Neiker impulsa el uso de la vid resistente a enfermedades
La entidad estudia distintas líneas de selección para reducir el uso de fungicidas
NEIKER está participando en el proyecto europeo GRAPEBREED4IPM, que aboga por el uso de variedades de vid resistentes a enfermedades para reducir el uso de fungicidas. El Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario estudia en el marco de este proyecto distintas líneas de selección que combinan resistencia genética frente a patologías, y evalúa su comportamiento y rendimiento en parcelas de producción bajo condiciones reales de cultivo, según informó ayer el Gobierno Vasco en un comunicado.
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De esta forma, se pretende hacer frente a enfermedades como el mildiu o el oídio, que pueden afectar tanto a la producción como a la calidad del producto, y que se controlan habitualmente mediante aplicaciones de fungicidas. En este escenario, es prioritario para el sector impulsar innovaciones que permitan cultivar con menos insumos y, al mismo tiempo, aumentar la resiliencia frente a enfermedades que afectan al viñedo.
Con este propósito, el centro tecnológico Neiker participa en el proyecto europeo GRAPEBREED4IPM, que se centra en el desarrollo y la promoción de variedades de vid resistentes a enfermedades, capaces de adaptarse a las condiciones del suelo y del clima de cada región.
Para ello, se investigan distintas líneas de selección que combinan resistencia genética frente a patologías, evaluando su comportamiento y rendimiento en parcelas de producción bajo condiciones reales de cultivo.
Neiker ofrece apoyo técnico en la selección de plantas mejoradas y colabora con viticultores locales para identificar las variedades que presentan un mejor comportamiento frente a las enfermedades y una adecuada adaptación a los suelos y climas del territorio.
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Para situar estos resultados en un contexto más amplio y validar su aplicabilidad, el centro participa en el observatorio OSCAR, impulsado por INRAE e IFV en Francia. Se trata de una red que agrupa parcelas en producción con variedades resistentes en distintos entornos europeos, que facilita el intercambio de información técnica y contribuye a perfeccionar estrategias de manejo adaptadas a diversas condiciones climáticas y de suelo.
Ventajas
La aplicación de las variedades de vid resistentes a enfermedades aporta beneficios tanto a la agricultura convencional como a la ecológica, que, aunque utiliza productos de origen natural, también depende de tratamientos fitosanitarios. Al introducir estas variedades resistentes, los viticultores pueden reducir la necesidad de insumos químicos, aumentando la eficiencia y sostenibilidad de sus explotaciones. Se prevé que la reducción del uso de fungicidas alcance un 20 % al finalizar el proyecto, con un objetivo a largo plazo del 50 %.