Los trabajadores de la limpieza de las calles de Vitoria están en pie de guerra.
Hace unos días se manifestaron en la Plaza de la Virgen Blanca, convocados por ELA, LAB y CCOO, para hacer pública y denunciar la situación laboral en la que se encuentran desde hace varios meses.
Son cerca de 400 empleados que conforman la plantilla de la subcontrata adjudicataria de los servicios de limpieza de la ciudad.
Bajo el lema 'la homologación no se negocia, la homologación no se toca', denuncian que "ni la empresa ni el Ayuntamiento quieren garantizar los derechos" recogidos en ese histórico pacto de homologación que mencionan.
Un pacto firmado en el año 1991, en la época de José Ángel Cuerda, por el que el personal laboral de la limpieza de la ciudad se homologa al personal municipal del Ayuntamiento en cuestiones tan importantes como salarios, permisos y muchos otros conceptos de calado.
Tal y como explican desde ELA, el Ayuntamiento de Vitoria está a punto de sacar el pliego de las condiciones para que las empresas opten al nuevo contrato de limpieza de la ciudad, que debería entrar en vigor el 1 de noviembre de 2025.
Los 400 trabajadores laborales exigen que en los pliegos se incluya su pacto de homologación para que una vez sean asumidos o subrogados por la nueva contrata a finales del año que viene, esta empresa se vea obligada a cumplir dicho pacto y no perder sus derechos laborales.
En peligro condiciones que "tanto ha costado conseguir"
Tras diferentes reuniones, fuentes sindicales denuncian que "la contrata siempre muestra su negativa para cumplir con el pacto incluido en el convenio por el que se rigen y que está sin actualizar desde 2016. Es más, la adjudicataria responsabiliza de ello al propio Ayuntamiento".
Desde el comité aseguran que se han reunido con el Consistorio y sus responsables les han trasladado que "no garantizan que se recoja el pacto de homologación en los pliegos, ni tampoco que vaya a desaparecer, lo que deja a la plantilla en una indefensión absoluta, y peligran las condiciones que tanto ha costado conseguir".
Portavoces de los trabajadores hablan de "una situación muy preocupante porque dicho pacto puede romperse de manera unilateral en el momento que una de las partes así lo considere. Esto supondría comenzar un largo recorrido jurídico para no perder derechos históricos adquiridos. Para evitarlo, unicamente quieren que se recoja en el convenio".
Polémico absentismo
Con el convenio sin actualizar desde hace años y la inseguridad de no saber qué pasará con el pacto de homologación, desde ELA denuncian además que "el Ayuntamiento ha trasladado al comité la responsabilidad de reducir el absentismo existente entre la plantilla".
Los propios trabajadores aseguran que "es un absentismo del que ni el Ayuntamiento ni la empresa se preocupan por conocer las causas, ni hacer una valoración real. Ni siquiera han estudiado las propuestas para evitar accidentes, cargas de trabajo, ni de que haya cursos de formación".