El derecho de admisión es una atribución legal con la que cuenta el propietario de un negocio, en este caso de hostelería.

El propósito es impedir el acceso al local a determinado tipo de público.

Además de las restricciones generales de la ley, bares, cafeterías y restaurantes pueden proponer las suyas, pero tienen que ser aprobadas por la Administración y estar visibles.

En general, se puede limitar el acceso y la permanencia en un local a aquellos clientes que causen molestias, se comporten de forma violenta, muestren síntomas de haber consumido drogas o que porten simbología que inciten a la violencia, al racismo o a la xenofobia.

También, a quienes lleven armas u objetos que se puedan utilizar como tal.

Asimismo, pueden negar la entrada a alguien cuando no pague su entrada, el aforo esté completo o cuando se carezca de la edad mínima.

Pero en el derecho de admisión también existen límites ya que el propietario del local no puede utilizarlo como quiera.

Informar de manera clara y con un anuncio en un lugar visible

Los establecimientos deben informar por ley de sus políticas de acceso de manera clara y colocando un anuncio en un lugar visible.

Uno de los deberes que tiene el propietario de un local hostelero a la hora de acogerse al derecho de admisión es la información.

Para limitar el acceso a un negocio es necesario colocar, en un lugar visible de la entrada, un cartel con las condiciones y limitaciones de la entrada al local.

Este derecho permite al personal autorizado decidir quién puede entrar y quién no.

Es decir, cuando el empresario tenga el derecho de admisión, deberá colocarlo en un lugar visible, en forma de cartel, y no solo con la frase 'reservado el derecho de admisión', sino que deberá añadir de manera clara una lista con todos los requisitos para poder acceder.

Solicitarlo a la Administración

Además de los recogidos en la ley vigente, el propietario del local puede incluir unos derechos de admisión concretos.

Pero para aplicarlos, tendrá que solicitar autorización a la Administración correspondiente de su comunidad autónoma.

Puede hacerlo en la Oficina Municipal de Atención al Ciudadano donde deberá presentar el impreso de solicitud suscrito por el titular de la actividad y esperar a una resolución.

Es decir, cuando un empresario quiere establecer las pautas de admisión para su negocio, tiene que solicitarlo a la Administración, pagando las tasas correspondientes.

La propia Administración constatará que los requisitos que pide no atenten contra el derecho de igualdad del artículo 14 de la Constitución.

Por tanto, el derecho de admisión tiene sus límites en la ley, y concretamente en el artículo 14 de la Constitución Española:

"Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social".

En resumen,

  • El derecho de admisión permite a los bares regular quién puede acceder a sus locales dentro del marco legal.
  • La legislación define los límites y condiciones bajo los cuales puede aplicarse.
  • Los bares deben establecer políticas internas de admisión alineadas con la ley para evitar discriminaciones.