Todas las miradas han estado puestas en el Palacio Europa de la capital alavesa. Un espacio que desde el pasado lunes ya contaba con un estudiado dispositivo de seguridad por la llegada del rey Felipe VI, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska así como el lehendakari Imanol Pradales, entre otras muchas figuras de las altas esferas nacionales e internacionales.

En pequeños corrillos, los primeros asistentes, muchos de ellos provenientes de países como India, Australia o Chile, han aguardado la espera a las puertas del Palacio Europa desde las 9.00 horas de esta mañana para ser partícipes en vivo de la la Conferencia Internacional de Víctimas del Terrorismo, que da continuidad a la celebrada en la sede de la ONU en Nueva York hace dos años.

Una cumbre de alto nivel, para la que han instalado un dispositivo de más de 100 agentes de seguridad, que ha desplegado sus alas exitosamente en una Vitoria que ha demostrado estar a la altura como anfitriona. También lo han estado sus más de 480 participantes —expertos, profesionales y víctimas del terrorismo— y no solo por el impecable atuendo con el que se han dejado ver — en traje y corbata o vestidos de traje y chaqueta para ellas— sino también por ser la voz capaz de debatir hoy en Gasteiz sobre el papel de la educación en el apoyo a los derechos y las necesidades de las víctimas y en la que se han abordado asuntos como la lucha contra el extremismo violento y el terrorismo así como las políticas de inclusión, tolerancia y cohesión social. Una jornada que desarrollará su segunda parte mañana miércoles en el mismo lugar.

En imágenes: Vitoria acoge la Conferencia Internacional de Víctimas del Terrorismo organizada por Naciones Unidas Alex Larretxi

Precisamente en torno a esas cuestiones citadas han girado las conversaciones que han mantenido los asistentes, antes de tomar asiento en las butacas del auditorio María Maeztu. Figuras que han conformado un espacio intercultural en el que algunos no han desaprovechado la ocasión de tomarse fotos con otros invitados.

Una vez dentro, se han distribuido de la mano del personal organizador, — que no ha sido para nada escaso— quien ha sido el encargado de indicar el asiento correspondiente a cada nombre y apellido.

En la jornada que se ha llevado a cabo por la mañana, en torno a las 10.00 horas, Mr. Susheel Gupta, asesor principal de operaciones estratégicas de seguridad nacional para la Real Policía Montada de Canadá, ha sido el maestro de ceremonias quien ha inaugurado la cita compartiendo que su madre fue asesinada por terroristas a bordo del vuelo 182 de Air India, que se estrelló en el océano Atlántico cuando él tenía doce años.

Un público conmovido por la historia de Gupta, ha prestado atención a continuación a la alcaldesa de Gasteiz, Maider Etxebarria, quien ha ensalzado el "coraje" de las víctimas del terrorismo y ha reivindicado su papel en la sociedad.

Tras ello, de la mano de las moderadoras Ana Izar y Montserrat Torija (Directora general de Apoyo a Víctimas del Terrorismo), diferentes expertos de la materia han compartido su discurso en dos bloques diferentes, por lo que la jornada de la mañana ha concluido en torno a las 13.30 horas.

Máximo despliegue

Sin duda, ha sido por la tarde, a eso de las 17.00 horas, cuando la agitación se ha notado fuera y dentro del Palacio Europa. Tanto, que vitorianos y vitorianas que caminaban por los lares del edificio de congresos han parado en la zona acordonada tratando de ver, aunque fuera por un segundo, alguna cara conocida.

Y es que el despliegue ha sido máximo, principalmente por la presencia del Jefe de Estado, Felipe VI, así como de dos de los ministros españoles Marlaska y Albares, lo que ha obligado a poner en marcha el máximo despliegue de seguridad, coordinado por el Ministerio del Interior. Más de 100 agentes, según han podido a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA fuentes de la organización.

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En imágenes: Vitoria se blinda por la conferencia de la ONU Pilar Barco

Sin ir más lejos, cuerpos de seguridad de todos los colores han cubierto las entradas, salidas y esquinas del Palacio Europa. Patrullas de Policía Local, Ertzaintza y Policía Nacional; estos últimos acompañados por agentes caninos.

Principales intervenciones

La entrada oficial del rey, Pradales, Marlaska y Albares, se ha efectuado por la puerta principal del edificio Europa, y todo ha ido según lo previsto en el estudiado protocolo. Una vez dentro del salón de actos, todos ellos han sido sentados en primera fila y han centrado su atención en el aurresku de bienvenida que ha corrido a cargo de los dantzaris Amaia, José Luis y Josu, quienes han destacado que esta danza vasca significa “respeto”, invitando al público a ponerse en pie.

Así, se ha dado paso al primero de los discursos de la tarde, bajo la batuta del Secretario General Adjunto de la Oficina de Lucha Contra el Terrorismo de las Naciones Unidas, Vladimir Voronkov, que lo ha hecho a través de una videoconferencia tras anunciar que no ha podido asistir en persona.

En imágenes: Vitoria acoge la Conferencia Internacional de Víctimas del Terrorismo organizada por Naciones Unidas Alex Larretxi

Tras su intervención, y de uno en uno, han sido Marlaska, Albares y el lehendakari de Euskadi los encargados de encaminar la cumbre internacional. “Existe el deber de reconocer el daño causado, de pedir perdón, y asumir responsabilidades”, ha resaltado Pradales en su discurso.

Entre el público, además de la alcaldesa de Gasteiz, también ha presenciado el acto el diputado general de Álava, Ramiro González, así como la presidenta de Navarra, María Chivite, entre otros invitados.

Palabras del rey

El broche final, como no ha podido ser de otra forma, ha corrido a cargo de Felipe VI, quien tras poner en valor Vitoria, calificar al territorio como “bella tierra alavesa” y destacar el edificio Europa como ejemplo de “arquitectura sostenible”, ha resaltado que “durante muchos años, España ha sufrido la lacra del terrorismo” y, dirigiéndose a las víctimas presentes en la cumbre, ha subrayado que “incumbe a todos, ciudadanos e instituciones, la tarea de no olvidaros, de ayudaros a superar las heridas —físicas y psicológicas— y de mejorar, en lo posible, vuestra situación”.