La Fiscalía de Álava pide 15 de años de prisión por varios delitos para un hombre que agredió sexualmente a su expareja, quien, según ha contado en el juicio, vive "aterrorizada" ante las continuas amenazas del acusado.
La Audiencia de Álava ha celebrado este miércoles la vista oral contra un hombre acusado de la citada agresión sexual a su expareja, además de acoso, amenazas continuadas y vejaciones.
El hombre ya ha sido condenado con anterioridad dos veces por delitos relacionados con la violencia de género, e incluso la propia víctima le denunció en 2019 por agresión física. Ambos tienen un hijo en común que sufre una enfermedad rara, nacido en junio de 2018.
Precisamente la agresión sexual por la que se le ha juzgado ocurrió el día del cuarto cumpleaños del niño, el 19 de junio del 2022. Ese día la madre organizó una fiesta en un bar para celebrarlo y el padre acudió.
Violación
Al acabar la fiesta, el hombre, que había bebido, le pidió a la mujer que le dejara ir a su casa, alegando que no quería coger el coche. Una vez allí, según la víctima, la violó. "Era como un monstruo, no era un ser humano, me agarró con el antebrazo mi cuello, no podía respirar. Sufrí tanto dolor que pensaba que iba a morir", ha narrado la víctima. Al ver que no se movía, él paró.
Al día siguiente ambos mantuvieron varias conversaciones por mensajes de móvil, en la que ella le recriminó que le había hecho "mucho daño, físico y emocional", y él le contestó que no creía que "fuera para tanto".
La víctima presentó la denuncia dos meses después, el 19 de agosto. El motivo de haberse retrasado es que estaba "aterrorizada" y sentía "miedo y vergüenza". No fue hasta que se lo contó a su madre cuando ésta le dijo que fuera a la comisaría a denunciar.
Posteriormente, la víctima ha tenido escolta durante año y medio, y según ha narrado hoy en el juicio, solo se mueve por su calle y no se atreve a ir sola ni al supermercado.
El motivo es que han continuado las amenazas, con mensajes como "de la cárcel se sale, del cementerio no", los insultos y el acoso, ya que el hombre se ha saltado varias veces la orden de alejamiento .
Escolta retirada
La mujer ha llegado a reenviar los mensajes recibidos para que queden guardados por si le "pasa algo". Ahora, se le ha retirado la escolta y siente que vive "desprotegida".
El acusado "me ha destrozado la vida, no soy capaz ni de que me abracen mis amigas, y mucho menos tener ningún tipo de relación", ha relatado.
El acusado ha negado la agresión sexual y ha defendido que la relación "igual no fue sexo con amor, pero no fue violenta". Posteriormente ha admitido que insultó a la mujer pero porque, según su versión, ella le estaba "todo el día agobiando, llamando sin parar. Puso la denuncia porque le dije que no iba con ella de fin de semana", ha argumentado.
El juicio ha quedado visto para sentencia con una petición fiscal de 12 años de cárcel por agresión sexual, más 2 por acoso y 1 por amenazas, a lo que acusación particular suma otros 3 años por maltrato habitual. La defensa ha pedido la absolución.