El impacto ambiental es un factor que, a lo largo de los últimos años, las empresas vascas incluyen dentro de sus pautas a seguir en materia de sostenibilidad. Una cuestión a tener en cuenta para garantizar y establecer la máxima reducción de emisiones posibles.

En este marco, la Sociedad Pública de Gestión Ambiental del Gobierno Vasco (Ihobe) lanzó el pasado lunes su propia calculadora de huella de carbono, bautizada como Climate&Circularity Calculator.

Se trata de una herramienta web gratuita que facilita a las empresas calcular sus propios impactos ambientales a través de una sola información de entrada.

“Lo que le da tanto valor es que con la misma información, puede calcular la huella de carbono así como otros impactos ambientales"

De hecho, esta es una de sus particularidades que “la diferencia de muchas otras calculadoras de huella de carbono”. De esta forma lo ha destacado el técnico de Economía Circular de Ihobe, Iñigo Aizpuru, a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.

“Lo que le da tanto valor es que con la misma información, puede calcular la huella de carbono así como otros impactos ambientales. Y lo hace mediante categorías de impacto, como, por ejemplo el cambio climático, que es el más típico, pero también la lluvia ácida o la capa de ozono”, explica Aizpuru.

Asimismo, al carácter diferencial también se suma el doble enfoque que tiene esta herramienta. Por un lado a nivel de organización, y por otro, a nivel de producto. “Si tengo una fábrica que produce tornillos, puedo coger y movilizar mi tornillo, ver donde están los impactos ambientales y empezar a pensar qué puedo hacer para que ese impacto de mi tornillo sea menor”, expone a modo de ejemplo.

Algo que también señala que puede se hacer con otro tipo de objetos, como “un ordenador, una botella o una mesa”. Una calculadora que, tal y como resume el técnico, permite tener “una mirada y una visión más completa” de los distintos impactos ambientales.

Público objetivo

En este marco, Climate&Circularity Calculator está principalmente diseñada para pymes, es decir, pequeñas o medianas empresas. “Las grandes organizaciones también podrían utilizarla, pero la mayoría de ellas ya han pasado por este proceso, ya tienen calculada su huella de carbono y esta herramienta puede que se les quede pequeña”, apunta Aizpuru.

“Quién se da de alta en la herramienta es una persona, pero detrás de esa persona normalmente hay una empresa”

Asimismo, la calculadora requiere de registro para poder ser utilizada. Por el momento, tal y como ha adelantado el técnico a este periódico, un total de 357 personas son las que han hecho uso de la misma. “Quién se da de alta en la herramienta es una persona, pero detrás de esa persona normalmente hay una empresa”, concreta.

Sin embargo, cabe señalar que, desde su lanzamiento el pasado lunes, anunciado en la propia página web de Ihobe, se registraron otras “67 personas adicionales, un 20% más”, traduce el técnico.

Si bien, la herramienta se ha pilotado durante los últimos dos años y ya ofrecía información a empresas que trabajaban en pequeños grupos. De hecho, una de las oportunidades que tiene es que permite la colaboración intra-empresa. “Puede tener un cálculo y ese cálculo lo alimentan otras empresas”.

“Existen herramientas que te preguntan cuántos kilómetros viajas al día, y cómo lo hace, o si comes mucha carne, pero está no es de ese estilo”

Funcionamiento

Su uso para personas puede resultar “complejo” porque no es una calculadora que funcione con preguntas sencillas. “Existen herramientas que te preguntan cuántos kilómetros viajas al día, y cómo lo hace, o si comes mucha carne, pero está no es de ese estilo”, asegura Aizpuru.

"Lo que hace la calculadora es decir el impacto de cada uno, proporcionando un resultado absoluto en números"

De hecho, la impulsada por Ihobe trata de “identificar cuáles son los aspectos ambientales” que, a posteriori, generan un impacto ambiental, como por ejemplo el consumo de electricidad, combustibles o los viajes que se realizan en la empresa.

“Lo que hace la calculadora es decir el impacto de cada uno, proporcionando un resultado absoluto en números. No está hecha para que una empresa se compare con otras, sino para que se compare consigo misma y se pueda plantear qué se debe hacer para evolucionar la descarbonización total, hacia el Cero Neto”, expone.

“Va a ser muy complicado llegar ahí, pero hay que hacerlo porque no tenemos otra opción"

Precisamente, ese Cero Neto es el “gran reto” que Europa (Naciones Unidas) marca para el año 2050. “Que no se emita nada que no se haya absorbido antes”, matiza. “Va a ser muy complicado llegar ahí, pero hay que hacerlo porque no tenemos otra opción”, concluye el técnico.

Tres ejemplos para pequeñas y medianas empresas:

  • Eficiencia energética. Un ejemplo de como una empresa puede reducir su huella de carbono es consumiendo menos energía, es decir, mejorar todo aquello que a consumir menos combustible
  • Plan de movilidad. Priorizar el uso del transporte público o, en el caso de empresas, contar con una plan de movilidad de trabajadores y trabajadoras basado en transporte público o en compartir vehículo.
  • Gestión de residuos. Tal y como señalan desde Ihobe, en materia de gestión de residuos, una organización debe, en primer lugar, tener realizada una prevención de residuos, y lo segundo, que la empresa esté principalmente centrada en temas de reciclaje.