Basta dar un simple paseo por las distintas calles que componen la Almendra Medieval de Vitoria para que uno se percate de las pintadas que tiñen las fachadas de viviendas y locales. Y no con intención de embellecerlas o convertirlas en un atractivo turístico, sino más bien, como actos vandálicos, difíciles de frenar.

Más en concreto, en la icónica calle Cuchillería, a la altura del cantón de San Marcos, este vandalismo callejero es algo "típico" con lo que comerciantes y vecinos de la zona conviven en su día a día. Garabatos rojos, negros y demás colores que dan lugar a sensación de suciedad y dejadez en las calles.

En imágenes: Pintadas vandálicas en el Casco Viejo de Vitoria Pilar Barco

Aún y todo, lo crean o no, de trazar firmas que afean la fachada, a realizar pintadas más vistosas, tan solo hay un paso. Esto es lo que le ha ocurrido al guía turístico vitoriano, Arturo Martínez, en su pequeño local de alquiler de bicicletas y visitas guiadas Guiartu, situado en el número 74 de la 'Kutxi', con quien DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA ha podido conversar mientras aguardaba la espera en la sede de la Policía Local de Gasteiz con la intención de poner una denuncia.

En imágenes: Pintadas vandálicas en el Casco Viejo de Vitoria Pilar Barco

"No solamente me afecta a mí, sino que también, afecta al patrimonio de la ciudad"

El detonante

"Todo comenzó hace dos semanas, cuando de realizar las típicas firmas, vi como empezaban a pintar el letrero del negocio. Entonces, se me ocurrió hacer un vídeo alertando lo que estaba pasando en el local. Algo que no solamente me afecta a mí, sino que también perjudica el patrimonio de la ciudad", ha contado.

"El hecho de decir públicamente que no quiero que me sigan pintando el local ha tenido el efecto contrario"

Lo cierto es que, el vídeo publicado en el perfil de Instagram del negocio con el mensaje "STOP a las pintadas" se hizo "viral" (ha alcanzado más de 32.000 visualizaciones) y creó todo un revuelo en redes, "se fue de madre". Tanto que, como explica el gazteiztarra, tuvo que bloquear comentarios de carácter amenazante.

Sin embargo, el asunto no quedó ahí. "El hecho de decir públicamente que no quiero que me sigan pintando el local ha tenido el efecto contrario", ha asegurado.

Dos semanas más tarde, "esas amenazas en redes se materializaron" hasta el punto de dibujar una diana en el número de teléfono inscrito en la fachada del local. "Creo que hay una línea entre pintar y amenazar", ha condenado tajante.

En imágenes: Pintadas vandálicas en el Casco Viejo de Vitoria Pilar Barco

Reforzar medidas

A su juicio, los responsables de estos actos son "chavales" que van pintando por todos los sitios. "Comparto ciertas cosas con los grafiteros, de hecho algunos viven como artistas, pero creo que también hay otras formas de reivindicar", ha compartido. Para ser precisos, cree que esta problemática radica en la "educación" de estas personas.

Asimismo, Martínez ha tachado de "inconcebible los ataques a la propiedad privada" así como los "atracos a patrimonios culturales" de la capital alavesa. A pesar de que cuenta con el apoyo de vecinos, compañeros del gremio y el propio Ayuntamiento de Vitoria, cree que se podrían reforzar las medidas para evitar estos episodios que se repiten en la zona. "Siento envidia cuando voy a otros países y veo Cascos Históricos que son una maravilla", ha afirmado.

Ahora, el responsable de negocio asegura que "no levantaré la persiana hasta que se solucione el tema".