Ruidos de trenes y aviones con un pitido ensordecedor; el muro que supone el complejo de Mercadona; cuatro gasolineras con colas de camiones en hora punta que bloquean la entrada al pueblo; contaminación lumínica por los altos postes de la luz de las estaciones de servicio que deslumbran al pueblo; ingente cantidad de basura acumulada”.

Los vecinos de Margarita, desesperados, lanzan un SOS al Ayuntamiento de Vitoria. 

Camiones y gasolineras

Hacen esta petición de auxilio para que les saque de un entorno de suciedad y ruido que ha acabado con la esencia rural del municipio. Rodeados de ruido de tráfico, suciedad, olores, contaminación lumínica, fábricas, tráfico continuo de camiones, cuatro gasolineras e infraestructuras actuales y futuras, este pequeño concejo de Vitoria siente que vive en una pequeña jungla a pesar de estar en una zona rural.

No es la primera entidad del municipio que invade la expansión de Gasteiz, pero en el caso de Margarita se juntan demasiadas infraestructuras alrededor del mismo núcleo. 

Ya han dado la voz de alerta al gobierno municipal en varias ocasiones. Sin embargo, han pasado tres meses desde la primera vez que denunciaron la situación y su realidad es la misma. 

Por eso han comparecido en el Pleno Arturo López de Sabando y Víctor Pérez de Nanclares en representación de la sociedad socio cultural, recreativa y gastronómica Margarita Etxea, en definitiva, en representación de todo el pueblo.

Más vegetación para aislarse

Reclaman más limpieza, espacios de ocio, zonas verdes y más vegetación que les ayude a aislarse de las numerosas mega infraestructuras que les invaden. “Así, es imposible vivir en este pueblo, su entorno es un verdadero asco. Margarita ya no es un entorno rural”, critican.

Camioneros y suciedad

Especialmente se quejan del comportamiento de los camioneros que repostan en las cuatro estaciones de servicio abiertas. 

“Tiran la basura, defecan, orina y nos cierran la única entrada que tenemos al pueblo. Usan nuestro pueblo como si fuera un área de descanso”, denuncian.

Nos sentimos secuestrados dentro de nuestras casas; el único paseo que nos queda es alrededor de la iglesia”, describen.

Terrenos de Margarita. Josu Chavarri Erralde

Además, temen que están por llegar más infraestructuras a Jundiz, que atraerán más tráfico de camiones y molestias. “Continúen la expropiación del pueblo”, indican molestos.

Compromiso

El gobierno municipal, por su parte, se compromete a analizar las modificaciones urbanísticas necesarias para reconvertir los terrenos aledaños a Margarita en zonas de ocio y verdes con más vegetación, asegura la concejala de Zona Rural, Miren Fernández de Landa.

El gobierno municipal estudiará fórmulas jurídicas que posibiliten que ese espacio esté sujeto a la imposibilidad de edificar edificios, con una calificación que permita incorporar posibles futuros equipamientos.

“Son suelos de titularidad municipal con cultivo, así que tiene que haber primero un acuerdo de concejo para convertir la zona de cultivo en zona ajardinada. En febrero comenzará la replantación de árboles en la zona”, confirma, Fernández de Landa.

Más limpieza

Por su parte, el concejal de Gestión Ambiental, Pascual Borja, señala que el Ayuntamiento limpia la zona y anuncia que trabaja con las gasolineras para solucionar el tema del exceso de luz que sale de las estaciones de servicio.

Finalmente, la moción vecinal sale adelante con los votos de EH Bildu y la abstención del resto de partidos.

Explica el gobierno PSE y PNV su voto  argumentando que “no puede apoyar la moción en los términos en los que está redactada al ir en contra del planeamiento municipal”.

Aun así, se compromete a dar respuesta a las demandas vecinales.