En calles como las de Mateo de Moraza de Vitoria sufren 200 días al año perturbaciones del sueño como consecuencia del ocio nocturno, tal y como denunció recientemente la plataforma 7 ordu lo en su comparecencia ante el Parlamento Vasco.

Para combatir este tipo de contaminación acústica, el Ayuntamiento, a través de su concejal de Convivencia, Pascual Borja, ha anunciado este lunes, a preguntas de Elkarrekin, que intentará avanzar en esta materia a través de cuatro medidas.

La primera de ellas pasa por sentar en una misma mesa a bares y vecinos, en la que también esté presente el propio Consistorio, "para avanzar en una línea de buenas prácticas y compatibilizar el derecho al descanso con el del ocio".

La segunda de ellas pretende relanzar el estudio de insonorización de locales, que, en parte, como ha recordado, está sufragado. Especialmente, teniendo en cuenta que este tipo de informe "no ha calado todo lo necesario", ha manifestado el edil, en clara referencia a los datos que se hicieron públicos a principios de este mes.

Según los cuales, únicamente 103 habían remitido el mismo al Ayuntamiento y de que a día de hoy todavía existe “un porcentaje muy elevado” de establecimientos de hostelería de los que que se carece de datos en relación a esta materia.

Moratoria

Y eso que el tiempo avanza para cumplir con la moratoria que da de plazo hasta diciembre de 2024 para tener adecuados este tipo de locales.

La tercera medida intentará impulsar también una campaña de sensibilización ciudadana, "para que la gente que ocupe esas zonas, lo haga de forma responsable".

No en vano, Borja ha destacado que muchas de las veces el ruido procede de los gritos y cánticos y de otras actitudes incívicas de la gente que en ese momento se encuentra en la calle, es decir, del exterior, no del interior, que es precisamente, la queja que el portavoz de Kutxiko Taskeroak quiso dejar claro, cuando este periódico le preguntó por ello, y donde afirmó que a día de hoy no había una denuncia por problemas de ruido procedente de bares del Casco Viejo.

"La ocupación del Espacio Público en zonas de ocio es el tema más difícil de gestionar", ha remarcado.

Cambios de ventanas

Por último, la cuarta medida que plantea el Departamento de Convivencia pasa por incidir en que los propietarios de viviendas aledañas a esas zonas de ocio nocturno, adapten también sus inmuebles, con, por ejemplo, cambios de ventanas.

Esto mismo, como ha precisado Borja, es lo que les insistió en hacer a los vecinos de los Arquillos, cuando se reunió con ellos la semana pasada y les informó de que existen subvenciones al respecto.

De esta manera, desde Convivencia "vamos a hacer ese esfuerzo" para animar a todas las partes implicadas en esta problemática.

Por su parte, la portavoz de Elkarrekin, Garbiñe Ruiz, ha insistido en seguir sensibilizando "porque esa contaminación acústica también proviene del exterior, como cuando la gente grita sin darse cuenta de que hay gente que está durmiendo".