“El carbón hace tiempo ya que no lo traemos. Además, no es lo más sostenible”
Sus Majestades de Oriente están ya más que preparadas para regresar a los hogares de Gasteiz con su cargamento de ilusión y regalos. Y un deseo: que los ‘txikis’ hagan “equipo”
A escasas horas ya de que Melchor, Gaspar y Baltasar tomen las calles de la ciudad en los tradicionales actos para conmemorar su llegada, los Reyes Magos comparten su “emoción” por volver a encontrarse con txikis y no tan txikis. Por lo general, se han portado bien y tendrán los regalos que han pedido en sus cartas.
Bienvenidas de nuevo, sus Majestades. ¿Cómo ha ido su viaje de vuelta desde Oriente?
Melchor: Muy bien. Hace muchos años ya que hacemos este viaje y ya estamos acostumbrados. No nos cuesta nada venir, porque además llegamos a una ciudad que nos acoge siempre con mucha alegría, con mucha ilusión. Y esa ilusión que se nos transmite a nosotros la devolvemos con creces.
Su ‘público’ mayoritario son los 'txikis', pero seguro que en su equipaje traen también mucha de esa ilusión para jóvenes, adultos y mayores.
Gaspar: Sí, por supuesto que los niños y las niñas tienen algo especial y nos movemos por ellos, pero hay que decir que en Vitoria los abuelos y las abuelas, y también las amas y los aitas, todos y todas participan y nos piden. Los más mayores también se acuerdan muy mucho de nosotros, y aunque no lo transmitan, nos piden y tienen regalos.
Y hablando de peticiones, ¿cuáles son las que más se repiten en las cartas que están recibiendo este año?
Baltasar: Lo más habitual es la tecnología. Las tablets, los móviles... pero nosotros queremos fomentar un poquito más el juego de mesa: el parchís, las damas... o el balón de fútbol para poder jugar entre todos, en unión, con los familiares también. Pero este año sí hay una cosa que me ha sorprendido mucho: ¡Unos aitas me han pedido una piragua para remar en el pantano! Eso me ha impresionado.
M:Hemos tenido algún problema para meter la piragua en el saco, pero que estén tranquilos, porque les va a llegar. ¡Incluso los remos!
¿Algún otro encargo que les haya sorprendido o emocionado?
G: Como bien decía Baltasar, ahora con tantos regalos tecnológicos a veces recibimos cartas que nos cuesta un poco saber lo que son. Pero al final siempre lo sacamos, porque somos magos y nuestros pajes también nos ayudan mucho.
B: También nos ha escrito una pareja de txikis que tenía tantos regalos acumulados que quieren donarlos a otros chicos y chicas que lo están pasando mal en otros países del mundo. Esto me ha conmovido mucho.
Además de regalos, ¿han dejado algo de hueco también para carbón?
Todos: ¡Nooooo!
M: Los niños y niñas de Gasteiz se portan estupendamente. El carbón hace tiempo ya que no lo traemos. Además, no es lo más sostenible como combustible.
B: Hay que seguir mejorando todas y todos, tanto los txikis como aitas y amas, pero no vamos a traer carbón.
Han sido buenos entonces, al menos por lo general.
G: Sí, han sido buenos y son buenos. De hecho Melchor, que es el más mayor y suele ponerles retos, nos dice que los cumplen. Por ejemplo, que no se olviden de lavarse los dientes después de cada comida, que hay que hacer la cama... Así que nosotros dejamos el carbón en Oriente, porque de verdad, aquí en esta ciudad, los txikis y los mayores cada vez van a mejor.
¿Cuál es el momento más esperado por ustedes de todos los que se avecinan estos días?
B: Para mí, todos. Hay un momento en el que te quedas sin palabras, porque es tanta la emoción... es un sentimiento muy grande cuando ves a todas las niñas y niños en cada rincón de Gasteiz y esa luz que desprenden. El viaje ha sido muy largo, pero no estamos nada cansados por ello. Sino muy contentos y emocionados.
Imposible quedarse con uno, entonces.
M: Sí, pero el momento de ir a ver a los txikis a los hospitales es sobre todo muy emocionante, porque allí nos reciben todavía con más ilusión, porque están un poco mal. Y a nosotros también nos emociona mucho poder transmitir esa alegría y esa ilusión en esa situación.
¿Qué deseo les gustaría compartir para este nuevo año?
G: Como deseo, la verdad que los txikis lo están haciendo muy bien por mediación de esos retos que les pone Melchor. Pero, sobre todo, les pediríamos que estén más juntos, que jueguen entre ellos. Que estén compartiendo y haciendo equipo.
M: Nos suelen pedir también balones o raquetas para jugar en equipo. Y aunque nos pidan esos regalos tecnológicos, también les decimos que el tiempo que tienen que estar con las consolas y los móviles es el que les pongan los gurasos. Porque luego tienen que hacer otras cosas y jugar también con amigas y amigos, que es lo realmente divertido siempre: jugar en equipo.
Por pedir, ¿qué les gustaría encontrarse en las casas cuando vayan a repartir sus regalos?
M: Con que pongan leche con cacao, suficiente.
G: Y algunas galletas, o turrón.
M: ¡O nuestro roscón!
Parece que el tiempo va a acompañar este domingo en Vitoria. ¿Han recurrido a su magia para conseguirlo?
G: Claro. Además, en Vitoria, un poquito por nosotros y un poquito por la ilusión de todos los txikis, libramos. Y este año no va a ser menos.
M: Aquí sabemos que el día de San Prudencio es tradición que llueva. Pero también es tradición que cuando nosotros venimos, como somos magos, hacemos que no llueva.
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