Hay muchas Vitorias en una, como bien demuestran los resultados electorales convocatoria tras convocatoria.

Sin embargo, si hay algo que caracteriza a citas como la celebrada en la mañana de este jueves en el salón de plenos del Ayuntamiento es una cortesía institucional difícil de encontrar en cámaras políticas no excesivamente lejanas. 

Una balsa de aceite

La apertura del debate general de política municipal, protagonizada en exclusiva por la intervención de la alcaldesa Maider Etxebarria, ha sido lo más parecido a una balsa de aceite, un acto sin aspavientos ni gestos llamativos de los concejales de la oposición más allá de alguna sonrisa pícara.

Tanto ellos como el resto de ediles de la Corporación que han escuchado a la primera edil, 25 en total –solo ha faltado Jon Molina, de EH Bildu, que tomará posesión su nuevo cargo mañana–, han parecido más aplicados alumnos que temidos rivales políticos. Solo ha habido calor ambiental en la sala... y casi ni eso.

Beatriz Artolazabal (PNV), junto a la bancada de EH Bildu. Alex Larretxi

Cada cual a su manera

Hay muchas Vitorias en una y, como tal, cada integrante de la Corporación ha apurado los instantes previos a la sesión a su manera.

Algunos como Iñaki Gurtubai y Raimundo Ruiz de Escudero (PNV) han optado por tomar un café en una terraza de la Plaza Nueva en compañía de su equipo de asesores, otros han optado por adelantar trabajo en sus respectivos despachos del Consistorio o, en el caso de la propia primera edil, por dar un último vistazo a su largo discurso. 

Un día más

Ha parecido un día más en el Ayuntamiento pese al trajín de cámaras, las primeras en llegar al salón de plenos junto a las agentes de información y control, esas “conserjes de toda la vida”, y un par de asesoras del equipo de gobierno.

No ha habido personas invitadas, ni ningún vecino curioso por escuchar a su alcaldesa como sí ha sucedido en alguna ocasión anterior. 

Maider Etxebarria, sonriente, accede al salón de Plenos. Alex Larretxi

El secretario general del Ayuntamiento, Íñigo Roldán, ha sido el primero en recorrer las instancias municipales y acceder al salón de Plenos bajo la atenta mirada de los exalcaldes Alfredo Marco Tabar, Jose Angel Cuerda y Alfonso Alonso, magistralmente retratados por el pintor Javier Ortiz de Guinea. 

El reloj ya había marcado las 10.00 de la mañana, la hora fijada para el inicio de la sesión, cuando los primeros concejales han comenzado a desfilar por el salón y a tomar asiento en sus escaños.

Los primeros, los del Partido Popular, con su flamante portavoz Iñaki García Calvo, el único vestido con chaqueta y corbata, a la cabeza. 

Ha quedado claro, una vez más, que en el ámbito político cada vez se estila menos este complemento, progresivamente sustituido por las camisas –a secas–, los polos y los tejidos estampados –hoy ha habido unos cuantos–. 

Sonrisas y charlas

Las sonrisas y las charlas entre unas y otros se han sucedido mientras las cámaras disparaban aquí y allá.

Hasta que, ya a las 10.02 horas, han aparecido en el salón los concejales socialistas, con la alcaldesa, de blanco y negro, abriendo el camino.

Algo más tarde ha accedido también al Pleno el Interventor general, Alfredo Barrio, quien ha vuelto a ausentarse poco antes de finalizar la sesión.

"El gobierno de los acuerdos"

“Este es el gobierno de los acuerdos”, ha disparado Etxebarria como primer mantra de su larga intervención, que ha durado 59 minutos y 18 segundos en total.

Quienes han tomado notas han preferido hacerlo a la vieja usanza, bolígrafo en mano. La popular Blanca Lacunza ha sido aquí, seguramente, la más esmerada.

Solo Gustavo Antepara (PP), Aitziber Salazar y Xabier Ruiz de Larramendi (EH Bildu) han optado por hacer uso de portátil o tablet.

Guiños personales

La alcaldesa ha realizado guiños personales a todos los miembros de su gobierno, tanto de su partido como del PNV, y ha avanzado en su discurso en un salón tan solemne como el silencio de la Corporación, apenas roto por las impresiones compartidas en voz baja por algunos concejales de la misma sigla.

Como el propio Antepara y Alfredo Iturricha, frente a ellos Alberto Porras y Rocío Vitero (EH Bildu) o, en ese mismo lado de la bancada, Garbiñe Ruiz y Óscar Fernández (Elkarrekin), cuando la primera edil ha tocado los últimos progresos del TAV.

Aire acondicionado

Ha subido la temperatura, pero solamente la ambiental, lo que ha empujado a las agentes de control a abrir todos los portones anexos al salón para que corriera un poco el aire. Hasta han encendido el acondicionado.

Quizá en la sesión de mañana viernes, cuando ya les tocará intervenir a los partidos de la oposición y al gobierno replicarles, aumente también el calor político.