Aparcar mal a veces se alega como inevitable, en la mayoría de las ocasiones es la opción más cómoda y casi siempre demuestra incivismo. Y en casi todos los casos genera molestias a terceros.

Parar en dobles fila, estacionar temporalmente en un vado o dejar el coche un momento en una plaza de pago es jugar con la posibilidad de recibir una multa. Aparcar en una plaza reservada para personas con discapacidad genera, además, un perjucio directo a quienes tienen reducida su movilidad.

Si quien ocupa ese espacio es el coche encargado de controlar el correcto estacionamiento de pago en las calles de Vitoria, la situación genera indignación.

Es lo que le ocurrió a Erik , un vecino de la capital alavesa con una discapacidad acreditada, cuando pasando por la oficina de Zuzenean de la calle Ramiro de Maeztu observó que la plaza de aparcamiento reservada a personas con dispacaidad más cercana estaba ocupada por el vehículo que controla la OTA.

Un vecino de Vitoria denuncia que una plaza de aparcamiento para personas con movilidad reducida de Ramiro de Maeztu estaba ocupada por el coche de la OTA Cedida

En el interior del coche estaba el técnico que lo conduce y opera la maquina que controla el correcto pago de los vehículos estacionados en las plazas de OTA del centro de la ciudad. Estaba hablando por teléfono y es probable que su parada fuera temporal.

Sin embargo, no deja de ser una imagen evitable por parte de quien está encargado de que el resto cumpla con las normas de estacionamiento correctamente.