Osakidetza cuenta con herramientas de apoyo de cara a los vascos y vascas que deseen abandonar el consumo de tabaco o que estén ya inmersos en este proceso. De hecho, en su Guía práctica para dejar de fumar recuerdan que lograr apartar este hábito “no es un gran desafío, sino una serie de pequeños retos” que recalcan que es importante afrontar de “manera positiva”.
Para ello, el Departamento de Salud ofrece tres tipos de tratamiento; presencial, online o por teléfono y por último, mixto, mediante una aplicación y seguimiento presencial o por teléfono.
Todas las modalidades
En este marco, también realizan hincapié en que “todas las formas de consumir nicotina y productos relacionados con el tabaco son peligrosas para la salud”: cigarrillo, tabaco de liar, cigarrillo electrónico, productos de tabaco consumidos por calentamiento, pipa de agua, cigarros puros, porros, etcétera.
Precisamente a o largo de estos últimos años, “muchos y muchas jóvenes se inician en el consumo de tabaco a través del cannabis”, es decir, mediante porros, canutos y blunt.
Efectos dañinos
Tal y como recuerdan en el informe, “el humo del tabaco contiene más de 7.000 productos químicos”, tales como el alquitrán, el plomo o los gases tóxicos, de los cuales se conoce que “al menos 250 son perjudiciales y que, por lo menos, 69 causan cáncer”.
Además de todo ello, insisten en muchas otras consecuencias vinculadas vinculadas a su consumo.
Envejecimiento de la piel
Por un lado, envejece prematuramente la piel; por otro, también afecta a quienes comparten un espacio con personas que están fumando, aumentando en un 20-30% las probabilidades de padecer enfermedad coronaria o cáncer de pulmón.
Asimismo, el tabaco también genera residuos muy tóxicos que permanecen mucho tiempo en los muebles y superficies de la casa.
Además, también tiene su impacto negativo en el medio ambiente; principalmente porque las colillas de los cigarrillos permanecen sin degradarse durante años y, en muchos casos acaban en el mar. De hecho, precisan que una colilla es capaz de contaminar ocho litros de agua.
Poner fin al tabaco
La población vasca que tiene en mente dejar a un lado este consumo lo hace con la intención de ganar en salud y calidad de vida.
En este contexto, algunas de las razones recopiladas tienen que ver con tratar de aumentar la autoestima; ser libre, es decir, no depender del tabaco; disminuir el riesgo de padecer cáncer; mejorar la respiración y disminuir el riesgo de enfermedades pulmonares así como obtener una mejora en la circulación y menos riesgo de enfermedades del corazón y circulatorias. Asimismo, también tratan de disminuir el riesgo de tener un bebé con bajo peso al nacer.
En general, todas ellas se pueden englobar en una mejor calidad de vida, también las ligadas a la estética, como tener una piel más joven y unos dientes más blancos y sanos. Además, los vascos que buscan ser exfumadores, pretenden mejorar su vida sexual.
Asimismo, disponer de más tiempo para uno mismo y vivir en un ambiente más sano y proteger a los seres queridos también se cuelan entre los motivos de abandonar este hábito. Y, por supuesto, disminuir el gasto económico que supone.
“Fumar es muy caro y el precio va a continuar subiendo”, recogen. También exponen un ejemplo de ahorro. Y es que, si de una cajetilla que presenta un coste de cinco euros se consumen 15 cigarrillos al día, el ahorro al mes alcanzaría los 112 euros mientras que, de forma anual, el ahorro ascendería a un total de 1.368 euros.