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25 personas en Álava llevan en sus muñecas un reloj que salva vidas

Aunque la mayoría son personas mayores, también pueden usar este servicio de teleasistencia móvil de Cruz Roja embarazadas o deportistas. Realiza llamadas de seguimiento y moviliza recursos, tanto en casa como en la calle y el monte, gracias a su geolocalización

25 personas en Álava llevan en sus muñecas un reloj que salva vidas

Un reloj negro le ha cambiado la vida desde hace ocho meses a María Teresa León Prieto, una vecina del Casco Viejo de Vitoria. A simple vista, parece un smartwatch más, de esos que tanto se ven en las muñecas de hoy en día, y que permiten desde contar calorías quemadas a escuchar música, pero el suyo es diferente, porque aunque también lleva la cuenta de los pasos andados, como dice, le ha aportado “más seguridad”.

Una protección constante, tanto dentro de casa como en la calle, en el campo y hasta en el pueblo. 

“Me suelo caer”

“En realidad, yo no tengo estabilidad. Me caigo en cualquier momento porque me dan muchos vahídos, así que con el reloj estoy contenta y protegida porque sé que estoy atendida las 24 horas del día”

María Teresa León Prieto . Usuaria de este reloj

“En realidad, yo no tengo estabilidad. Me caigo en cualquier momento porque me dan muchos vahídos, así que con el reloj estoy contenta y protegida porque sé que estoy atendida las 24 horas del día”, explica esta mujer de 88 años, una de las 25 personas que en la actualidad utilizan en Álava este servicio de teleasistencia móvil de Cruz Roja.

Cubre desde llamadas de seguimiento, a charlas a deshoras con el equipo de teleasistencia para combatir la soledad, y una geolocalización constante para el envío de ambulancias o recursos ante posibles emergencias.

Para cualquier persona

Y aunque la mayoría de sus usuarios son mayores, entre 70 y 90 años, cualquier persona puede llevarlo:

“Puede venir bien para personas convalecientes, para las que tienen alguna enfermedad crónica, las que viven solas... Y hasta para embarazadas, adolescentes, deportistas y para las que salen al campo o a la montaña. Está abierto para cualquiera"

Yaiza Palacios . Responsable del programa de Teleasistencia de Cruz Roja en Álava

“Puede venir bien para personas convalecientes, que estén escayoladas, por ejemplo, para las que tienen alguna enfermedad crónica, las que viven o pasan tiempo solas... Y hasta para embarazadas, adolescentes, deportistas y para las que salen al campo o a la montaña. Está abierto para cualquiera”, aclara Yaiza Palacios, responsable del programa de Teleasistencia en Cruz Roja Álava.

Yaiza Palacios, responsable del programa de Teleasistencia de Cruz Roja en Álava

Ayuda inmediata

Con este reloj pedir ayuda es más rápido. “Es solo pulsar un botón. Y a veces la diferencia entre la vida y la muerte solo está en apretar uno para que te puedan salvar”, subraya. Aparte de que como tiene GPS, “sabe exactamente donde te encuentras”.

Geolocalización exacta gracias a este reloj.

Y eso viene muy bien para “saber a qué lugar exactamente hay que mandar un recurso cuando el tiempo juega en contra. Algo especialmente útil ahora en verano, cuando muchas personas practican más deporte al aire libre y muchos mayores se van a los pueblos y pasan más tiempo en la huerta solos”.

En el caso de esta señora, lo lleva siempre puesto, salvo dos excepciones: para ducharse y para dormir, “que es cuando aprovecho para cargar su batería, pero lo dejo cerca, en la mesita de noche, para que lo pueda coger en cualquier momento”.

En su caso, “a Dios, gracias”, no ha tenido que llamarles nunca para socorrerla ante cualquier percance. “Bueno, excepto cuando he llamado sin querer, dos veces, pero no por necesidad”, ríe al recordarlo. 

Funcionamiento

Y es que al apretar su único botón “un poquito” su pantalla se ilumina para ver la hora, “pero, si lo haces, más fuerte, es cuando se pide ayuda. Y ojalá no tenga que necesitarla”.

Cuando eso pasa, el reloj empieza a vibrar durante varios segundos y después, aparece en la pantalla el mensaje de “Llamada establecida”. Un audio explica, a continuación, que “un operador le atenderá en breves momentos. María Teresa, teleasistencia de Cruz Roja, buenos días”, suena desde el mismo. 

El dispositivo

En caso de no obtener respuesta, tanto si se está dentro de casa como fuera de ella, también movilizaría recursos “porque se entendería que sí que necesitan ayuda”.

Y al mismo tiempo, se avisaría a sus familiares, “por si tienen llaves de casa y se pueden ir acercando. Lo habitual hasta ahora, es que se hayan movilizado por caídas en domicilio o en la calle”, detalla Palacios.

También desde este dispositivo le suelen llamar cada quince días “para ver qué tal estoy, si necesito ayuda y ese tipo de cosas. La verdad sea dicha que son muy atentas”. 

También contra la soledad

En ocasiones, esos seguimientos se hacen con más frecuencia, de forma semanal, si la persona se encuentra más sola o está en un momento emocional un poquito más bajo.

“Las llamadas al equipo no tienen un límite de tiempo. También hay personas mayores que se desvelan por las noches y vemos que pueden hablar una hora con los compañeros, para ver qué tal están... Ha habido casos, por ejemplo, en las que ha fallecido su pareja hace poco y se sienten solas y a las noches les cuesta mucho más”, precisa.

Esas comunicaciones se hacen directamente desde el reloj “porque lleva dentro una tarjeta, que permite hacer llamadas. Es muy útil. Hay gente con teleasistencia domiciliar que se ha cambiado al reloj, al sentir que empieza a tropezarse más”.

Este viernes procedieron a la instalación de otro reloj para Tomasa, una nueva usuaria. “También es otra forma de acercar la tecnología a los mayores”, concluye Palacios respecto a este servicio que se contrata contactando con Cruz Roja Álava en el 945 222 222, extensión 23667, y que tiene un coste de 27 euros al mes.