A la novena reunión, finalmente, parece que va la vencida. La plantilla de Enviser, la empresa adjudicataria del servicio municipal de mantenimiento y limpieza de parques y jardines de Vitoria, decidirá este martes, en asamblea, si desconvoca la huelga, tras más de seis meses de conflicto, de ocho negociaciones infructuosas y de que los trabajadores amenazaran con iniciar una huelga de hambre, si no se produjera un acuerdo “en breve”.
El punto de inflexión al respecto ha sido la propuesta, "que no es un preacuerdo", para mejorar sus pretensiones salariales durante el noveno encuentro que han mantenido este lunes desde primera hora con la empresa en el Consejo de Relaciones Laborales (PRECO), del que salieron con “buenas sensaciones”, y que se enmarcaba en los “importantes” avances que hubo en la “larga” pero “positiva” reunión del jueves, de modo que volvían a verse las caras con “probabilidades” de llegar a un acuerdo económico para intentar ponerla fin.
Así, si el "sí" a la última propuesta económica ganara en la votación de las tres asambleas de este martes, que celebrarán tanto ELA, como LAB y ESK, el acuerdo se firmaría, previsiblemente, al día siguiente, es decir, el miércoles.
Por “respeto” a la plantilla, no se han dado a conocer más detalles sobre en qué consiste esa mejora salarial, ya que será mañana cuando será conocedora de los detalles de la misma. Durante todo este tiempo la plantilla se quejaba de que sus salarios apenas superaban el Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
Hasta el parón de agosto, las propuestas pasaron por aumentar el sueldo 70 euros al mes el primer año y 40 el segundo y el tercer año, lo que tildaban de "inasumible".
ESPERANZADA
Sin embargo, la parte social se mostró esperanzada por la posibilidad de alcanzar un acuerdo que pusiera fin a estos más de seis meses de huelga presentando la pasada semana su propia oferta económica que calificaban de "factible, razonable y que garantiza salarios dignos desde 2025" y como un "movimiento importante para desbloquear la negociación".
Pero la empresa no respondió a la oferta de la plantilla e informó de que no podía aceptar ninguna propuesta sin consultar con el Ayuntamiento de Vitoria, por lo que los sindicatos esperaban recibirla durante esa última reunió que hubo el jueves en el PRECO.
"Hace más de dos meses que recibimos la última propuesta de la empresa y, una vez más, somos nosotras y nosotros los que hacemos un movimiento para intentar lograr un acuerdo con sinceridad, honestidad y altura de miras. Es hora de que la empresa y el Ayuntamiento se muevan y lo hagan para alcanzar un acuerdo definitivamente", reclamaron entonces.
Los trabajadores también advirtieron de que endurecerían la protesta, llevando a cabo una huelga de hambre, si no se alcanzaba un acuerdo “en breve”.
El comité de empresa compareció con varias botellas de agua, un símbolo de lo único que se llevarán a la boca en caso de no alcanzar un acuerdo con Enviser.
Por otra parte, este medio año de conflicto laboral tampoco ha estado exento de polémicas. La teniente de alcaldesa y concejal de Espacio Público, Beatriz Artolazabal, denunció que no se podía permitir una campaña de “odio personal”, cuando se colgaron pancartas intimidatorias cerca de su casa, que se quemara un muñeco con su rostro en la hoguera de San Juan y que la caracterizaran con un bigote hitleriano.
El Ayuntamiento, a la espera
El Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz ha valorado de forma positiva el preacuerdo alcanzado entre la plantilla del servicio de parques y jardines y la empresa adjudicataria, que podría suponer el fin a una huelga "que se ha prolongado durante demasiado tiempo, seis meses".
La concejala Beatriz Artolazabal ha afirmado que el preacuerdo que deben respaldar los trabajadores "supone un paso importante para la normalización del servicio y el cumplimiento de los compromisos adquiridos". Desde el Consistorio se considera "una buena noticia para toda la ciudad y, también para la plantilla y la empresa" y confían en que este martes "sea ratificado por los trabajadores".
"Quiero reconocer el esfuerzo final que ambas partes han hecho para acercar posiciones y demostrar que el diálogo es el camino para resolver los conflictos", ha señalado Artolazabal, que también ha destacado que "prima lo que siempre dijimos; que la solución debía de llegar por el acuerdo entre la empresa y la plantilla, entre las partes legítimas".
"Ha sido una huelga larga, con un impacto evidente en la ciudad y también con episodios que nunca deberían haberse producido como ataques, amenazas y presiones personales hacia la alcaldesa y hacia mí misma", ha denunciado Artolazabal, recordando los episodios acaecidos en fiestas de Judimendi y recientemente frente a su domicilio en Mendibil.
El gobierno municipal confía que la asamblea acepte los términos de la negociación para poner final y se comprometen a asumir "los compromisos y mejoras laborales que se deriven del acuerdo" e incorporarlos "en el próximo pliego, que entrará en vigor en 2028".
El Ayuntamiento piensa ya en recuperar el tiempo perdido y devolver el lustre a los espacos verdes de la capital alavesa. "Si el miércoles se confirma el fin de la huelga, nos pondremos a trabajar para recuperar progresivamente el estado de los parques y jardines afectados por estos meses de paro", ha declarado Betariz Artolazabal.