Elkarrekin no entiende por qué el Ayuntamiento de Vitoria va a inaugurar el viernes el laberinto vegetal de Olarizu cuando las imágenes demuestran que no hay nada.
"La imagen que va a dar Vitoria con la inauguración de un no laberinto vegetal va a ser pésima", reprocha Fernández.
Defiende la concejala de Espacio Público que "la obra está acabada desde hace un año, la gente pregunta cuándo se va a abrir al público y tenemos que quitar ya las vallas para que la ciudadanía pueda disfrutar de este nuevo espacio", sostiene Beatriz Artolazabal.
"No se ve laberinto"
"¿Qué va a disfrutar la ciudadanía si no hay ningún laberinto vegetal? Lo único que puede hacer es sentarse en un banco?", duda el edil de Elkarrekin.
"Solo digo que no está listo para una inauguración", añade.
Detalla Artolazabal que los árboles plantados son autóctonos y de hoja caduca, a diferencia de los utilizados en el norte de Europa, de hoja perenne y estamos en otoño, así que no tienen hojas, en primavera lucirán más frondosos", indica.
El concejal de Elkarrekin ha mostrado fotografías del estado actual del laberinto para demostrar en qué fase se encuentran los setos, sin frondosidad alguna, apenas se distingue el diseño característico de los laberintos vegetales.
Más tiempo
De hecho, los visitantes no van a poder jugar dentro ni entretenerse, como es el objetivo, además de que no va a suponer ningún reclamo para visitar el jardín botánico de Olarizu sino todo lo contrario, dado su estado actual.
"La vegetación plantada necesita más tiempo para coger forma y alcanzar una altura y frondosidad mínimas. Tal como está, nadie es capaz de identificar un laberinto vegetal en esa instalación", señala Fernández al comparar una foto actual con la infografía realizada para mostrar el resultado final. "En nada se parecen", afea.
Polémica
Elkarrekin ya reclamó en su día que esta instalación verde se ubicara en un espacio más antropizado y no en pleno Anillo Verde.
Ahora, dice Fernández que lo que pretende con esta denuncia es evitar las críticas y que el laberinto vegetal sea objeto de "burla y mofa" entre la ciudadanía. “Sería un pésimo comienzo para el laberinto vegetal”, apunta.
Problemas desde el principio
La realidad es que desde el inicio, esta infraestructura verde se ha convertido en el laberinto de la discordia, razón por la que se replanteó el proyecto. De los 5.000 metros cuadrados que iba a ocupar se quedó en 3.000 y se alejó de las viviendas antes las críticas de los vecinos.
El coste final de la obra ha sido de 441.000 euros y la polémica continúa a dos días de su inauguración.