Los barrios de Vitoria están empezando a hacer un frente común para pedir al Ayuntamiento un "compromiso firme” contra las pintadas al ser un “problema de ciudad”.

Así, por ejemplo, la asociación vecinal Gasteiz Txiki se ha hartado de todas las que hay en el Casco Viejo y que están haciendo que ofrezca una de sus peores caras: la de la “suciedad” y la de la “dejadez” en una de las joyas de la ciudad, que más visitantes recibe y que más palacios antiguos tiene.

Por eso, los representantes de este veterano barrio de la ciudad pedirán el lunes por la tarde, en una reunión que mantendrán con representantes municipales de los diversos grupos, que el Ayuntamiento actúe contra estos garabatos indeseados que, como denuncia el portavoz de sus residentes, Manu Arakama, están "destruyendo el patrimonio”.

“Un dineral”

En concreto, el de los edificios en el que residen sus vecinos y el de los locales y lonjas de muchos comerciantes, que se están dejando un “dineral” de su propio bolsillo en reparar esas letras y dibujos indeseados.

“Lo más urgente que tenemos ahora mismo es hacer frente a esta problemática de los grafitis. Hay vecinos que han tenido que pagar unos 3.000 euros por arreglar un portal y el problema es que al cabo de 15 días, puede volver a aparecer pintada”

Manu Arakama - Portavoz de Gasteiz Txiki

“Lo más urgente que tenemos ahora mismo es hacer frente a esta problemática de los grafitis. Hay vecinos que han tenido que pagar unos 3.000 euros por arreglar un portal y el problema es que al cabo de 15 días, puede volver a aparecer pintada”, lamenta Arakama.

Por eso, como dice, el Casco Viejo dice basta a esta situación. “No se descarta que hagamos una movilización porque hay una preocupación muy importante. Somos conscientes de que es un problema que se extiende por toda la ciudad, pero en el Casco Viejo cobra más fuerza al ver los atentados irreparables que se están cometiendo contra el patrimonio histórico y porque se está agrediendo la propiedad privada pintando también portales con estructuras de madera, comercios, fachadas de locales de hostelería...”.

"Incívicas totalmente"

En definitiva, un “cúmulo de actuaciones” que, a su parecer, son “incívicas totalmente porque no se corresponden con ningún tipo de realidad social y política ni mucho menos cultural y por eso queremos manifestar nuestro hartazgo”.

En la calle Cuchillería Cedida

También en ese encuentro que mantendrán con el Consistorio es “una forma”, como la califica, de manifestar “el cierto grado de desidia por parte de las instituciones porque aunque existe una normativa de limpieza de fachadas, solo establece que el Ayuntamiento se hace cargo de aquellas pintadas que impliquen algún tipo de ofensa hacia la población o xenofobia y, sin embargo, deja en manos de la propiedad privada, la limpieza de portales, comercios, etc.”.

En la almendra, por ejemplo, “hay grafitis que tienen 12 años y entendemos que por parte del Ayuntamiento no hay un compromiso claro para intensificar el control de las personas que se dedican a estas pintadas y para tener las calles adecentadas”.

Endurecimiento de infracciones

Arturo Martínez, de Guiartu, cuyo local de la ‘Kutxi’ amaneció recientemente con pintadas, incluyendo la de una diana, también tiene claro que se trata de “un problema de ciudad” que se repite desde Zaramaga “hasta la misma Catedral nueva”.

Por eso, pedirá en el turno popular del Pleno municipal, posiblemente en el de abril, “el apoyo de todos los grupos para que se pueda proteger la propiedad privada de vecinos y comerciantes”.

"Una falta leve va desde los 90 euros y la más alta es de 3.000 euros. Ahora, con cuatro sprays, te la lían gorda. Las infracciones tienen que ir en proporción del daño"

Arturo Martínez - Guiartu

Y tiene claro que una buena medida disuasoria al respecto es la endurecer las multas actuales “porque la falta más grave es de 3.000 euros, pero quitar un grafiti de un metro por un metro ya te cuesta eso. Ahora, con cuatro sprays, te la lían gorda. Las infracciones tienen que ir en proporción del daño”, propone Martínez, quien, por otro lado, también defiende la idea de que haya fachadas “grandes” en la capital en la que los grafiteros tengan permiso municipal para dar rienda suelta a su creatividad. 

Y eso que en su caso, dentro de lo que cabe, ha tenido relativamente suerte, porque el Ayuntamiento ha retirado las pintadas del local, al incluir ese elemento amenazante.

En Ibailakua

“El problema de raíz es del que pinta. Ahí es donde hay que actuar. El otro día en 30 minutos, hice un montón de fotos de grafitis y grandísimos por todo el barrio. Y si quieres limpiarlo, lo tiene que pagar la comunidad”

Joseba - Asociación vecinal Ibailakua

Grafiti en Ibailakua Cedida

En Ibailakua, Joseba, uno de sus portavoces vecinales, también denuncia estas actitudes: “El problema de raíz es del que pinta. Ahí es donde hay que actuar. El otro día en 30 minutos, hice un montón de grafitis y grandísimos por todo el barrio. Están pintando las fachadas de cara vista, dentro de un portal... Y si quieres limpiarlo, el problema es que lo tiene que pagar la comunidad”.

LIMPIEZA CONTRA LOS GRAFITIS

El pasado 18 de octubre el Ayuntamiento de Vitoria dio comienzo a la limpieza de grafitis de varias viviendas privadas de la ciudad.

En este sentido, el conocido barrio de Ariznabarra fue el escogido como escenario principal para el inicio de este aseo urbanístico.