El pasado viernes 18 de octubre, la Asociación de Comercio Zona Gorbea organizó un sentido homenaje a los creadores del pintxo-pote, una tradición que ha trascendido sus orígenes en Gasteiz para convertirse en un fenómeno cultural, social y gastronómico en todo el país.

De aquellos inicios a hoy ya han pasado 20 años. Toba´s Tavern, El Valle, Frankfurt, El Aldeano (hoy Txustarra) y Batela siguen en la brecha conscientes de ser los inventores de una práctica inherente a los gasteiztarras.

En la cita se prestó especial atención y reconocimiento a la figura de un comerciante de aúpa, Víctor Manuel Ibáñez, quien tuvo la visión y quien supo darle el contexto adecuado.

En una ceremonia celebrada en uno de los comercios asociados de la misma zona comercial, el evento reunió a los pioneros de esta iniciativa, junto a otros miembros de la asociación, invitados y representantes del Ayuntamiento, que conmemoraron esta práctica tan arraigada en la vida local.

Fue un día especial para reconocer a los que empezaron, a los que se sumaron y a los que hoy continúan, una ensalada de generaciones remando en la misma dirección.

Aunque parezca mentira, la inspiración para la puesta de largo del pintxo-pote nació en una tarde veraniega en uno de los locales hosteleros que salpican la zona de playas de la gaditana Chiclana.

Pintxos en la plaza de Abastos Josu Chavarri Erralde

Desde el Atlántico andaluz a Vitoria esta idea viajó de la mano de Ibáñez, entonces, presidente de la Asociación de la Calle Gorbea.

Este comerciante asiduo a veranear en esta localidad gaditana se percató de la práctica de obsequiar con una tapa a los clientes al consumir en los establecimientos.

Sin embargo, el inicio no fue fácil, pero con trabajo y tesón y el apoyo de sus compañeros, Ibáñez logró ponerla en marcha.

El pintxo-pote comenzó como una idea de barrio y revitalización de los bares en las tardes de los jueves en Vitoria. Desde entonces, ha evolucionado hasta convertirse en un icono de la identidad alavesa.

La tradición, que combina un pintxo con una bebida a un precio accesible, no solo ha dinamizado el comercio y la hostelería local, sino que ha promovido la cohesión social.

Campeonato de pintxos en la Escuela de Hostelería Egibide Mendizorroza Pilar Barco

Los jueves

Todos los jueves y semanalmente sin falta se celebra en numerosas localidades vascas y ha ganado popularidad en toda España, adoptando variantes en cada región.

Sin embargo, su esencia sigue siendo la misma: fomentar el encuentro y la hospitalidad en un ambiente de respeto por la gastronomía local.

En Vitoria, esta tradición es parte fundamental de la vida social, y el evento de homenaje subrayó la importancia de mantener viva esta costumbre.

El camino

Desde este gremio comercial y hostelero de una de las calles con más vida de Vitoria se indica que la historia de algo así no se escribe sola y tan importante es quien propone la idea, como los que la apoyan y lo llevan a cabo.

“Aquel camino que comenzaron Víctor, Javi, Blanqui, Sergio, Iñigo, Michel y alguno más, hoy es una realidad más de 20 años después, un ejemplo al que rendir homenaje.

La unión y compañerismo de esta asociación continúan a día de hoy exactamente igual, la marca que los une, Zona Gorbea y fieles a su filosofía: solos iremos más rápidos pero juntos llegaremos más lejos”.

Reconocimiento

En 2018 el Gobierno Vasco por acciones como el ‘pintxo-pote’ y otras muchas premió a esta agrupación con el Galardón de Asociación más dinamizadora del País Vasco.

“La historia del ‘pintxo-pote’, es una historia de personas, de la capacidad de juntarse para crear comunidad, unir generaciones y preservar las tradiciones que reflejan identidad y la identidad de esta iniciativa pasa sin duda pasa por Gorbea y las personas que lo hicieron posible”, indican desde la asociación comercial.