer anunciantes. Eso no cambia. Pero antes jugábamos a los pronósticos y nos poníamos en su lugar sin escucharle. Hoy le escuchamos y compartimos sus inquietudes. Son nuestra ambición y también nuestros auditores. A veces surgen temas que creemos que pueden funcionar y el propio oyente decanta su descarte con una naturalidad que asumimos con normalidad.
¿Asumimos también cierto intrusismo profesional?
En el caso de la radio hay que contar cosas, en la parte informativa hay que hacerlo con rigor y escuela, y en la del entretenimiento, el contenido tiene que tener condimentos que no solo los dan los periodistas de formación. El concepto del periodismo académico está cambiando a velocidad de vértigo; hoy tenemos comunicadores, y ese espectro es amplio.
Se empiezan a ver en los e-sports, pero la radio deportiva es esa apuesta segura, la emoción no entiende de entornos on y e-sports onoff
Uno de nuestros puntos fuertes son las retransmisiones y tertulias deportivas. Hemos conseguido crear una comunidad heterodoxa de oyentes, muy participativos y críticos, liderados por periodistas referentes en sus territorios como José Manuel Monje en Bizkaia y Juanjo Lusa en Gipuzkoa, ambos con un reconocible sello personal. Son espacios informativos y de análisis, con mucha opinión y sin renunciar al zasca del público. En pandemia la radio se convirtió en compañera de grada de los aficionados, ya somos parte de su familia deportiva, les acompañamos con una gran carga opinativa sin renunciar al show que está presente cada día. Los futboleros piden cancha y marcha. Aquí huimos del aburrimiento.
Vamos, que Onda vasca tiene sus propios influencers
Claro, fíjate si han cambiado las cosas que ahora el oyente quiere ver a su periodista de referencia más allá de su rol de comunicador. Disfruta mucho cuando estos hacen vídeos desde el estadio o están entrevistando a un VIP, quieren leerle en redes sociales, seguir todos sus pasos al detalle durante una retransmisión. Se les exige mucho y han cogido el reto con gusto, incluso cuando hay crítica feroz. Están acostumbrados a bregar en estas situaciones, se saben referentes y no renuncian a los nuevos modos y espacios de comunicación. El espacio digital es el mejor complemento a la radio tradicional. Ahí hemos crecido a la misma velocidad que el propio consumo en medios a través de redes, y estoy muy satisfecho.
PERSONAL
Nacimiento: En la antigua Casa de Maternidad del barrio bilbaíno de Santutxu. De Lezama, donde hasta las vacas saben de fútbol.
Nombre completo: Ángel López Sesma.
Formación: Licenciado en Ciencias Sociales y de la Información.
Otras actividades: Ha sido caddie de golf, actor de reparto, concursante televisivo y guionista aficionado. Humorista frustrado y rey del chiste malo.
Trayectoria: Ha pasado por todas las áreas de la información y el entretenimiento en el dial vasco y en un precursor proyecto de radio en Palencia. Durante una década dirigió el programa deportivo Fuera de juego en Radio Euskadi. Fue Jefe de Programación en Radio Euskadi y en Onda Vasca, antes de hacerse cargo de la dirección de la emisora del Grupo Noticias. En sus ratos libres presenta Cosecha del 67 junto a Fernando Lorenzo.