Puntuales a su cita, los Reyes Magos han llegado este viernes a Vitoria por vía férrea, como es costumbre en la capital alavesa, y allí centenares de familias les han hecho el recibimiento que corresponde en una mañana fresca, pero no lo suficiente como desalentar a niños y niñas, a pesar de que la lluvia ha terminado también haciendo acto de presencia. Ansiosos, esperaban a entregar sus cartas a los pajes o simplemente contemplar un espectáculo con sello propio, en el que la tradición de los magos de Oriente se funde con elementos tan vitorianos con sus pintores.
A bordo de los espectaculares vehículos del Araba Classic Club y acompañados por los integrantes del espectáculo Mirage de la compañía francesa Kervan, los reyes se han dirigido a la Casa Consistorial atravesando una abarrotada calle Dato para, desde el balcón, dirigirse a los más pequeños habitantes de la ciudad.
Doble reto
Para este año que acaba de comenzar, los reyes han planteado un reto doble, como vienen haciendo habitualmente. En esta ocasión, los niños y niñas que se laven bien los dientes y recojan y pongan la mesa todos los días tendrán los regalos que pidan asegurados para el 6 de enero de 2025.
La siguiente parada ha sido en el palacio de Villa Suso. Allí, los embajadores de la ilusión infantil han pasado casi seis horas escuchando pacientemente las peticiones de los centenares de niños, pues siempre habrá más posibilidades de recibir los regalos pedidos si se solicitan directamente a Melchor, Gaspar y Baltasar, por mucho que la carta se haya cursado correctamente a través del correo postal o se haya depositado en el tractor de los regalos que acompaña a sus majestades en su vertiginosa gira mundial.
En Villa Suso se han armado de paciencia madres y padres, pues la cola ha sido considerable, y aún quedaba mucha jornada por delante.
A las 19.00 horas, casi sin tiempo para un respiro, los reyes se han subido a sus carrozas en la Plaza Bilbao y han iniciado un recorrido por el centro de la ciudad marcado por el frío viento norte, pero tan colorido y animado como siempre, gracias a los seis grupos de teatro y música que formaban parte de la comitiva: El Carromato, desde Cádiz, con su espectáculo Fantasía floral; los franceses Kervan con su propuesta Mirage; la compañía también francesa Caramatran con Electro frogs; y World of Gonder y Moonlight, de Italia, de la mano de Teatro per Caso. La música corrió a cargo de la banda portuguesa Kaustica y de la Asociación musical de batucada Batuketa de Vitoria-Gasteiz.
300 personas
Junto a estos grupos, a los reyes y a los pajes, han desfilado por el centro de Gasteiz la Asociación Afroamericana, el Proyecto Kalez Kale, la Asociación Comparsa Carnaval Abetxuko, Carpe Diem y Serezade, en una comitiva formada por 300 personas. A la cabeza del desfile han ido tres primeras de fantasía, seguidas de las tres de los Reyes Magos y una última desde la que se han lanzado los tradicionales caramelos a niñas y niños. Eso sí, en esta ocasión el camión clásico de los bomberos de Gasteiz no ha salido en la cabalgata tras la polémica del desfile de Olentzero y Mari Domingi, en el que los integrantes del Servicio de Extinción de Incendios colocaron pancartas reivindicativas en el vehículo.
Para finalizar, el último tramo del desfile se ha realizado con menor volumen de sonido para permitir así que también las personas con trastornos del espectro autista y con discapacidad auditiva disfrutaran del espectáculo.