Algo más de medio centenar de Blancas, Zuriñes, Nieves y Edurnes se citan un año más a primera hora de la mañana en la hornacina de la Virgen Blanca en nombre de la patrona.

Por delante les espera una larga jornada de celebraciones y reencuentros.

Como cofrades, muchas ya se conocen; otras acuden por primera vez, como Zuriñe que, por fin, se ha animado a los 45 años.

Encuentro de Blancas, Zuriñes, Edurnes y Nieves.

“Siempre he escuchado que una vez al año se reúnen Blancas, Zuriñes, Edurnes y Nieves, pero por una cosa u otra, nunca he podido venir, y este año que me cuadraba, ha sido mi padre el que me ha animado”, comenta esta neska que en fiestas sale en cuadrilla y que, además, se casó en San Miguel.

Convocadas por la Cofradía de la Virgen Blanca, a casi todas las presentes le une un vínculo especial con la patrona de Vitoria, además del nombre de pila.

De familia

Habitualmente, la devoción a La Blanca les llega de familia. Es el caso de Marinieves.

“Salvo el año pasado, he venido casi todos. No soy cofrade, pero este día es un homenaje a todas nosotras y, sobre todo, a la patrona; es lo que más me gusta, la reunión que tenemos ahora con la virgen. Es una alegría venir”, comenta a la entrada de la iglesia, ramo de rosas en mano para ofrecer a la patrona.

Cuenta que, a veces, se acerca hasta la balconada para visitar a la Virgen Blanca con su nieto. Le pusieron Nieves por su abuela, como a una prima, no por la Virgen Blanca, ya que su familia procede de Bilbao, aunque Nieves nació en Vitoria después de que, por trabajo, trasladasen a su padre a la capital alavesa.

Eucaristía y Artium

El nutrido grupo de mujeres acude a misa de 10.00 horas en la capilla de la Virgen Blanca, es más recogida, apta para una eucaristía especial como la de cada primer sábado de mayo.

“Este año, al ser puente, ha fallado alguna de las mujeres, pero las que venimos lo hacemos con mucha ilusión; la gente lo agradece, es una fiesta bonita”, sostiene la secretaria de la Cofradía de la Virgen Blanca.

Encuentro de Blancas, Zuriñes, Edurnes y Nieves.

Blanca Aguillo explica que cada año organizan una visita diferente a un lugar emblemático. En esta ocasión toca Artium, pero ya han visitado el museo de Naipes, los murales del Casco Viejo, el monasterio de Estibaliz... Queríamos haber ido al museo de Bellas Artes, pero hoy no se podía”, sostiene antes de partir hacia el Museo de los Faroles, donde se reúnen al rededor de una mesa para desayunar.

Pocas jóvenes

Al encuentro no acuden muchas jóvenes, una pena para la organización. “Creo que muchas ni saben de esta celebración, asiente Blanca Aguillo.

Encuentro de Blancas, Zuriñes, Edurnes y Nieves. Alex Larretxi

Los motivos para acudir a la cita son variados, como las Blancas, Zuriñes, Nieves y Edurnes que hoy se reúnen en nombre de la Virgen Blanca.

Blanca Ruiz se estrena por una promesa que hizo a su madre, al igual que salir de neska en fiestas. Se confiesa totalmente devota de la virgen a la que visita de vez en cuando.

Muchas Blancas

“Soy muy vitoriana para eso”, dice Blanca Ruiz, bautizada así porque su nacimiento fue al poco de la coronación de la Virgen Blanca.

Blanca Ruiz y su otra acompañante, también de nombre Blanca, no son de la cofradía, pero igualmente son devotas de La Blanca y acuden habitualmente a los festejos de la Virgen Blanca, a quien deben su nombre; al igual que la concejala del PP Blanca Lacunza, cofrade y con abuelos de la Cuchi. Así que con ese pedigrí solo podía llamarse Blanca.

¡Vivan las Blancas!, vitorean bajo la hornacina para la foto en familia.