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Los que engrandecen la tamborrada

Pese a las largas vacaciones escolares, 130 menores se quedarán en Álava para llamar a las fiestas en honor a su patrón a golpe de redoble

Los que engrandecen la tamborrada

A todas esas personitas, que con tanto ímpetu y tanta ilusión, lo han dado todo en los ensayos de la tamborrada infantil, han tenido el detalle de regarles unas entradas para un partido del Araski. Sin embargo, el mayor regalo para todos sus integrantes, unos 130 en este 2025, ha sido el de poder vivir la fiesta, la más especial y genuina de Álava, la de honor en San Prudencio, por dentro y en su gran día.

O, mejor dicho, en su tarde, cuando a las 18.00 horas llegue la gran hora en la que un ejército formado por majorettes, soldados, cantineras, cocineros tamborileros y barriles, entre los 7 y 14 años, empiecen a engrandecer la misma a golpe de redoble.

Ensayos en el Iradier.

Lo harán en un desfile que empezará en la plaza de la Provincia, y que después seguirá por la calle Diputación, Virgen Blanca, Prado, Catedral nueva y Vicente Goikoetxea hasta regresar a su punto de inicio, donde repondrán fuerzas con la merienda con la que también les obsequiarán.

En imágenes: La Tamborrada txiki suena en VitoriaJosu Chavarri Erralde

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La recomendación

Pero un apunte, si es que está permitido: es del todo recomendable acercarse a verles, hasta su punto de encuentro, en la torre de Doña Ochanda, en Siervas de Jesús, a la altura del número 24. 

Los hay que llegan desde las cuatro y media a este lugar, donde es habitual que saquen más de una sonrisa a los espectadores, cuando, con sus caras de felicidad y de nervios, empiezan a aporrear sus tambores y barriles antes de tiempo, y sus aitas y amas, a quienes se les pide que echen una mano, les recolocan, lo buenamente que pueden, los trajes que previamente han recogido en la Casa del Santo, con una fianza de 50 euros que siempre se devuelve, una vez que entreguen el mismo.

Desde 1979

Xabier Barona, presidente de la Agrupación de Sociedades Gastronómicas de la Tamborrada de Gasteiz, recuerda que este evento, plenamente consolidado en la capital, vio la luz en 1979, cuatro años más tarde de que en la ciudad naciera la tamborrada para adultos, “para dar más protagonismo a los txikis y que tomarán así parte de la fiesta”.

Atentos a las instrucciones.

El recorrido, explica Barona, se puede recortar, en función del tiempo que haga, esto es, tanto si San Prudencio hace honor a su apodo de santo meón, como si hace un sol que aplana: “En esos casos, se puede volver antes la plaza de la Provincia”.

Además, hay que tener en cuenta, que no se puede hacer un desfile demasiado largo de por sí, “porque los tambores y estandartes que llevan, pesan y acabarían molidos. Antes, en mitad del mismo, se paraba y se les daba la merienda, pero ahora no, se hace al final”.

El hándicap

Y cantera para ello, como dice, siempre ha habido de sobra: “Nunca se ha suspendido su tamborrada porque siempre ha habido niños”.

Lo que sí que influye y mucho es cómo caiga la fecha en el calendario de cada año, puesto que “dependiendo de cómo bailen los días festivos, hay más o menos voluntarios. Tenemos ese hándicap de afluencia, tanto en la tamborrada infantil como en la de adultos”.

Aún así, “entre los 120, 150 y 170 ahí andamos siempre. Este año, por ejemplo, serán unos 130”.

En este 2025, sin ir más lejos, ha habido que hacer una llamada para reclutar a más txikis debido al éxodo casi masivo de menores en la ciudad que se espera para esas fechas, ya que los colegios han unido las vacaciones de Semana Santa, San Prudencio y el festivo de mayo, por lo que su periodo de descanso se va a extender desde el Jueves Santo hasta el 4 de mayo.

En la de los más grandes, en cambio, no ha pasado lo mismo, al coincidir este año con su 50º aniversario. “Para la cena que vamos a hacer en el Canciller Ayala ya somos 250, cuando otros años estamos entre 150 y 200”, destaca Barona.

En esta tamborrada de adultos, la novedad será que el desfile se hará por la tarde, “porque nuestro objetivo final es que la gente ajena a la fiesta, la que no participa como tal en ella, también pueda vivirla y la tamborrada es el vehículo para que puedan disfrutarla”.

Sin grandes dramas

Volviendo a la de su versión mini, “todos los años se portan muy bien” y no suele haber ni peleas ni grandes dramas en el reparto de roles de este particular ejército, porque siempre se intenta satisfacer los deseos de quienes piden ser cantineros, cantineros o tamborileros.

“Se intenta siempre complacerles. No es raro que nos vengan tres compañeros de una ikastola y que nos digan que quieren ser los tres azules, pues lo hacemos”, aclara Barona.

En el Iradier Arena

Aunque, eso sí, a la hora de ensayar, en función del papel de cada uno, lo han hecho en el Iradier Arena en días diferentes. Los tamborileros y barriles, por ejemplo, han acudido los lunes y miércoles, de 19.30 a 20.15 horas. Y majorettes y cantineras, en cambio, los martes y jueves, de 19.30 a 20.30 horas.

La única excepción fue la del 13 de abril, con motivo del ensayo general de toda la tamborrada: tanto de la infantil (en horario de 10.30 a 11.30 horas), como de la de adultos (de 12.00 a 13.00 horas). 

"Saber, disfrutar y tocar"

Pero sea cual sea su personaje que cumplan en ese gran día, todos ellos tienen en común que lo que quieren es “saber, disfrutar y tocar”, así que aprenden rápido el repertorio, que incluye desde laArabako Martxa hasta, incluso, el himno del Alavés.

“Son muy avispados, enseguida lo cogen todo. Y como cada uno tiene su bastón de mando, que les indica cuándo golpear, tampoco hay grandes problemas. La verdad es que son unos artistas”

“Son muy avispados, enseguida lo cogen todo. Y como cada uno tiene su bastón de mando, que les indica cuándo golpear, tampoco hay grandes problemas. La verdad es que son unos artistas”, resume con una sonrisa el presidente de la Agrupación de Sociedades Gastronómicas de la Tamborrada de Gasteiz.

Y eso, al final, es lo que cuenta en esta tamborrada menuda.

“Lo más importante es que se les ve felices y que dure porque, al fin y al cabo, es la simiente de la que será la tamborrada adulta”, subraya.