No es rara la presencia de gatos en las calles de pueblos y ciudades, también en Álava, ya sea merodeando entre las basuras, deambulando por los callejones o resguardándose del calor o el frío bajo los vehículos aparcados.

Lo que no es tan habitual es que que estos felinos, ya de por sí animales muy independientes, entablen relaciones con las personas.

Sin embargo, la historia de Yolanda y Bagguy es especial y, cuanto menos, rocambolesca. Y desgraciadamente parece tener fecha de caducidad por un buen motivo.

El origen de esta historia se remonta a 2021 cuando la gata apareció en las inmediaciones del Ruta Europa de la N-1

Para conocer los detalles hay que remontarse a 2021, cuando la gata protagonista de esta peculiar aventura apareció en los aledaños del Ruta de Europa de la N-1 a unos kilómetros de la capital alavesa.

Desde entonces el animal se hizo un hueco en la sala de calderas del inmueble que alberga un hotel, un restaurante y una tienda para atender todas las necesidades de los miles de viajeros que hacen allí un alto en el camino.

Bagguy apareció en las inmediaciones de Ruta de Europa en 2021 y encontró en Yolanda, trabajadora del hotel, a su ángel de la guarda Pilar Barco

Hasta que Yolanda, residente en la localidad riojana de Haro, llegó a trabajar al Ruta de Europa, esta situación no tenía mucho de especial.

Cuando se incorporó a la empresa en los primeros meses de 2023, Yolanda supo de la presencia de la gata por los comentarios de sus compañeras de trabajo, que le contaron que había aparecido hacía ya tiempo y que desde entonces buscaba cobijo en distintas dependencias de las instalaciones, con especial querencia por la sala de calderas.

Vista general del hotel-restaurante Ruta Europa https://www.hotelrutadeeuropa.com/

A los responsable del Ruta de Europa no les molestaba su presencia y unos y otros convivían sin molestarse ni prestarse especial atención.

Las trabajadoras del hotel le informaron a Yolanda que la gata no se solía acercar a la gente, pero ella, amante de los animales, y sabiendo que la gata merodeaba las escaleras que dan acceso a la sala de calderas, comenzó a dejarle todas las noches comida y agua.

Una relación forjada sin prisas

Poco a poco, se fue ganando la confianza del animal, hasta el punto de que la gata comenzó a acercarse hasta el coche de Yolanda en busca de su ración particular de comida diaria.

Yolanda no dudó en buscar información para conocer la procedencia del animal hasta descubrir que procedía de Bélgica

La relación fue fructificando, y con el paso del tiempo, el animal se entregó a los mimos y a las caricias de su nueva anfitriona. Era un caso más en la que una persona con buen corazón cuida de un animal...hasta que un hecho dio un giro inesperado a la historia.

“He estado poniéndole comida durante varios meses, pero no ha sido hasta el pasado noviembre, más o menos, cuando empecé a acariciarla. Ya en diciembre, mientras le daba mimos y me planteaba llevármela a casa, descubrí que tenía un chip, y este fue un hecho que me sorprendió mucho, porque hasta ese momento pensé que era una gata callejera”, explicaba Yolanda.

Al hallar el localizador en el cuello de la gata, Yolanda y su compañera Saray, con la que gestiona la protectora Asya La Rioja, no dudaron ni un segundo en buscar información en Google para conocer la procedencia del animal doméstico.

Yolanda supo de la presencia de Bagguy en el Ruta de Europa por los comentarios de sus compañeras de trabajo Pilar Barco

El lejano origen de Bagguy

Resulta que ese chip no estaba localizado en España, sino en Bélgica, y en un primer momento les fue imposible encontrar información sobre el origen de la gata.

Tras una busca exhaustiva, y fruto de la causalidad, Yolanda logró ponerse en contacto con una chica española residente en Bruselas y ésta a su vez contactó con una protectora local.

Días depués Yolanda recibió una llamada de un número larguísimo del extranjero. Era la dueña de Bagguy, que llamaba desde la capital belga.

Bagguy Cedida

Alisson y Bagguy

Yolanda cuenta que nada más hablar con Alisson, la belga se vino abajo. No pudo contener las lágrimas de la emoción al enterarse que su gata, de nombre Bagguy, seguía con vida tras más de dos años sin saber absolutamente nada de ella.

Alisson estuvo de vacaciones en España en 2021 recorriendo distintos puntos del estado y a su paso por Vitoria, Bagguy desapareció en los aledaños del Ruta Europa.

La buscó de forma incesante durante horas sin éxito y no tuvo más remedio que continuar su viaje con la congoja y el sentimiento de culpa de dejar atrás a su mascota. Puso rumbo de vuelta a Bruselas penando que nunca más vería a Bagguy.

La conversación con Yolanda abrió de par en par la puerta del reencuentro, que es lo que tratan de organizar Yolanda y Alisson. Una historia con un final que vislumbra su final feliz a la que le queda el mejor capítulo: la vuelta de Bagguy a su hogar.