La violencia machista ha segado en Euskal Herria la vida de 121 mujeres desde el año 2003, atendiendo a los registros oficiales.
De ellas, cuatro en lo que va de 2023: Maialen, Maria Begoña, Lourdes y Zhen Jiang, que se suman a la docena larga de niños que el terror machista también ha asesinado en las últimas dos décadas. Como el pequeño Mateo, natural de Lizarra, este mismo noviembre.
Por ellas y por esos hijos, también los que siguen vivos y han quedado huérfanos; por sus madres, sus amigos y sus allegadas, igualmente víctimas directas de esta violencia estructural, centenares de personas han atendido este sábado en Gasteiz la llamada del Movimiento Feminista de Euskal Herria con motivo del 25-N, Día Internacional para la eliminación de la violencia hacia la mujer.
Aperitivo para la huelga
La jornada, que ha servido para volver a reivindicar una vida libre de ella, en todas sus formas y expresiones, ha sido también un buen aperitivo para la huelga general feminista convocada para este próximo jueves 30 contra la precariedad laboral o la no valoración de los trabajos de cuidado que realizan las mujeres.
El acto más multitudinario de la jornada ha reunido en la capital alavesa a centenares de personas, mujeres y también hombres, jóvenes y mayores, que se han manifestado por las calles de la ciudad para mostrar su rechazo a la violencia machista.
La marcha ha salido pasadas las 12.40 horas desde la plaza San Antón encabezada por una gran tela morada y la pancarta del Movimiento Feminista de Gasteiz exigiendo esas vidas libres de machismo que, pese a los avances logrados en los años recientes, todavía están muy lejos de convertirse en una realidad.
‘Se llama patriarcado’
El sonido de la batucada que anunciaba la partida de la manifestación pronto ha sido sustituido por proclamas en favor de la lucha feminista, consignas ya clásicas y que nunca está de más seguir repitiendo como gora borroka feminista; no son muertes, son asesinatos; ni un caso aislado, se llama patriarcado; si tocan a una nos tocan a todas o erasorik ez erantzunik gabe.
La manifestación, que a su paso ha ido sumando más participantes, ha recorrido las calles Francia, Paz, Ortiz de Zárate y Florida y ha concluido en el parque del mismo nombre, a donde la abrigada multitud ha llegado en un lento goteo para asistir a la lectura del manifiesto preparado para la ocasión por el colectivo organizador.
Esta se llevo a cabo sobre el emblemático kiosko, donde se ha dado voz a las mujeres jóvenes, a las presas, donde se ha denunciado el “genocidio” y el “feminicidio” perpetrado por Israel en Gaza y donde ha vuelto a mostrarse un apoyo cerrado a las trabajadoras del hogar y de los cuidados.
"Violencias feminicidas"
“La violencia feminicida no es solo doméstica, sino que está ligada a un entramado de explotación laboral, violencias económicas y violencias racistas y coloniales; y por eso queremos reivindicar que todas estas violencias que vivimos son también violencias feminicidas porque son contra nuestros cuerpos”, ha remarcado, entre los aplausos de las personas asistentes, este último colectivo.
También han tenido voz las pensionistas, que han alertado sobre esos casos de machismo “que permanecen ocultos, porque se piensa que los hombres mayores son frágiles y bondadosos” y “no se reconoce el carácter machista de su violencia”. “Y se cree que la mujer es incapaz de cambiar y no tiene derecho a tomar sus propias decisiones”, han apostillado.
En el acto final de la marcha, donde el Movimiento Feminista ha reivindicado a las mujeres “vivas, libres y organizadas”, también se ha dado lectura a una carta escrita por un grupo de mujeres presas en el penal alavés de Zaballa.
Movilización de Itaia
No ha sido la única manifestación que este sábado ha recorrido las calles de Gasteiz con motivo del 25-N. Ya por la tarde, el grupo feminista Itaia también se ha movilizado en la plaza de la Virgen Blanca para reafirmar su “compromiso” con la erradicación de la violencia machista y “reivindicar la necesidad de luchar” en esa dirección.
La marcha ha recorrido el centro de la ciudad y ha concluido junto a la Catedral Nueva.
