Este sábado 23 de diciembre será su último día con la persiana levantada. Una noticia que ya conocían desde hace unos meses los vecinos de este barrio de Vitoria.

Josu Olano ha decidido que se jubila. Tras 34 años al frente de la librería Albeniz en Judimendi, este comerciante de Gasteiz ha tomado una de las decisiones más importantes y bajará la persiana de su negocio de manera definitiva el sábado 23 de diciembre.

En una entrevista con DNA en abril del año pasado, Josu reconocía que le da "pena dejar este barrio que tiene tanta personalidad", pero ha llegado el momento para dedicarse de lleno a otra de sus pasiones, el teatro.

"Llevaba dos o tres años pensándolo, y ya por fin me he puesto una fecha límite". Ha intentado compatibilizar su trabajo diario con el teatro pero es muy difícil porque el horario de la librería es realmente sacrificado. Y es tajante: "No, no hay relevo generacional para continuar con un negocio que cada vez es menos rentable".

Sin fines de semana libres

"Abro a las siete de la mañana porque muchas personas y negocios como bares y peluquerías quieren el periódico a las ocho, antes de ir a trabajar o abrir", explica Josu.

Y por las tardes abre hasta las siete, "un horario que implica el día entero aquí, incluidos los sábados por la mañana, sin fines de semana libres".

En su librería de la calle Benito Guinea ha vendido desde prensa, revistas, material escolar y de papelería, hasta libros y juegos infantiles como puzzles.

Ha tenido que adaptarse, "con mucho esfuerzo", a los cambios que ha demandado la sociedad estos años.

Y, por supuesto, ha tenido que hacer frente a la dura competencia de las grandes superficies y de las compras online en Internet.

En palabras de Josu, con muchos años de experiencia detrás del mostrador, el de librero es un trabajo vocacional pero muy sacrificado. "Lo mejor de estar al frente de un negocio como este es que eres tu propio jefe y tomas las decisiones, y sobre todo, el contacto diario con la gente, que es muy gratificante".

Muy apegado al barrio de Judimendi

Con una clientela fiel, "algo muy reconfortante" según las propias palabras de Josu, este comerciante recuerda cómo ha evolucionado el barrio en estos años, en el que el propio Josu se ha implicado desde el primer momento.

"Me siento muy apegado a Judimendi". Recuerda con mucho cariño que "antes había un verdadero ambiente de barrio. Sabías si alguien estaba en el hospital, o si un vecino tenía algún problema".

Barrios anónimos sin el pequeño comercio

Lo que tiene muy claro Josu es que el pequeño negocio aporta vida a los barrios. "A medida que van cerrando y van desapareciendo, se pierde una parte fundamental de las raíces de la ciudad".

Una situación muy triste sobre la que este comerciante pone de relieve que "muchas veces no se valora la tienda de barrio hasta que un día aparece con la persiana bajada".

En definitiva, "sin las pequeñas tiendas, los barrios van a pasar a ser barrios anónimos, sin personalidad, y va a dar igual que vivas en Salburua o en Zabalgana", sentencia Josu Olano.