El Ayuntamiento y la Real Academia de la Lengua Vasca han presentado este lunes el volumen que cierra el proyecto Toponimia de Vitoria. La publicación Dibiña II, noveno y último tomo del proyecto, pone fin a 30 años de un exhaustivo trabajo, que ha sido posible a la colaboración entre el Ayuntamiento de Vitoria y Euskaltzaindia.
La base de datos de este proyecto cuenta con más de 400.000 entradas toponímicas. En los nueve volúmenes se han publicado 121.000 datos documentales y regulado 13.086 entradas toponímicas. El trabajo de campo ha sido realizado por Elena Martínez de Madina, investigadora y miembro correspondiente de Euskaltzaindia, que en los últimos años ha analizado la toponimia de todo el municipio de Vitoria, que corresponde a la ciudad y 64 pueblos.
De esta forma lo han expuesto María Nanclares, concejala de Euskera; Roberto González de Viñaspre, miembro de número de Euskaltzaindia y representante de la Academia en Álava; y Elena Martínez de Madina, investigadora, miembro correspondiente del la Academia y autora del proyecto.
Nanclares ha recordado la prolongada colaboración entre las dos instituciones. Asimismo, ha subrayado la importancia de recuperar la toponimia local y "la necesidad de poner este patrimonio a disposición de la sociedad. La toponimia es considerada patrimonio cultural inmaterial, por lo que resulta muy gratificante que la ciudadanía vitoriana tenga acceso a este importante patrimonio cultural"
Roberto González de Viñaspre, miembro de número de Euskaltzaindia y director del proyecto, ha agradecido el apoyo prestado por el Ayuntamiento en las últimas décadas y ha explicado que "tenemos en nuestras manos el volumen que pone fin a un gran proyecto. Estos nueve gruesos volúmenes que abarca este proyecto constituyen una magnífica fuente de información para la ciudadanía de hoy y un legado tan valioso como rico para los vitorianos y vitorianas del mañana. Ha llegado el fin del proyecto, pero en ningún caso se ha agotado la labor de concienciación y difusión que conviene realizar sobre este tema".
Nueve volúmenes
Los cuatro primeros volúmenes de este proyecto se dedicaron a las merindades de Malizaeza, Ubarrundia y Nanclares; las tres publicaciones posteriores correspondieron a la fase denominada Arrazua, la penúltima fue Dibiña I y Dibiña II recoge la toponimia de Artaza, Gereña, Legarda, Mandojana, Martioda, Hueto Abajo, Hueto Arriba y Ullíbarri-Viña.
El estudio toponímico para el trabajo Dibiña II se ha realizado a partir de un corpus de unas 30.000 entradas, y en este libro se han presentado aproximadamente 12.000 testimonios documentales y 984 entradas toponímicas clasificadas en el orden adecuado.
La investigadora Elena Martínez de Madina ha incidido en la utilidad de este proyecto que ha tenido consecuencias prácticas, ya que los nombres que hemos recuperado se han utilizado en muchas ocasiones para designar nuevos barrios o lugares, y también ha servido para corregir topónimos que estaban distorsionados.