En Semana Santa son muchos quienes se animan a pasar más tiempo en la cocina probando nuevas recetas y elaboraciones. Imagina un bocado que comienza con la suavidad y esponjosidad del pan brioche, que al ser sumergido en una infusión de moscatel se impregna de una delicada dulzura que envuelve el paladar. En esta ocasión, la receta propone un toque final de azúcar, canela y limón, que cubre cada rebanada, para que las torrijas se conviertan en una experiencia única y absolutamente deliciosa.
Las torrijas se han convertido en uno de los postres favoritos para muchas personas, y aunque se pueden degustar durante todo el año, es en Semana Santa cuando tienen especial protagonismo. Aquí va una sencilla receta para aprender a elaborarlas.
Ingredientes
- 1 pan brioche (preferiblemente del día anterior)
- 6 tazas de Moscatel (vino dulce)
- 1 rama de canela
- La cáscara de 1 limón (en tiras, sin la parte blanca)
- 2-3 huevos
- Aceite de oliva suave
- Azúcar
- Canela molida al gusto.
- Un toque de jugo de limón para el final
Elaboración
1- Empezar con la infusión de moscatel: en una cacerola, calentar el moscatel con la rama de canela y la cáscara de limón. Poner a fuego bajo para que infusionen durante unos 10-15 minutos, sin dejar que hierva, solo para que se mezclen los sabores. Luego, retirar del fuego y dejar que se enfríe un poco.
2- Para preparar las torrijas, cortar el pan brioche en rebanadas de unos 2-3 cm de grosor. Sumergir las rebanadas en la infusión de moscatel, asegurándose de que se empapen bien pero sin que se deshagan.
3- Batir los huevos en un bol grande y pasar cada rebanada de pan brioche por el huevo batido, cubriéndolas bien.
4- Calentar una sartén con aceite de oliva suave. Freír las torrijas por ambos lados hasta que estén doradas y crujientes.
5- Mezclar el azúcar con la canela molida y, mientras las torrijas están calientes, pásalas por esta mezcla para que queden bien cubiertas.
6- Como toque final, exprimir un poco de jugo de limón por encima justo antes de servir. El limón le dará un toque fresco y equilibrará la dulzura del moscatel. Así se logran unas torrijas con ese toque afrutado y elegante del moscatel, combinadas con el limón y las especias.